NARRA LUCIA.
El autobús ha sido una autentica pesadez, las dos horas más largas de mi vida, comenzando porque no he estado al lado de mi amiga, por lo visto las plazas no estaban numeradas y cuando llegamos ya estaba casi todos los asientos ocupados, aunque por suerte Emily consiguió convencer a la señora que tendría que ir justo detrás de mí para ponerse justo ahí... mejor no contaré todo lo que tuvo que decir para conseguir su propósito, digamos que su teatralidad es legendaria, no entiendo como no se dedica a protagonizar e incluso guionizar culebrones de la hora de la siesta.
Justo al lado de mí viajó un señor de mediana edad, que podría asegurar que se ha pasado las dos horas roncando, si a eso se le puede llamar roncar, porque por momentos creí que me succionaría en uno de esos bramidos, he podido sentir lo que sufren los peces que están en el mar cuando una ballena viene dispuesta a comérselos...
Aquí en Sierra Nevada hace frío, normal siendo invierno, pero lo poco que he podido ver desde el bus ha sido precioso... nunca creí que iba a venir aquí, estoy cumpliendo uno de mis sueños, y eso que ahora que todavía no he visto nada...
En estos instantes estamos a punto de ir hacia el hotel- balneario, según me ha contado mi amiga solo hay unos metros de distancia, y podremos llegar a pie... pero antes tengo que terminar de recoger mi equipaje.
- Lucía – me llamó Emily justo antes de coger nuestras maletas del interior del autobús- ¿dije anoche muchas tonterías? – cuestionó nerviosa, nunca la había visto así-
- Bueno... solo dejaste caer que te gustaba Quique, tu mejor amigo – anuncié y esta bajó su mirada- te pasaste con la bebida, tienes peor beber que yo y eso ya es decir – comenté risueña viendo como detrás de una roja, estaban mis pertenencias lazándome hacia ella-
- ¿Si te cuento algo me prometes que no dirás nada? – preguntó toqueteándose el pelo y yo asentí- hace casi un mes me acosté con él – confesó tierna casi sin pensar, en su mirada podía ver algo de ¿lagrimas? No, definitivamente no puede estar pasando- fue una noche loca, estuvimos en la biblioteca hasta tarde, me ofreció ir a su casa para darme información para terminar mi trabajo y... pues lo hicimos – esto último lo dijo en voz baja casi avergonzándose, no podía casi ni pestañear con el relato, me quedé inmóvil viendo como ella se abría en canal- después no dijimos nada, creo que entendió que era sin amor, algo pasajero surgido por la tensión, y la verdad... ninguno de los dos hemos vuelto a mencionar el tema – siguió explicando- ahora me evita, y cuando no queda más remedio de quedarnos solos, hablamos de cosas sin sentido...
- Estoy flipando – comenté con la boca abierta- nunca me habías contado que te gustaba... y menos esto – y era cierto, ella siempre me hacía ver que no quería compromisos, que enamorarse era un error muy grave que se cometía en la vida, que solo sufrías y sufrías, y la verdad es que ahí lleva mucha razón- ¿pero te gusta? – indagué intuyendo su respuesta-
- No lo sé – respondió agachándose a coger su maleta- creo que sí... pero todo esto me ha hecho ver que quizás no es el chico adecuado... además no quiero perderlo como amigo, aunque siento que en el último mes hemos perdido la confianza que teníamos- suspiró- y ahora vámonos, solo quería saber eso – exteriorizó no muy segura- ahora me odiarás por no contarte que siento algo por él, pero ni yo misma lo sabía... o no he querido darme cuenta, no lo sé – reveló sincera-
Los pocos metros que nos separaban del lugar que nos íbamos a quedar los pasamos en silencio, reflexionando todo lo que me había confesado, escuchando el bullicio de la gente que seguía nuestros pasos, viendo como caían copos de nieve que cubrían las carreteras y el acerado, como por la montaña no quedaba ningún hueco de otro color que no fuese el blanco, si hay un lugar donde se puede parar el tiempo estoy segura que este es uno de ellos...
- ¿Entramos o te piensas quedar aquí todo el tiempo como si fueras una estatua? – inquirió Emily sacándome de todos mis pensamientos, joder, vuelta a la realidad cuando dentro de mi ser tenía una paz y una tranquilidad inaudita en mí-
Poco a poco llegamos hasta el mostrador donde nos tendrían que dar la llave de nuestra habitación, por suerte solo teníamos delante a una pareja, él chico llevaba una gorra y gafas de sol, y la chica... por sus gestos y su forma de mirar hacia los lados parece insoportable, pero recuerda Lucía, no tienes que juzgar a las personas así de primeras dijo el angelito de nuestra conciencia.
- Señorita debe de haber una equivocación – escuché al chico muy cabreado alzando su voz- pedimos dos habitaciones juntas, estoy seguro que hice la reserva bien, pinché en la imagen bien – aclaró, mientras que la que debía ser su novia daba un golpe en el mostrador-
- No están tan lejos, solo algunas puertas más allá – se disculpó amable la recepcionista- lo siento pero ya no podemos hacer nada...
- Eres una incompetente – espetó cabreada- si no sabes hacer bien tu trabajo quédate en tu casa – su actitud era chulesca- queríamos la 301 y 302, no la 301 y la 307, ¿lo entiendes? – dijo altiva- Venimos con amigos, y queremos estar juntos, hasta un bebé de tres años lo entendería – yo tengo la 300, según pone en los papeles, pero por tratar mal a la pobre trabajadora me quedaré callada-
- No puedo hacer nada, lo siento – respondió tragando saliva- aquí tienen sus llaves, que pasen unas agradables vacaciones – les invitó a abandonar su posición, ya que estaban creando una cola muy extensa por detrás nuestra-
- Inútil – masculló la chica mientras iba de nuevo hasta la puerta, el chico también se giró, tendría más o menos mi misma edad, y aseguraría que esa cara la he visto antes-
- Aquí tienen nuestros papeles – le enseñé amable la reseña y le sonreí- vaya, lo que tendrán que aguantar – la chica rodó los ojos y nos entregó nuestra llave, pero justo al abandonar nuestra posición me di cuenta como el chico de antes se había dejado olvidado su carpeta-
- Lucía, creo que ese es... – habló mi amiga pero la mandé callar visualizando donde podía estar el chico, y como si del destino se tratase lo vi en un rincón, obviando a mi amiga-
- Se ha olvidado esto – comenté llegando a su lado- no sé ni cómo me he dado cuenta que estaba allí – me referí a su carpeta, el chico alzó sus hombros y respiró tranquilo-
- Gracias – dijo sonriente, al final no iba a ser tan malo, puede ser que la bruja de su novia le haga sacar el demonio que lleva dentro, me quedé mirándolo fijamente como una tonta, se quitó su gorra dejando ver un peinado tupé-
- Daniel – lo llamó la chica apareciendo de la nada- te he dicho antes que me ayudarás a coger las maletas – lo regañó cogiéndolo de la mano, obviándome, sin ni siquiera dirigir su mirada hasta mí- los chicos se han ido a aparcar el coche... vamos – lo dirigió hasta la puerta-
Volví hasta donde se encontraba Emily alucinada con la imagen, se mordió su labio y suspiró.
- Ese es Daniel Oviedo – comentó obvia, claro de eso me sonaba- el de los gemelos, y creo que antes vi a Jesús bajando una maleta – es el ídolo de mi hermana, y íbamos a estar en la habitación de al lado-
- Pues su novia, amiga, o lo que sean es una arpía... llevaba razón son dos niñatos y los tendremos que aguantar... sobre todo a ella– expliqué sin entender nada-
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BUENO BUENO, LO PRIMERO PEDIR PERDON POR LA TARDANZA, NO SABEIS CUANTO LO SIENTO, A MI DE VERDAD ME GUSTARÍA PUBLICAR TODOS LOS DÍAS, PERO CUANDO NO SE PUEDE, NO SE PUEDE... LO SIENTO.
QUE OS VA PARECIENDO LA NOVELA¿¿¿?? DANIEL OVIEDO ACABA DE HACER APARICIÓN ESTELAR, EL PROBLEMA QUE NO LO HACE SOLO, EJEJEJJEJE... OS GUSTA???? DECIDME VUESTRAS OPINIONES POR FAVOR.
PUES MUCHAS GRACIAS POR TODO, OS VUELVO A PEDIR PERDON POR LA TARDANZA... GRACIAS POR VOTAR, COMENTAR Y TODO... GRACIAS
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CAOS (gemeliers)
Fiksi PenggemarImagínate un ángel y un demonio, y yo metiéndote... ideas que te asustan pero quieres ver, y caer en el juego, un infierno en las nubes, y un paraíso en el fuego, imagínate, un angel y un demonio susurrandote, tu cuerpo te responde convenciendote...