1. ¿Quién eres?

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En algún lugar de Southside se encontraba una familia común y corriente, compuesta por la madre, el padre, dos gemelos y la hija mayor.

Su vida era tranquila, pero en una mañana de verano una persona inesperada llegó a su puerta.

Las risas de los pequeños niños se escuchaban por toda la casa y ni siquiera los golpes constantes en la puerta lo cesaron.

—Puedo ayudarle... —El hombre de edad adulta con canas asomándose en su cabellera castaña se quedó sin palabras al ver a la persona que estaba enfrente de él.

La pelirroja cabellera, la perfecta vestimenta y el porte de superioridad... Blossom .

—Pe... Penelope —le dijo con claros nervios—. ¿Qué haces aquí?

—Ahórrate la bienvenida Cruz —le dijo pasándose sin permiso a la casa—. Vengo a ver a Mara.

—¿Amor? —se escuchó una voz desde la otra sala—. ¿Qué hace ella aquí? —preguntó una rubia preocupada.

—Nada, en realidad YA SE IBA —rechinando lo dientes el Señor Cruz se enfrentó a la peculiar Blossom que se encontraba ahí.

—Esa no es la forma de tratar a los invitados Cruz... Bueno que mas puedo esperar de unas Serpientes Sureñas —mencionó con desprecio.

—Pues parece que la Serpiente es otra, ya que querida Penelope su lengua es muy resbalosa...

Una risa se escuchó cerca de los adultos interrumpiéndolos al instante, los gemelos acababan de entrar a la sala.

—Lo siento papá e Elizabeth... Mamá! —se corrigió la morena de tan solo 17 años de edad—. Yo... me los llevaré —apenada la morena se empezó a retirar junto con los pequeños.

—Alto querida, a ti es a la que quería ver —le llamó—. Mírate... Cuanto has crecido... Mi querida Mara...

—En realidad es Annabeth, Señora Blossom —le cortó la morena a la mayor.

—Mmm —expresó con disgusto—. Ese no era el nombre que habíamos acordado Charles.

—Charlie —masculló el Señor Cruz entre dientes—. Mas bien, tú acordaste no saber nada de ella, Querida.

La sonrisa que tenía Charlie Cruz era triunfadora, claramente nada más en su punto de vista.

—Créeme Charles, si por mí fuera no quisiera saber de ella en estos instantes, pero claramente las circunstancias son diferentes en estos momentos —se acercó a la morena, le acarició la mejilla y continúo—. Pero, te conviene escuchar el trato que tengo para TODOS ustedes.

—¿Todos? —preguntó confundida la morena mientras le apartaba la mano de su mejilla lentamente.

—Sí querida, TODOS —sosteniendo las dos manos de la morena siguió —. Tu familia se va a beneficiar... Así que... MARA... "Ayúdame a ayudarte".

Doble Vida - Jughead Jones PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora