Día 2

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Una mañana soleada les dio la bienvenida a los habitantes de Seúl mientras algunos trabajando, otros disfrutando de las vacaciones de verano que les brindaba esa maravillosa época, o al menos para la mayoría, aunque no a todos ya que un pelinegro se levanto perezosamente de su cama quien se encaminó hacia la ducha la cual lo despertó por completo quitándole todo resto de fatiga que tenía anteriormente.
Salió con su bata de baño mientras abría su closet para mirar lo que tenía, y ahora se vistió con una camisa de rayas rojas con azul marino mientras lo completo con un pants azul cielo, con unos zapatos grises.

Después fue a lavar sus dientes y al salir de su cuarto caminó hacia la sala para tomar su mochila y un refrigerio que se preparó rápidamente.
Notó que sus hyungs ya no se encontraban por lo cual supuso que ambos habían salido por algo de la universidad.
Sin mas salió de su casa con sus llaves en mano de la motocicleta para subirse en ella encendiéndola y arrancar el motor hacia su trabajo.

Mientras conducía por las calles de Seúl observaba que ese día en especial había demasiado tráfico por lo cual comenzó a desesperarse tomando un atajo en donde casi no habían autos pasando de un lado a otro.
Pronto en la carretera el semáforo indico el rojo y se detuvo junto con otros autos que estaban atrás y a sus lados.

Sintió como algo picaba en su cabeza y se quito el casco para observar que en él había un seguro el cual quito rápidamente.
Su mirada inconscientemente fue a sus lados notando que el señor que conducía en el auto de su lado izquierdo lo miraba fijamente haciéndolo sentir incómodo por lo cual volteo su mirada hacia su lado opuesto, notando que un anciano aparentemente de unos 70 años que conducía un ferrari increíble, lo miraba con una sonrisa y un guiñó.
Eso fue lo mas extraño que pudo ver en su vida pero lo ignoró y volteó hacia enfrente colocándose el casco y el semáforo indico el verde y rápidamente arrancó a toda velocidad viendo por su espejo retrovisor como el auto del señor lo seguían tratando de llevarle la velocidad, después giro hacia el otro espejo notando que lo mismo sucedía con el ferrari del anciano.

Esto se convirtió en una carrera para Jungkook quien quería perder a ambos hombres, mientras ellos se pitaban y se miraban rivales solamente por una cosa "Jungkook".
Lo peor de todo era que el pelinegro iba adelante pero en medio de ambos y estos cada vez se acercaban mas, Jungkook no creyó que eso se tratara de una broma ya que era algo extremo, sabía que algo no andaba bien y lamentablemente había otro semáforo que indicaba el rojo y frenó al poco rato ambos autos que lo seguían ahora estaba al par junto a él.

—Niño ven conmigo y te puedo pagar hasta la sonrisa—. Le ofreció el anciano que se asomaba por su ventana.

—No le hagas caso a ese anciano decrépito, yo te puedo llevar a donde tu quieras, incluso a las estrellas—. Le insinuó el otro hombre con apariencia de un viejo desempleado con una barriga enorme.

Jungkook solo trato de ignorarlos pero ambos seguían peleando entre ellos molestándolo, tanto que el temperamento de Jungkook subió.

—¡Ya déjenme estúpidos viejos urgidos!, si tanto quieren ¿¡por qué no se consuelan entre ustedes!?—. Gritó para seguido arrancar su motocicleta a toda velocidad sin mirar atrás escuchando solamente su motor un indicio de que ya los había perdido y gritó de emoción, cosa que duró poco tiempo ya que pronto el sonido de las sirenas se hizo presente, maldiciendo se orilló deteniendo la moto.

Los policías bajaron de su auto y pronto llegaron con Jungkook que tenía las manos sobre los manubrios de la moto y frotando su cabeza de mala gana.

—Se pasó un alto y alcanzó la máxima velocidad, ¿Por qué? —. Preguntó uno de los policías.

—U que os vejos dotas e guian—. Explicó Jungkook aún con el casco.

¿Bendición o Maldición? (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora