Capítulo 3

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Después de dejar a KyungSoo, apuré mi paso para que la noche no me cayera encima. Caminé por una amplia calle de cemento que terminaba en un barandal. Desde este se veía el río, adornado por barcos y un anaranjado atardecer.

─ Justo a tiempo─ susurré sonriendo, y me saqué la mochila para buscar una cámara de fotos profesional que llevaba en esta. Me la habían regalado por mi cumpleaños luego de pasar meses insistiendo en que la quería.
Comencé a sacar fotos al paisaje desde varias perspectivas, sonriendo ampliamente mientras disfrutaba el momento y el relajante sonido del agua y el viento. Amaba la fotografía. Hacía tiempo que sabía que era lo mío.

Cuando obtuve todas las tomas que quería, me senté en el suelo con la espalda apoyada en la baranda que daba al vacío y si mirabas hacia abajo al río, tomando una botella de agua de mi mochila y bebiendo la mitad de un sólo trago. Satisfecho, miré las fotos nuevas en mi cámara.
Una sonrisa y unos tiernos ojos marrones cruzaron mi mente y decidí que, si alguna vez volvía a ver a KyungSoo, le iba a sacar aunque sea una foto. Acaricié mis labios recordando el beso que habíamos compartido. El mejor beso que había recibido en mi vida hasta el momento.


***



─ Dale─ suplicó ChanYeol unos días después, mientras paseábamos por la calle.
─ No, no pienso volver─ declaré.
─ Por favor, quiero ver a BaekHyun y Sehun no puede venir─ insistió.
─ No... No puedo pensar siquiera en ver como KyungSoo entra en esa habitación con alguien más...─ me dolía horrores el sólo imaginarlo. ChanYeol me miró sorprendido.
─ ¿Tanto te gusta?─ susurró. Asentí levemente, mirando el suelo.
─ Más de lo que debería... No tiene sentido... Sólo lo vi dos veces...─ levanté la vista y miré a mi amigo ─¿Cómo puede gustarme tanto?─ se encogió de hombros.
─ ¿Amor a primera vista?─ sugirió.
─ Eso no existe─ suspiré pesadamente.
─ Por cómo hablas parece eso, Jongin.
─ Lo sé─ dejamos de caminar, entrando a un negocio donde vendían instrumentos musicales. ChanYeol necesitaba comprar baquetas nuevas para su batería ─Channie...─ dejó de observar las baquetas, y me miró a mí a través de sus grandes anteojos. Solía usarlos por puro capricho, ya que no los necesitaba realmente ─¿Qué le pasó a tus baquetas?─ fruncí el ceño ─Estaban perfectas hace poco─ comenté. Se sonrojó furiosamente.
─ Cuando fuimos al... lugar ese por tu cumpleaños, las usé con BaekHyun y las terminamos rompiendo─ confesó, para después seguir mirando hasta decidirse por un par que le gustaran.


***



─ ¿En serio las usaste con él?─ pregunté tímidamente cuando salimos del lugar.
─ Sí...─ lo miré, con los ojos grande y un poco asustado ─¡Pero no para lo que crees!─ exclamó al entender mi mirada ─Dios, no soy un animal... Simplemente bromeamos... y se rompieron porque estaban sobre la cama y...
─ ¿Y...?
─ Estábamos parados, nos empezamos a besar y nos tropezamos con la cama, cayendo arriba. Se partieron ambas a la mitad─ reí fuertemente ─Pero valió la pena─ agregó sonriendo.
─ Me imagino que sí─ le palmee el hombro con cariño.
─ ¿Seguro no quieres venir este fin de semana?─ volvió a preguntar.
─ Ya te dije que...─ me tapó la boca con la mano.
─ Ya entendí... Pero no sé cómo te aguantas. Yo pago la noche entera para que no esté con otros. Y de paso, estoy con él distrayéndolo y haciéndole pasar un rato divertido... o eso intento. Jongin, tienes plata para eso, aprovéchalo─ desvié la mirada mientras él quitaba su mano de mi boca.
─ Pero... no puedo. Si voy a pasar el rato con él, no quiero que sea porque le estoy pagando─ me tiré el flequillo para atrás, sintiendo como volvía enseguida a su posición original.
─ Entiendo... BaekHyun se la pasa intentando seducir a cualquiera que se le cruza. Incluso a mí, que ya me tiene a sus pies... Yo nunca intenté nada. El primer beso fue de su parte, y no sabes la cantidad de veces que tuve que frenarlo para no llegar más lejos... No es que no lo desee... Pero no quiero recibir el mismo trato que sus clientes─ se frotó el ojo derecho con el dorso de su mano, al parecer angustiado.
─ ¿No crees que se pueda sentir mal si lo rechazas?─ sugerí ─Tal vez él quiera hacerlo porque siente algo por ti─ doblamos en una esquina, llegando a una plaza.
─ ¿En serio piensas eso?─ murmuró, sentándose en un banco.
─ Sí, tal vez le gustas tanto como él a ti─ intenté animarlo. Me senté a su lado y saqué mi cámara de fotos ─Si se comporta como se comporta, es porque está acostumbrado a eso─ le saqué una foto sin avisarle. Me gustaba sacarle fotos a él y a Sehun cuando estaban distraídos. Salían bien y naturales. Al principio se quejaban, pero luego se acostumbraron e incluso ignoraban el hecho de que mi cámara los estuviera rodeando un buen rato.
─ Yo le pagaría sólo por verlo sonreír...─ lo observé unos segundos, le tomé otra fotografía y la miré. Su sonrisa de enamorado había quedado plasmada, junto con una mirada llena de esperanza. Decidí imprimirla y regalarle una copia.
─ Channie... Me parece que estás enam...
─ No lo digas─ pidió, interrumpiéndome con las mejillas coloradas. Levanté el objeto entre mis manos, desvié la mirada y saqué una última foto, pero de mi persona. Él observó la pequeña pantalla ─O voy a empezar a hablar de KyungSoo─ sonrió divertido ─Sé que está en tu cabeza en este momento, sé que estás pensando en él ahora mismo.
─ ¿Qué te hace creer eso?─ pregunté, frunciendo el ceño. Él rio y señaló mi cámara. Seguí su dedo y observé detenidamente la foto que acababa de tomar. Estaba yo, serio y con la mirada perdida en la nada. Miré más de cerca y, justo detrás de mi rostro, se veía una figura delgada. Parada, sonriendo y mirando el cielo mientras disfrutaba de una leve brisa. Parecía que yo estaba pensando en esa persona. Esa persona que era KyungSoo. Me di vuelta rápidamente, viéndolo todavía ahí parado. Ahora miraba a unos niños jugar a correrse y sonreía divertido. Inconscientemente, sonreí con él. Escuché a ChanYeol reírse a mi lado.
─ Tienes algo más de suerte que yo al parecer. Aprovecha, ve a hablarle─ susurró. Giré la cabeza para mirarlo ─Yo me vuelvo solo... no te preocupes.
─ Gracias, ChanYeollie, te debo una─ le sonreí.
─ Ve con él, acepta que fue amor a primera vista e inténtalo. Así no me deberás nada─ me revolvió el pelo y agarró su celular. Me paré y, sin responderle, caminé hasta KyungSoo lo más rápido que me permitieron mis piernas. Al llegar a él le toqué un hombro con un dedo al ver que estaba totalmente ensimismado con el juego de los niños.
─ ¡Jongin!─ exclamó al notar mi presencia ─¡Qué casualidad! ¿Qué haces aquí?─ sonrió abiertamente.
─ Vine con mi amigo ChanYeol─ señalé al banco, notando que este estaba vacío ─Que ya se fue─ agregué ─¿Y tú?
─ Estaba aburrido y salí a dar una vuelta─ comentó ─BaekHyun salió y no tenía nada para hacer ni nadie con quien conversar─ movió su cabeza, haciendo sonar su cuello.
─ Bueno...─ dudé un segundo ─Yo estoy libre, ¿te gustaría conversar un rato?─ ofrecí tímidamente.
─ Me encantaría─ respondió sin abandonar su sonrisa. Señaló la cámara de fotos, que seguía en mis manos ─¿Te gusta la fotografía?─ preguntó.
─ ¡Sí! Me encanta─ extendí mi brazo, ofreciéndosela ─¿Quieres... quieres ver algunas fotos?─ la tomó entre sus manos, empezando a pasarlas lentamente.
─ Son muy buenas, Jongin. Tienes mucho talento─ sentí mi rostro sonrojarse ante su halago ─¿Esta es de recién?─ miré la fotografía que él estaba observando y después asentí.
─ Sí... Así fue como me di cuenta de que estabas aquí─ admití.
─ Me gusta mucho, parece como si...─ dejó el comentario en el aire.
─ Como si te estuviera pensando─ finalicé la oración por él.
─ Sí... Es... muy hermosa─ suspiró, sonrió y me devolvió la cámara ─¿Sabes qué?─ dijo de pronto.
─ ¿Qué?─ lo miré confundido por su repentina expresión decidida.
─ Creo que va siendo hora de que te invite a tomar algo─ declaró ─Y de paso, que me des tu número─ sonó a una orden. Una orden que no estaba dispuesto a desobedecer ─Ya que es la tercera vez que nos encontramos por "casualidad"─ hizo comillas con los dedos ─desde que nos conocimos. Y yo no creo en eso, todo pasa por algo─ aseguró ─¿Quieres? Yo invito─ nos sonreímos mutuamente unos segundos.
─ Claro que sí─ acepté. Apoyó su mano en mi hombro.
─ Vamos entonces─ con su pulgar, acarició levemente la zona.

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