Noveno Año

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— ¿Puedes dejar de decirle cosas a Maite para que odie a Deuz? Que tú seas un infeliz y no te caiga bien por las veces que te pegó en el pasado, no quiere decir que puedas vengarte así.

Se quejó Bonnie, ya no soportaba ver a su pareja sufrir de ese modo. La pequeña ahora lo trataba distante, se había dejado llenar la cabeza con falsedades de su padre biológico sobre el moreno, comenzó hablándole frío, tratándolo por el nombre, ahora ya ni lo saludaba o sólo lo criticaba.

— Ella tiene derecho a saber como te maltrataba, no le digo ninguna mentira.

— ¿Así? ¿Por qué no le dices cómo me Destrozaste a mi aquella vez? Anda, cuanta le a tu hija que fuiste el desgraciado que le arruinó la vida a su madre en una noche.

— ¿Estas diciendo que tu hija arruina tu vida? — vio la el pelo de su hija que escuchaba atrás de la puerta tratando de ocultarse.

— No dije eso, no trates de poner palabras que no son ciertas en mi boca. Yo a Maite la amo mucho, ella es mi hija, ella era la única razón por la que seguí con mi vida, sin ella ahora estaría muerto, me hubiera suicidado porque un imbécil me destrozó en una noche.

— Tampoco pusiste mucha resistencia.

— ¡Eras mi puta pareja en ese momento! Además, me drogaste con no sé que, y tengo análisis que lo confirman.

Se había apresurado a decir lo último al ver que el otro iba a objetar, el ambiente quedó tenso, lo único que lo rompió fue el llanto de una pequeña de ahora nueve años que no pudo soportarlo más y estalló. Bonnie se giró a verla rápidamente, acercándose hasta la puerta donde la rubia a penas tuvo a su madre frente a ella se lanzó a abrazarlo con culpa.

— Vamos con Deuz, ¿Si?

La pequeña asintió sin dejar de llorar, sentía la mano de su mamá acariciar su pelo con una mano, con la otra la abrazaba.

— Ella tiene que estar con su padre, no con ese hombre.

— Él fue más padre que tú, esos años donde tu hacías tu vida junto a tu pareja él cuidaba de nosotros, se ocupaba de que nada nos falte.

— ¡Eso es porque no sabía que tenia una hija!

— ¡No tenías el derecho de saberlo!

Comenzaron a gritar sin darse cuenta que asustaban a la pequeña que incrementó el llanto, tocó la costilla de su madre para llamar su atención, pues al estar en un estado de furia no notó el llanto de ella.

— Vamos a casa, por favor.

Pidió. Bonnie le dirigió una mirada de advertencia a él antes de irse de la mano con su pequeña, dejándolo solo en esa habitación con una enorme furia dentro.

— Idiota, ¿Por qué siempre lo arruinas?

Se preguntó así mismo golpeando sus puños contra la mesa, tenia que calmarse, dentro de unas horas volverían su pareja e hijo y no quería que lo vean así.

¿Quién Es Mi Papá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora