DISNEY WORLD ' 𝐟𝐢𝐥𝐥𝐢𝐞.

✧ 14. end

lxs amo

Tres semanas después

El reloj marcaba las dos de la madrugada, los dos adolescentes tendrían clases en unas cuantas horas, cosa que pareciera no importarles.

— ¿Tienes mucho sueño? — preguntó Millie, bostezando.

— En realidad, no. Pero por lo visto, tu si. — contestó Finn, divertido. — A si que mejor te dejo dormir. —

Millie sonrió casi con los ojos cerrados — Pero quiero seguir hablando contigo, Finnie —

— Y créeme que yo también, pero necesitas descansar. Mañana nos veremos después de la escuela, linda. — contestó.

— Bien, tu ganas, — rio. —  Nos vemos mañana novio. — se despidió, sonriendo.

— Descansa novia. — dijo riendo. Millie solo sonrió y cortó la videollamada.

En estas semanas todo había ido bien entre esos dos. Se ven después de clases, hacen los deberes juntos, salen con Sadie y Caleb en citas dobles, sinceramente no hay día que no pasa en el que no se lleguen a ver.

Los padres de Millie ya conocían al chico. Un día cualquiera la chica lo llevo a su casa, presentándolo como su novio frente a familia. Cabe decir que los nervios del pelinegro ese día eran gigantes.

Finn se llevó de maravilla con la familia de la chica, además de que la familia Brown no era para nada exigente, mas bien tranquila y divertida; cosa que le encantó al chico, ya que le recordaba a la suya.

Por su parte, Jaeden y Lilia seguían saliendo, sin embargo, no eran pareja oficialmente. El chico aun no se animaba a preguntarlo.

Sadie y Caleb son la pareja perfecta. Desde que Sadie llego a la ciudad, ella y el chico siempre están juntos. Sadie no sufre mas en el instituto, y en parte se debe mucho al cariño y protección del moreno.

El pelinegro apago su teléfono y los dejo sobre su mesa de noche. Se acomodo en la cama y se dispuso a dormir, no si antes pensar en una hermosa castaña de pelo corto, haciéndolo sonreír.

[...]

— ¡Millie, es hora de levantarse! — el grito de la madre de Millie sonó por toda la casa, incluyendo la habitación de la chica. Logrando que despertara. Se levantó de su cama y comenzó a alistarse.

Al estar lista, tomó su mochila y bajó.

— Buenos días familia. — saludo, mientras tomaba una manzana.

— Buenos días, Mills. — respondió su madre. — ¿Ya te vas? —

— Sip, Lilia me espera. — contestó la joven, despidiendo a sus padres con un abrazo.

— ¿Llegarás tarde? — preguntó el padre de la chica.

— Si, no me esperen para cenar. — concluyo, cerrando la puerta.

Comenzó a caminar mientras tarareaba una canción. Su escuela no quedaba muy lejos, por lo cual disfrutaba de esos momentos al aire libre.

En el trayecto pasaba por una plaza y un parque, el mismo en el que le dijo a Finn que le gustaba. Sonrió al pensar en él, aun no comprendía como todo estaba yendo tan bien.

Millie en ese momento llego a pensar en la palabra amor. ¿Ella amaba a Finn? ¿En tan poco tiempo?

Luego recordó sus pecas, sus rizos, sus labios. En como ama los momentos a solas con él, las largas videollamadas en la noche, la forma en como la mira. Su forma de pensar, de ser, en lo lindo que es con ella.