Indigno de ser humano

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"Mierda" — exclamó la joven pegada al ras de la sartén. Se había quemado un dedo — Dos semanas aquí, dos largas semanas y no logro acostumbrarme ni si quiera al estilo de cocina.

Le sacaba de quicio estar al contacto con tantas cosas diferentes a la vez; una cultura diferente, un estilo de vida diferente, un país completamente ajeno y lo peor de todo, el no ser capaz de adaptarse con rapidez. Para ella era lo mismo que decirle inútil y con solo pensarlo se mordía el extremo del labio a cascarrabias mientras que a lo largo de su frente se le marcaban las arrugas del ceño fruncido.

Habían pasado 14 días desde que dejó su ciudad natal ubicada en las zonas alejadas de Inglaterra, un pequeño poblado situado en una de las pocas áreas verdes que el gobierno no había covertido en urbanizaciones llenas de humo y barullo. Tenía recuerdos de todo tipo en ese lugar, alegres, cariñosos, confortables, de esos que llegan a tu mente y encienden una pícara sonrisa por encima del mentón y sobre-todo ... aterradores. Los recuerdos que no se atrevía a mencionar por nada del mundo y la carcomían cada noche, eran la principal razón de su estadía en ese país desconocido, y a la vez, la cereza sobre el postre de venganza que llevaba puesto el nombre de Dazai Osamu.

Aunque llamarlo "Venganza" le sonaba muy infantil para alguien que se tomaba en serio el tomar vidas, consideraba aún más añiñado por su parte, el dedicarle un apelativo a sus rencores contra esa persona.

< Enredó el millar de hebras a lo largo de sus dedos y los alzó con facilidad por encima de sus hombros, haciendo uso así de una pequeña liga negra. >

Además, ¿Qué nombre le daría?, ¿Plan Z?, ¿Mordaz Venganza?, ¿M.M.B? o en otras palabras "Muérete maldito bastardo"?. Para ella, si tenía el tiempo de pensar en un título, entonces tenía el tiempo para averiguar, donde vivía actualmente, cual era su rutina, y que tan feliz había sido su maldita vida desde aquél entonces.

Estaba consciente de que su futuro no iba más allá del odio, logró vivir 11 años más, gracias al rencor que comenzó a consumirla desde pequeña. Por lo que una vez cumplida su meta. ¿Qué sería de ella?, ¿Regresaría a Inglaterra?, y si fuera así, ¿habría algo allí que la estuviera esperando?.

< Entre sus manos agarró el par de tostadas quemadas y seguidamente se deshizo de ellas. >

Aunque debía admitir algo, por más que le pareciera fuera de lugar el nombrar a sus planes, no podía negar el hecho de que las abreviaciones le fascinaban.

"Toda persona ha visto alguna serie que por más estúpida que sea, siempre es rescatada por tener unas abreviaciones que suenan malditamente interesantes" — comentaba consigo misma — "por ejemplo, durante una película, entra un asesino en escena y dispara con una metralleta por toda una habitación, pero mágicamente nadie fallece. Muy irrealista, cabe destacar. Luego, el mismo asesino persigue al protagonista, hasta que llega el momento de la verdad y hace mención de su plan, en este caso digamos que se llama, "M.U.K.E.L.I" y entonces todo el público estalla, aplaude sin cesar y parece que un poco más y no llora."

< Su estómago rugía. Miró de reojo el reloj de bolsillo que llevaba en su cartera y suspiró con pesadez tras ver la hora. >

Todo gracias a las magníficas abreviaciones.

Aunque... Si no le dedicaba ningún nombre al plan, entonces ¿cómo lograría que tuviera abreviaciones?. Una vez más llego al punto de inicio y con el paso del tiempo se resigno a aceptar "Venganza" como un título provisional para su desquiciado plan. Una palabra rencorosa que solo usaba cuando hablaba sobre esa persona. Y a la vez un motivo por el cual aún vivía como una célebre fotógrafa y asesina encubierta.

Venganza // Bungou Stray Dogs // Dazai x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora