Capítulo 7

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Vanesa y Luca estaban besándose apasionadamente mientras nosotros obserbávamos lascivamente, cuando nos dimos cuenta de ello, nos fuimos a nustra habitación para dar intimidad a los tortolitos.

*Narra Vanessa*

Luca y yo llevávamos rato besándonos, cuando noté sus cálidas manos meterse en la parte baja de mi bikini, y cuando quise darme cuenta estábamos en su habitación, yo encima de él, besándolo como si no hubiera mañana, como si fuese nuestro último dia en la faz de la Tierra.

Todo sobre ruedas, estabamos calientes a más no poder, estaba dispuesta a todo, a llegar al final, pero me asusté, me achanté.

-No puedo hacerlo, no estoy lista.- mentira, si lo estaba, no lo habia hecho nunca, pero con él era diferente, me sentia segura entre sus brazos, el simple roce de sus dedos en mi piel me relajaba y me hacia sentir bien.

-Está bien- dijo él con la cabeza baja- puedo esperar. Esperaré por ti.

Estubimos hablando hasta bien entradas las cuatro de la madrugada y de repente vacío, me dormí supogo, aunque tengo un vago recuerdo de Luca diciéndome al oído "Buena noches Farfalla, sé libre esta noche".

Por la mañana fui a ver a Carol.

-Buenos días reina- dije entrando de repente en su habitación.

-Buenos días princesa, ¿que tal ayer con Luca? Muy movida la noche, ¿no? -dijo Carol levantando lascivamente las cejas.

-No pude, me asusté, lo vi allí, desnudo, vi sus ojos observándome, vi su miembro erecto y me asusté.

-¿Te asustaste? ¿Porqué? -dijo Carol abriendo sorpresivamente los ojos.

-Soy virgen, y vi eso tan grande, allí, esperando mi aprovación, y no pude, pero lo es que queria, creeme, pero no queria que pensara que era una inexperta en sexo.

-Tienes que decirselo, si te quiere lo entenderá.

-Esque no es solo el hecho de ser virgen, esque era enorme y me daba miedo.-dije.

-¿Así que la tiene como un negro, eh?- dijo ella.

Yo solo asentí.

-¡Pues mejor! -saltó ella- son directamente proporcionales, más grande, más placer.

-¡Ay, hija! Que bruta eres- dije con descaro amoroso a la vez que le azotaba un golpe en el brazo.

-¡Auch! No es mi culpa que Luca tenga un arma letal entre sus piernas, no pienses en el tamaño, ni en el grosor, ni nada, piensa en que es el hombre al que amas y que lo entenderá, además si la tiene enorme estará acostumbrado al terror de las damas.

-No ayudas. En fin, me muero de hambre, vamos a desayunar?

-Eso ni se pregunta. -dijo Carol abriendo la puerta.

Fuimos a un restaurante Cerca del apartahotel, ya que con la vagancia y el tonteo de la playa no habíamos comprado comida. Carol pidió un bocadillo de lomo y queso y un zumo de naranja, y yo me pedí lo primero que ví en la carta, que queréis que os diga, si tengo hambre me sirve cualquier cosa.

Cuando ya estaban entregandonos la comida, vimos entrar a los chicos y nos acabamos sentando con ellos. Carol y Sergio se pusieron pastelones en nada, Carol se comió su bocadillo y parte del de Sergio, pobrecillo, a este paso se moriría de hambre.

-Aún no me creo que estés así de delgada y tonificada viendo la cantidad de comida basura que comes.-dijo Sergio sorprendido- pero ya sabes que te quiero igual, mi gorrita.

-Acabas de ganarte un castigo-dijo enfadada Carol- una semana sin sexo.

-¡Una semana sin sexo! Tu quieres que explote....-dijo Sergio enfurecido.

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2014 ⏰

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