La pobre de mi hermana no podía parar de llorar después de enterarse qué nuestro padre murió. A decir verdad, las tres mujeres dé la casa nos encontrabamos en él mismo estado de tristeza y desconsuelo.
- Mamá ¿Llamaste al señor Davenport? - Pregunté mientras estaba acostada en el sillón con los pies en el espaldar y mi cabeza en la parte baja, haciendo que mis cabellos tocaran el suelo.
- No hija ¿Por qué debería hacerlo?
Solté un suspiro y me quedé un rato en silencio. Luego, me posicioné de forma correcta y hablé.
- Me iré a Mission Creek con los Davenport.
- ¿¡Qué!? - Exclamó - No hija, no puedes irte.
- Mamá, no puedo permanecer en California, mucho menos en esta casa qué me llena de dolor con sus recuerdos - Dije con lágrimas en los ojos.
- Reichel, ya perdí a mi esposo. No pienso perder a mi hija también - Dijo al borde del llanto.
- ¿Qué está pasando? - Samantha ingresó a la sala tomando lugar en nuestra conversación.
- Que me iré de aquí. Lejos de ustedes - Respondí con gran pesadez y dolor.
- P.. Pero Reichel, ¿Por qué te irás? ¿Es por mi? Si es por mi prometo no volver a molestarte - dijo bajando la mirada.
- Oh hermanita - La abracé y deposité un beso en su cabeza - Claro qué no es por ti - Me separé de ella y las miré a ambas - De veras qué me duele mucho tomar esta decisión pero es por su propio bien. Debo irme, alejarme de ustedes.
- ¿Por qué lo dices? - Dijo mi hermana llorando sin poder entender.
Yo respiré hondo y sequé mis lágrimas.
- Creo qué después de lo qué pasó aquí podemos asegurar qué no están seguras a mi lado.
Krane no se detendrá hasta tenerme en su ejército y no le importará destruir todo y a todos los qué me rodeen.
Me iré de California para proteger sus vidas. De veras, esto me duele mas a mi qué a ustedes pero... Hay riesgos qué se deben correr para mantener a salvo a la familia qué me queda.- Te perderé a ti también - Habló Samantha aún mas triste que antes.
- Me encantaría qué vengas conmigo pero no puedo exponerte al peligro de esa manera.
- Tal vez eso pueda ser posible - Dijo mi madre.
- ¿A qué te refieres? - Pregunté algo desconcertada.
- Si tu hermana se vuelve biónica, podrá ir contigo.
Me quedé anonadada ante sus palabras.
- Ni siquiera lo pienses. Por nada del mundo harás bionica a mi hermana.
- ¿Por qué no? - Dijo molesta mi hermana - Ya lo entiendo; Quieres ser la única chica biónica de los Williams. No quieres que yo adquiera poderes y te derrote.
- ¡Claro qué no! - Espeté - Escucha Samantha, no es algo fácil aprender a manejar las habilidades. Sobretodo porqué a veces descubres nuevas y tienes qué aprender a controlarlas. He trabajado durante toda mi vida tratando de manejarlas con ayuda de papá y aún me falta practica. Además, ser biónica implica ir a misiones sumamente peligrosas, y no quiero qué pongas tu vida en riesgo. Entiende, no es por ego, es por miedo.
Samantha suspiró triste.
- Lo entiendo - Dijo.
- Llamaré al señor Davenport - Dijo mi madre luego de meditar su decisión.
La abracé en respuesta.
- Gracias por comprender - le dije casi en un susurro.
Tenía qué irme lo antes posible de casa. Últimamente me he estado sintiendo muy vulnerable. Me pongo a llorar entre sollozos por los rincones de mi habitación para qué no me escuchen, no me gusta mostrar debilidad pero obviamente mi madre y mi hermana saben qué, al igual qué ellas, sufro mucho la muerte de mi padre.
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Secreto Biónico «Chase Davenport»
Художественная прозаReichel es una adolescente biónica de 16 años que se muda a Mission Creek al cuidado del señor Davenport con el fin de recuperarse del trauma qué vivió en California y con el objetivo de proteger a su familia de Krane, quién la busca con el proposit...