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Vamos a conocerlos.

-Vamos Jungkook levántate...- gritó Yoongi a su hijo de 13 años el cual no quería despertar, eran las 6:10am.

-Puedo faltar- dijo el niño

-No, no puedes- Dijo Yoongi, no era una pregunta si no una afirmación.

-Pero tengo flojera... Y hace frío, no iré y punto- el niño se hizo bolita y se cubrió con las cobijas.

-Haber jovencito el que manda en casa es el padre no el hijo, así que te levantas, te duchas y te pones el maldito uniforme. Ya sabes que no me gustan los berrinches ni las rabietas- Yoongi había subido a la habitación de su hijo y le había regañando, el niño se descubrió el rostro y se sentó en la cama, sus ojitos se habían llenado de lágrimas y un puchero se notaba en su boca.

-Jungkook perdón... Pero se nos hará tarde, además de que ya sabes que no me gusta que te quedes solo en casa- El pelinegro se sentó en la cama de su hijo.

-Esta bien, perdón padre- el niño se seco las lágrimas y le sonrió a Yoongi.

Ya eran las 6:50 cuando Yoongi y Jungkook estaban cerca de la escuela, había un silencio en el auto hasta que Yoongi decidió preguntar.

-Ya tienes todo, hoy te toca Inglés, Matemáticas, Español, Ciencias, Física, Química y Cómputo. Tienes todos los cuadernos, las tareas- lanzaba y lanzaba preguntas.

-Si, si... Padre tengo todo- sonrió el niño.

-Bien, Portate bien. Por cierto hoy te presentaré a alguien- dijo Min nervioso.

-A quien? - preguntó el niño volteando a la entrada de la escuela

-Al rato sabrás, toma y nos vemos al rato- le dio un poco de dinero y le dio un beso en la frente a su hijo para que luego asintiera y saliera del auto. Min vio por última vez a su hijo, espero a que entrara, luego de cinco minutos se fue hacia su trabajo.

La mañana era bastante tranquila a pesar de que muchas personas fueran de aquí para allá. El sol había salido y daba un poco de calor, Yoongi pudo quitarse ese suéter color azul.

Llegó al trabajo muy emocionado ya que tenía un nuevo proyecto, no espero más y con el sonido del silencio decidió trabajar muy tranquilo.

Cada línea trazada con firmeza, imaginación y paciencia lo hacían amar más su trabajo, su gran inspiración era su hijo.

-Yoonie has llegado, creí que este lugar estaba solo-

-Jinnie, pues ya ves que no, he llegado desde hace un rato. Ya tengo listo el boceto del nuevo proyecto- Yoongi le saludo a Jin con un beso en la mejilla

-Oh, oye eso es hermoso, te esta quedando muy bien Yoongi- sonrió el rubio

-Tu que harás- pregunto Yoongi siguiendo con su trabajo, Jin fue al área de su trabajo, Yoongi tenía más amigos en la empresa pero a principios Min estaba solo no habían más oficinas disponibles y todos trabajaban en habitaciones diferentes donde habían dos empleados. Min por más que no quería hablarle a Jin el rubio insistió hasta que Yoongi accedió. Se conocieron y ahora empiezan una nueva relación, intentando ser algo más.

-Lo mismo, ayer no pude terminar las últimas dos hojas de la historieta nueva así que hoy es seguro de que terminaré.- dijo Jin, sus paletas quedaban enfrente de cada uno, se podían ver a la cara y sonreírse de vez en cuando.

Las horas pasaron, ambos realmente se esforzaban con sus trabajos.

-Ya termine- dijo muy feliz Jin el cual asusto a Yoongi

-En serio- Min se levantó y fue a lado de él rubio, analizó cada página de la historieta, cada línea del dibujo, Jin era un verdadero amante del dibujo y sin duda lo hacía muy bien, Yoongi amaba su trabajo.

-Te quedó perfecta Jinnie- Yoongi miró al chico el cual se sonrojo y agradeció

-Gracias, pero siento que le hace falta algo más de...-

-Jin, es perfecta- Interrumpió Yoongi

-Para nada... Siento que le falta algo-

Yoongi tomó las manos de Jin y las besó, ambos se miraron y comenzaron a acercarse. Los nervios se notaban, los rostros sonrojados y los labios temblorosos, sin duda iban a hacerlo iban a demostrarse que eran pareja y que se querían.

-Yoonie tu teléfono esta sonando- era un centímetro ya solo faltaba eso. Pero Yoongi le importo más el teléfono.

-Ya tan rápido... No puede ser, Jinnie me tengo que ir, nos vemos esta noche... A las 7:00- comenzó a guardar sus cosas muy rápido y salió corriendo sin despedirse bien de Jin. El rubio solo sonrió y asentía.

-No puedo creer que esta noche conoceré al pequeño Jungkook, tengo tantos nervios- Jin se toco la mejillas las cuales hervían, sonrió por última vez y decidió ponerle color a su obra.

-No puedo creer que ya tan rápido sean las dos- Yoongi bajó las escaleras corriendo, fue al estacionamiento y condujo su auto hasta la escuela de su hijo.

Yoongi llegó y miro a su hijo salir con su mejor amigo, el niño sonrió y abrazo a su padre.

-Padre, llegaste temprano- Jungkook miró a Min

-Si, hijo- sintió nervios el creyó que era muy tarde

-Buenas tardes señor Min- dijo el otro niño que miraba esa imagen como todos los días.

-Hola, Taehyung. Como estas? -

-Muy bien señor, espero que usted también- dijo el niño tan penoso y sonrojado

-Va a venir tu madre?- pregunto Yoongi

-Eso espero- dijo Tae más sonrojado

-Vamos te llevo-

-En serio, señor Min. No quiero causar problemas- el niño cada vez más avergonzado, eso pasaba casi diario, la madre de Taehyung era una señora trabajadora y buena pero se le olvidaba que tenía un hijo.

-No hay ningún problema suban-Yoongi les abrió la puerta y ambos niños entraron.

El camino no era aburrido los niños contaban todo lo que hacían, ambos eran inteligentes y tranquilos.

-Muchas gracias señor Min, adiós Jungkook- hizo un movimiento de mano en forma de adiós y entró a su casa.

Padre e hijo llegaron a casa y Jungkook se sentó en el sillón hasta que recordó lo que en la mañana le dijo su padre.

-Quién va venir a cenar, padre- preguntó el niño yendo a la cocina ya que su padre estaba ahí.

-Recuerdas a Jin-

-El chico rubio, muy alto y que se ríe como limpia parabrisas- dijo el niño rascándose el mentón en forma de recordar.

-Jungkook, no te expreses así de la gente- regañó Yoongi

-Pero así parece... Pa- dijo el niño con un puchero

-Bueno, si es él -

-El va a venir... Para que-

-Haces muchas preguntas Kookie... Viene a cenar con nosotros- Yoongi tomó el teléfono de la pared

-Mmm... Bueno, me iré a cambiar, padre- el niño salió de la cocina y tomó sus cosas para luego subir a su habitación.

-Si, bueno quiero ordenar una cena para cinco personas... Si esta bien el segundo menú. Más o menos a las seis de la tarde. Gracias linda tarde- Yoongi colgó el teléfono y decidió levantar un poco el tiradero de su casa.

-Vaya... Va a venir ese tipo a casa, pero que le quede claro que yo tengo dos papás y esos son Min Yoongi y Park Jimin. El no va a venir a destruir mi familia- dijo el niño con molestia mientras se sacaba la ropa para ponerse algo más cómodo.

Jungkook no conocía a Jin en persona pero su padre le hablaba mucho de él y de su risa tan contagiosa que una vez grabó Yoongi. Jin y Jungkook no se conocían pero Yoongi había hablado de su hijo con Jin, le hablaba de sus diplomas, trofeos de fútbol, las tareas que tenía. Aún no se conocían y ya habían sentimientos.

Dejame quererte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora