Capítulo ‹‹2››

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Mi sacrosanto sueño fue interrumpido por el sonido de la alarma. Salí de mi capsula rezongando en voz baja mientras me vestía.

Una vez estuve lista me dirigí al cuarto de Samanta. Intenté levantarla pero se me hizo imposible. Esta niña tenía un sueño bastante pesado.

— Bien, tú lo pediste.

Disminuí la temperatura de mi mano y la llevé hasta su espalda. Mi pequeña hermana se levantó de una manera vertiginosa diciendo unas cuantas palabrotas.

— ¡Imbécil! ¿Qué te sucede? — Exclamó con exasperación. Le dediqué una mirada sorna.

— Vistete — Le dije volviendo a endurecer mi semblante. Acto seguido salí de su cuarto.

Fui a la sala y tomé mi desayuno. A los pocos minutos entró Samanta.

— Por favor diganle a Reichel que no abuse de sus poderes. Me congeló toda la espalda para despertarme — Me acusó.

— Oye tu me obligaste — Conteste hablando con la boca llena de comida y señalándola con el tenedor — Si crees que tienes un sueño ligero, dejame decirte que viviste engañada tu vida entera. Intenté despertarte de todas las maneras humanas posibles.

— Tu hermana no volverá a hacer eso — Habló mi padre — Porque dejará de despertarte para ir a la escuela.

— Pero quien me levantará si no.

— Tu lo harás. Ya eres grande, Samanta.

Me burlé de ella con la mirada.

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Samanta y yo caminabamos serenas por los pasillos cuando vimos a Madisson y Alisson acercarse a nosotras.

— Ay no, son las estupidas gemelas — Habló Samanta por lo bajo.

— Pero si son la chica rara y su hermana la rata — Habló Madisson una vez nos alcanzaron.

Samanta y yo viramos los ojos.

— Samanta, vete de aquí — Le dije a mi hermana. En mi mente contaba hasta diez, de esa manera lograré  calmarme, pensé. Pero no estaba dando resultado.

Samanta quiso irse, pero eso no le dio mucho gusto a Alisson.

— ¿A dónde crees que vas, enana? — Habló tratando de tomar el aza de su mochila pero yo detuve su movimiento atrapando su muñeca entre mi mano y ejerciendo presión sobre esta.

— A mi hermana no la tocas — Le advertí.

— ¡Cuidado con la mano, idiota! Acabo de hacerme la manicura — Reprochó soltandose de mi agarre y frotándose en la zona lastimada.

Aveces me pregunto por qué nos eligieron a nosotras para molestarnos... Luego recuerdo que ellas molestan a toda la escuela y se me pasa.

— ¿No deberías ir a esconderte en algún rincón? Digo, como tu siempre andas con eso de que no te gusta que la gente te note — Habló irónica Madisson.

— ¿Qué tiene de malo querer pasar desapercibida por los demás? Es mejor que buscar toda la atención como lo hacen ustedes.

— ¿Sabes, Reichel? podriamos ser buenas amigas. Ambas tenemos suficiente dinero para comprar a toda la escuela si así lo quisiésemos. Es una lastima que no lo aproveches.

— No me gustaría andar rodeada de gente falsa como lo andan ustedes. Su vida es muy miserable, queridas Johnson.

— Pero las personas nos siguen — Acotó Alisson arrogante — Y nos alaban. No importa lo demás. Sabes, podríamos ser amigas pero... — Me recorrió con la mirada e hizo un gesto de desagrado — No queremos que nos contagies esa plaga que te hace ser tan rara.

Secreto Biónico «Chase Davenport»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora