Día 10

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Después de unos segundos se separaron y Taehyung observó en Jungkook el rojo de sus labios, y el hinchazón que habían adquirido.
Sus pupilas dilatadas y su rostro enrojecido.
Simplemente esa faceta del menor le había acelerado el corazón ante la emoción de contemplarle de esa forma.
Sin embargo a pesar de que en el fondo se sentía increíblemente bien, supo que no estaban solos en casa; Jungkook no se encontraba del todo sobrio y por ende había sido impulsivo al lanzarse a sus labios, y él se había aprovechado de eso; haciéndolo reaccionar ante lo mal que había reaccionado por el simple toque de los labios ajenos, y no pudo tener un razonamiento lógico que hasta ahora llegaba como agua helada en su cabeza.
Al considerar todas las posibilidades y acciones hechas por el menor, de cierta forma lo hizo sentir decepcionado; aunque no del todo.
Aún estaba esa incógnita de si Jungkook se había dejado llevar por el alcohol en su sistema, ó si realmente estuvo consciente de que lo hizo porque lo deseaba. Observaba el estado de shock en el cual se encontraba Jungkook y a pesar de ello comenzaba a balbucear de nuevo.
Comenzando a descartar la segunda opción se levantó del sillón.

--Debo irme--. Susurró Taehyung mientras se separaba de él y salió de la casa lo más rápido posible que pudo.
Sintiendo que era lo correcto para dejar que el tiempo diera lugar a que se acomodaran las cosas. Mientras en su mente era un caos total, todo lo que provocó un beso en él. Sinplemente no dejaba de darle vueltas al asunto, ya que todo lo recordaba a la perfección, e inclusive aún sentía aquel tacto de los labios de Jungkook en los propios. Posiblemente lo recordaría por un buen tiempo; preguntándose si Jungkook lo recordaría al día siguiente, o simplemente se esfumaria con su posible resaca que tendría el día siguiente.
Ante aquel pensamiento sintió cierta desilusión, comprendiendo en que tal vez lo mejor sería olvidar aquello, para que ambos siguieran con su vida en paz. Uno lejos del otro.

Mientras Taehyung deambulaba por las calles para despejar su mente. Un Jungkook aún aturdido yacía sobre el sillón; pensando en lo sucedido tan solo hace unos momentos.
Admitía que en lo más profundo de su ser había estado esperando por aquel beso, no creyendo aún el que él haya sido el que tuvo la iniciativa de dar el primer paso.
Su cabeza no dejaba de pensar y hallar una respuesta al porque Taehyung prácticamente había salido de su casa, después de aquel contacto magnífico que había acelerado su corazón. Después de todo el castaño le había seguido el beso. Se sentía confundido ante las acciones inesperadas de ambos.
Ese acto de cierta manera le había bajado un poco la ebriedad que tenía.

Se levantó al escuchar unos toques en la puerta; caminando hasta ella sabiendo que sería Yoongi o Jin, ya que claramente apenas se fijaba de la ausencia de ellos por tanto silencio.
Caminó con dificultad hasta abrirla, ceyendo que sería alguno de sus amigos, pero sin embargo en la puerta se hallaba la persona más irritante que llegó a conocer.
Claramente el chico frente a él le miró con cierta sorpresa en sus ojos; Jungkook creyendo el que le saludaría con alguna ofensa, como acostumbraba a hacer. Sin embargo estaba tranquilo y sin alguna palabra entró a la casa. Mientras Jungkook rodaba los ojos y bufaba.

--¿Dónde está Jin?--. Preguntó con tranquilidad mientras inspeccionaba la casa con alguna señal del mencionado.

--No lo sé idiota--. Hipó mientras cerraba la puerta y le miraba con los brazos cruzados. --Es tu novio deberías saberlo--. Le recriminó falsamente. --Olvidaba que a pesar de que seas un grandulón, también te falta cerebro--. Rió divertido.

Ante tal tono usado Namjoon se giro inspeccionándole inquisitivamente mientras fruncía el ceño.

--¿Estas ebrio?--. Preguntó con cierta confusión. Pero rápidamente fue aplacada al mirale fíjamente y su mirada se suavizó.

¿Bendición o Maldición? (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora