✧ 08. with you

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¿Conocen esa sensación? Esa que te hace sentir como en hogar; que te llena de buenos sentimientos; que hace que te sientas vivo de nuevo. Bueno, eso sentían Finn y Millie.

Un simple abrazo los hizo sentir mil y un sentimientos, y ninguno de ellos era negativo.

Fue un solo instante en el que ambos experimentaron uno de los primeros incentivos del amor, solo que ninguno de los dos fue capaz de identificarlo.

— No puedo creer que hayas venido ¿Cómo? — hablo el chico al romper el abrazo.

— Sadie nos dijo. — contestó. — Es amiga de Caleb, ella nos informó acerca de tu vuelo.

— ¿Caleb, tu mejor amigo? —

— Si, últimamente han estado hablando mucho esos dos. — dijo la castaña. — De todos modos, quería venir a recibirte. — hablo un poco sonrojada.

— Lo sabía. — dijo Finn mirando a la castaña.

— ¿Qué? — preguntó con un poco de confusión en su mirada.

— Que te ves más linda sonrojada en persona. — afirmo el chico, haciendo sonrojar aún más a la chica, quien solo bajo la mirada intentando ocultar el notable color carmín de su rostro. Finn en cambio, levanto el mentón de la castaña de manera delicada, no quería incomodar a Millie.

Solo se miraban a los ojos teniendo la mente en blanco. Los rodeaba una atmosfera de paz difícil de romper.

Millie estaba muy ocupada memorizando el rostro del chico en su memoria, para ella, el chico era una obra de arte. Y eso le asustaba, en tan poco tiempo Finn se había vuelto parte de su vida, algo que jamás le había ocurrido con alguien.

Por su parte, Finn hacia lo mismo con Millie, admirando cada centímetro del rostro de la chica. Y es que por más que intentara no encontraba algún defecto en este, porque, aunque suene cursi, Millie era la chica más bella que haya conocido en su vida.

Debe admitir que al principio solo le parecía bonita, pero ahora, la palabra correcta era hermosa.

Y no solo por fuera, ya que lo poco que lleva conociéndola le ha demostrado lo divertida, madura, amable e inteligente que es. Cosa que le encantaba al ruloso.

— Llevan más de cinco minutos así Lil ¿Debo llamar a un médico? — la voz de Caleb susurrándole a Lilia interrumpió el contacto visual entre los adolescentes.

— ¡Caleb, los interrumpiste! ¡Era su momento! — reprocho la rubia, dándole un golpe en el hombro al moreno.

— ¡No seas tan agresiva mujer! — gritó.

— ¡Paren los dos, los están asustando! — se unió Natalia.

Después, lo único que se escuchaba eran los gritos de cada uno uniéndose en una especie de pelea entre los tres, logrando llamar la atención de viarias personas en el aeropuerto. Los dos chicos restantes solo se miraron divertidos, juntos todo lo era.

— Demonios, estos dos están más enamorados que Justin y Selena en sus días de gloria. — comento el moreno, interrumpiendo de nuevo.

— Lo dice el señor colado por 'Sadie pelirroja de mi cora'. — atacó Millie, a quien le divertía ver como comenzaba a sonrojarse el moreno. Finn solo rio.

— No empieces milagros. — amenazo divertido Caleb.

— Nat y yo iremos por nuestro equipaje y después nos acompañan al departamento en el que nos quedaremos ¿Qué les parece? — sugirió Finn antes de que tuviera lugar otra ''pelea''.

— Por mi está bien ¿Ustedes chicos? — respondió la castaña.

— No lo sé Mills, tengo que terminar los deberes. — hablo Lilia con un toque de diversión en su voz, mirando a Caleb de manera cómplice.

— Si, si, Mills, también tengo varios trabajos atrasados. — continuó el moreno.

— ¿Bien? Entonces nos vemos mañana, sin embargo, no recuerdo nada de tarea el día de hoy. —contestó Millie, confundida.

— Mejor ya nos vamos, un gusto conocerte futuro cuñado, igual a ti Nat, besitos. — Lilia tomo a Caleb de un brazo y salió casi corriendo a la salida del aeropuerto, prácticamente arrastrando al moreno.

— ¿Nos acompañas? — hablo Finn dirigiéndose a Millie.

— No, yo aquí los espero. — contestó.

Antes de ir por su maleta, el ruloso tomo a la castaña entre sus brazos — Gracias por haber venido. — susurro en su oído y beso su mejilla para irse rápido de ahí. Dejando a una chica de pelo corto sonrojada, muy sonrojada.

[...]

— Es aquí. — señalo Natalia al edificio a través de la ventana del taxi.

Este año, al reducir al número de estudiantes llevados de intercambio de tres a uno se lograron cubrir los gastos de un departamento, ubicado a solo dos cuadras del instituto al cual asistiría Finn.

Natalia pago al taxista, y los tres ayudaron a bajar las maletas. Entraron al edificio y tomaron el elevador.

— Bien, son las cuatro de la tarde, iré a comprar algo para comer, mientras ustedes desempacan y acomodan todo en el cuarto de Finn, lo mío lo hare mañana. ¿Quedo claro? — la chica podría ser seria y ordenada cuando se lo propusiera. Esta vez haría las cosas bien.

— Lo que diga jefa. — dijeron al unísono los dos adolescentes.

— Hablo en serio jovencitos, vuelvo pronto, no quiero desorden. — se despidió de ambos y salio cerrando bien la puerta tras ella.

— Bien, mientras más pronto acabemos mejor. — Millie tomó entre sus brazos las maletas de Natalia, para llevarlas a su habitación. Finn hizo lo mismo, solo que con sus maletas.

— Es bastante espacioso aquí, más que mi habitación. — dijo el ruloso hacia la castaña, quien ya se encontraba en la que sería la habitación del chico por las próximas semanas.

— Y que la mía también. — continuó — ¿En que ayudo? — pregunto la castaña posicionándose enfrente del chico.

— En nada, tu sola presencia me ayuda, solo sigue hablándome. — contestó.

— ¿Seguro? No quiero estar estorbando, si solo quieres ser amable no es necesario pued—

— Seguro Mills, si necesito algo te digo. — interrumpió el chico agarrando a la castaña por los hombros.

— Bien, bien, tu ganas, — dijo. — ¿Puedes creer que tu instituto está a cinco cuadras del mío?, eres perteneciente a la competencia, Finnie. — cambió de tema.

— Hey, yo no elegí el colegio. —

— Lo se tonto, no me importan cinco bobas cuadras cuando soporte el tenerte al otro lado del mundo. — confeso.

— Igual, recuerda que aún me debes una salida al parque. — recordó el chico, con una enorme sonrisa en los labios.

Y así, por más de dos horas dos adolescentes disfrutaban de la compañía del otro, olvidando todo a su alrededor.

Estando juntos lo demás pasaba a segundo plano, supongo que así es el amor.

DISNEY WORLD ' 𝐟𝐢𝐥𝐥𝐢𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora