Seven

4K 469 81
                                    

¿Qué es lo peor que puede pasar si lo descubren?

Esa incógnita rondaba la mente del pelinegro. Si alguno de los chicos veía a Yugyeom en la casa de la nada, todo sería un desastre. Es que no es normal tener a un chiquillo de la otra compañía en casa.

Las opciones eran realmente limitadas; o se quedaba con él escondido en su habitación o tendría que cargar con el peso de consciencia al dejarlo abandonado y solo en la calle. Ninguna era buena. Sin embargo, lo más efectivo era acogerlo por la noche.

WhatsApp

Yugyeom:
Voy llegamfo ,)

J.JKOOKIE: No hagas ruido, estaré en las escaleras. ✓✓

Encaminandose el joven con mucho cuidado fue hasta la puerta principal, cruzándola y dando a parar con un chico de bastante más altura que la propia. Él lo miraba analizando cada movimiento, analizándolo de pies a cabeza mientras mordía su labio inferior. Por fin lo tenía frente a frente.

—Hola.— Dijo —Estás muy bonito con ese pijama, pero te quedaría mejor ese cuerpo sin nada encima bebé.

Seguido de sus palabras Yugyeom hizo un intento de abrazarlo, fallando cómicamente al tropezar con una alfombra y casi caer, amortiguandose en brazos de su crush. Y como dicen algunos, si te van la oportunidad aprovéchala al máximo. Y eso fue lo primero en hacer, a penas lo tuvo entre sus brazos lo tomó del mentón y le obligó a besarlo.

Al principio creyó que mínimo un puñetazo caería sobre su quijada, pero eliminó cualquier opción pensada con anterioridad al notar que Jungkook le correspondía. Ambos movían sus bocas y manos en una búsqueda insaciable de contacto. Un par de traviesas manos se aventuraron a pasear por el contorno de las caderas del mayor, eso junto al adictivo sabor al alcohol en los labios del más alto, faltó para que la muñeca de Yu fuera tirada hasta llevarlo al cuarto en que nunca creyó estar.

Todo estaba perfecto. Un par de cuerpos deseosos, solos entre cuatro paredes blancas.

Ambos tocaban lo que parecía más conveniente, el pelirubio por su parte acariciaba cuanto más podía los muslos de su amante. Aquellas piernas de proporción y firmeza suficientes para hacerte caer rendido a cada segundo. Y mientras esto ocurría Jungkook sacaba suaves jadeos fuera de su boca, aclamando tener un poco más que caricias. Deseando tocar cada espacio.

Las posiciones cambiaron de un momento a otro, el que aparentaba haber bebido más de la cuenta, se hallaba inmovilizado por esas piernas tan llamativas, las cuales estaban sobre su pélvis, dejándole sin alternativa. Él solo podía rendirse antes las manos que jugueteaban por su pecho, pasando a desabrochar su camisa.

Si algo existiente era extremadamente placentero y relajante, son los dedos de Jungkook. Esas caricias que se repartían desde su clavícula hasta el ombligo, tenían suficiente efecto para estar duro como roca. Él quería más roce.

—Bonito, esto tiene que ir un poco más rápido o me vendré con la ropa puesta y sin tocarte a gusto.

—Ah... toca cualquier cosa, pero has que me corra.

Con el control en manos de Yugyeom, lo que su mayor alcanzó a procesar fueron el desprendimiento de su playera, esas grandes manos de su acompañante que tocaban con cuidado su pezón derecho. En un rato de tortura, tenía al menor de Got7 formando una seguidilla de chupones que abarcaban desde la parte bajo las clavículas hasta el costado de su antiguamente olvidada tetilla izquiera. Con la lengua y los dedos Yugyeom le parecía un Dios.

Pasados unos minutos, la diestra del menor fue adentrandose hasta dar con el miembro del pequeño que acallaba gemidos por temor a sus Hyungs. Un pequeño gritillo salió sin contemplaciones, lo suficientemente bajo para no despertar a nadie. Pero había que eliminar las variables. Yugyeom posó su mano restante en los labios apetecibles de su acompañante, siento recibido transcurridos los segundos por el interior de la boca del muchacho, el cual lamía sus extremidades como si le diera una mamada.

Los movimientos cesaron durante un corto lapso de segundos, pero sin esperar Yugyeom sacó su propio eje, apegándolo al del chico debajo suyo, masturbandolos sin pesar. Y con minutos después terminando al divisar como el Idol que le atraía peligrosamente manchaba con fluidos su estómago.

La vista era singular, Jeon tendido sobre sábanas blancas, respirando agitadamente, con sus ojos cerrados y una sonrisa plasmada en la cara era suficiente para llegar al límite.

— Te amo.— Terminó el menor cayendo en sueños.

Lo que había ocurrido hace menos de 5 minutos era extremadamente nuevo para el maknae de Bangtan. Imaginaba mientras estaba a solas, pero nunca creyó llegar a tal punto con el chico. Por suerte todas las marcas hechas en su cuerpo, estaban libres de ser vistas por lo demás. Pero la boba sonrisa en sus labios al admirar el bello cuerpo de su menor se vió interrumpida con el pensamiento de qué haría para ocultar al mayor en la madrugada. Necesitaba ayuda, y solo una persona era capaz de distraer a todos con sus tonterías. Sin dudar, algo grande le obsequiaría más adelante.
















Tú No Eres Perfecto; Yugkook [완전] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora