La Miel Prohibida ♡ [Primos]

Intentos fallidos

Lamentablemente, con él no se podía tratar de evitar los roces.
Y yo también lo quería cerca.

Hubieron un par de intentos fallidos más en intentar besarme.

Uno fue mientras veíamos un vídeo cómico de un youtuber popular.
Estábamos, Dante, su hermano mayor Danny y yo.

Danny estaba en la silla principal. Dante y yo sentados en la cama que daba frente a la computadora.

Estaba que me reía considerablemente. Yo por lo general, no rio por cualquier cosa. Dante sabía muy bien eso. Por eso, cada vez que me enseñaba algo se aseguraba que fuera de mi agrado y evitaba que sea algo que ya haya visto.

Se deprimia cuando le decía: "Eso ya lo ví".

Y yo me reía de su desdicha.
En ese entonces era mucho más fría. Una razón más del porqué no funcionó mi primera relación sentimental.

Continuando, todos estabamos concentrados viendo al youtuber.
Pero al parecer Dante no, de improvisto, mientras reíamos juntos saltó hacia mis labios.

No le importaba que Danny se diera cuenta. Cabe resaltar que Danny, su hermano mayor, es bastante despistado.

Yo inmediatamente, retrocedí cayendome sobre la cama.
Él no llegó a alcanzarme. Pero estuvo muy cerca.

—Ni siquiera eres capaz —le dije.

Tuvo la intención de intentarlo otra vez para darme la contraria, pero lo evité alejandome antes de que volviera a ocurrir.

***

Despues de semanas, era una tarde donde él y yo estábamos conversando en mi cuarto, sentados en la cama.

Él estaba contemplando el obsequio que me dio un amigo: Un cuadernillo 'Death Note' un anime muy amado por los dos.

En el cuadernillo cuando escribes el nombre de alguien, a los 40 s muere, así que él bromeando comenzó a escribir un nombre pero no me dejaba verlo.

Terminó de escribir y aún se resistía en enseñarme. Estuvimos así, minutos. Hasta que yo ya molesta, me fui con más agresividad a quitarselo.

El retrocedía quedando acostado sobre la cama, yo por encima de él le quitaba.
Quedamos en una situación muy engorrosa.

Ya molesta me retiré de esa situación y me senté. Se acercó como tratando de apaciguar las aguas. Pero no.
Le arranché el libro, él puso fuerza y se rompió la página.

Me molestó más. Y recién me entregó el cuadernillo. Había escrito cualquier tontería en el cuaderno. Se fue apenado.

***
Al día siguiente, volvió y mientras estábamos conversando me dijo.

—Te siento estresada... pegame si quieres.

Lo miré extrañada, no dije nada.

—Anda. —Mientras me enseñaba su mejilla.

Realmente estaba estresada y molesta con él. No perdí la oportunidad y lo hice tres veces. Le saqué sangre.
Eso ya era por muchas faltas de respeto que él me hizo.

Como una cuando estaba cocinando y se acercó a mí por detrás.

Estaba él con todas las hormonas a flor de piel.

Cuando iba a dar el cuarto golpe, me detuvo.

—Ya, tranquila...

Después de minutos me dijo:

—Parece que me tienes cólera.

—Tú me pediste que lo hiciera.

—...

—...

—Quería saber cómo se siente cuando te lastiman.

Lo miré con rareza. Me parecía un acto de presunción de parte de él. Querer hacerse el fuerte y que nadie lo ha lastimado.