Cicatrices ~¡Nuevo!

Capitulo 1

Yo, Valeria

WABI SABI: Encontrar belleza
en las imperfecciones.

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Dicen que el destino no existe y  nada ocurre por casualidad. Sin embargo, pienso todo lo contrario.

Soy Valeria y tengo 18 años. Aun no he experimentado el amor y ahora estoy muy quemada emocionalmente para pensar en ello.
Pero aquí estoy, con una pequeña esperanza como si fuera una llama en mi interior que no quiere apagarse.
Si dejáramos el amor a un lado definitivamente, creo que la existencia del ser humano no tendría sentido.
Es mi filosofía, mi religión y mi creencia. La idea de un mundo sin amor no existe. Amor de padres, amor de hermanos/as, amor de abuelos...etc.
Ahora más que nunca tengo un presentimiento, bueno o malo pero no sabría que decirte.
¿Por qué? Soy una chica muy "enamoradiza". Si, solo un roce y capaz de pensar que ese hombre es mi futuro marido.
Soy una chica de libros de amor con finales felices pero siempre con existencia de una trama sexual y de interés. Una pareja sin sexo acaba rompiéndose y lo sabemos.
La atracción física es lo primero que sentimos al ver esa persona. Pero no le damos importancia hasta que la conocemos. Una mirada y se para el tiempo, un roce y tiemblas. Empiezas a fijarte más y observas pequeños detalles. Luego quieres más. Quieres saber cuál sería su película favorita o si está escuchando la misma canción que tú ahora mismo.

La gracia está en el día a día. Un cuerpo viviente sin sentimientos. Así me siento ahora. Pero decidí dejar el corazón dormir un tiempo y centrarme en el presente. Porque hoy es un día importante.
¡¡ Of course, mi primer día de universidad!!

Seguía sin creerlo, sobretodo como alguien como yo tan torpe haya llegado hasta tan nivel. Pensaba que no pasaría ni Bachillerato. Pero mírame ahora, dejando las maletas en mi nuevo hogar y despidiéndome de mi familia. La cual no soportaba pasar con ellos los días anteriores y ahora no quiero que me dejen sola.
¿Y si no estoy preparada para vivir sola? ¿Y si no me gusta la carrera? ¿Y si no hago nuevas amistades? ¿Y si? ¿Y si? ¿Y si?
Empezamos bien....dudar de una misma. Creo que el color blanco de mi habitación es lo que me quita el ánimo, así que mejor salgo a ver la Universidad con mis padres antes de su regreso a mi ciudad natal.

Caminando por la calle hacia la entrada principal ya es increíble . ¡Sevilla! ¿Voy a pasar mi vida universitaria aquí? Que alguien me pellizque. ¿Estoy en un sueño?
Totalmente cierto que tiene un color especial.
Camino junto con mis padres haciendo oídos sordos de todo lo que me dicen. Desconecté de ellos cuando mencionaban algo de evitar salir de fiesta todos los findes. Como si yo fuera una vaca loca que saliera todos los días. Si mamá, llegue a donde estoy porque no me pegue todos los findes de semana encerrada en casa estudiando mientras veía como otros disfrutaban bailando. En fin, a saber qué tipo de persona piensan que soy. Tanto esfuerzo para que duden.
Pero paso de ellos el resto de camino. Todos mis sentidos están en mis ojos y en todo lo que veía. Las calles, las flores, el río, los caballos, las tiendas, las plazas, las casas, las cafeterías, los tíos.... mmmm no Valeria- me dije a mi misma- no te fijes en eso ahora.

Pero salir de mi ciudad natal, la cuál prefiero no mencionar, es abrir tu mente en todo los aspectos.
En una ciudad tan pequeña donde todo se conocen. Te gustaba alguien, no duraba ni 24 h y se entera el chico que te gusta, sus amigos y hasta la vecina.
Así cada miraba que te echaba la sociedad sabías el porqué. Eso en parte, es incómodo. No te deja avanzar con esa persona sin que las opiniones de otros se metan. Y si encima no eres popular son menos puntos a tu favor. El ser popular me refiero que seas de familia bien adinerada o una belleza natural. En mi caso, la falta de dinero nunca ha sido problema para tener todo lo que quería ( aunque fuera una caprichosa y mis padres dos Santos) y la belleza puede que con el tiempo y edad el patito feo se vuelva un hermoso cisne.
No obstante, estar en una ciudad más grande aumenta mis esperanzan de encontrar alguien especial y hacer las cosas bien esta vez.

Esto es muy contradictorio. Después de todo lo que pasé aun tengo esperanza. ¿Acaso no aprenderé nunca o la idea de la soledad es un tormento?

Mi madre llama mi atención con un chasquido.

-Siempre andas en las nubes- dice con las cejas entrelazadas. Típica expresión cuando se enfada.

-¿De verdad piensas que así vas a poder vivir sola?- me pregunta mi padre. Sabía que mi madre dudaba de mi, pero que esa pregunta viniera de él me dolía más.

No soy capaz de responder a nada, solo quiero demostrar de lo que era capaz y que en mi pequeña ciudad nunca mostraba. Por simple comodidad.

La entrada principal no era nada para muchos, pero para mi era entrar en el mundo de Narnia. Un poco más moderno y gris. Aunque la luz natural por todos los lados me encantaba.
Será que estaba acostumbrada a mi portón.
Mis padres como siempre, alucinando con todo lo que veía, tenían que acompañarme a todos lados. Aun así, nos perdidos. La gracia del día y unas cuantas risas.

Los echaré de menos-pensé en ese momento.

A todo esto, volvimos a la puerta inicial y mirando información colgada en la puerta nos guiamos hacia un salón de actos. Allí daría lugar la reunión para los primerizos. Los padres quedaron al fondo. Menos mal, no era la única que venía con sus padres. Existía personas como yo con padres sobreprotectores. Ahora que lo pienso, solo por esta razón esa chica o chico me caería genial.

Tal cual me esperaba, la reunión era un tormento. Por dios, como las clases sean así me voy despidiendo- me digo a mi misma.

Arquitectura era la carrera que tenía en mente desde aquella típica pregunta "¿qué te gustaría ser de mayor?. Recuerdo que nunca contestaba. Y si alguna vez lo hice nunca decía bailarina, cantante, astronautas y esas cosas. Como chica normal de 7 años lo que menos me preocupaba es que haría a los 18 o 50. ¡Vaya presión! Solo tenía mente en jugar.
Pero a medida que se acercaba la edad y sobretodo Bachillerato, la pregunta ya te acompañaba hasta en los sueños.
¿Por qué está carrera? Os preguntaréis. Pues no lo sé, me encanta pintar y si Bellas Artes no tiene mucho futuro pues que remedio.

Una vez acabada la reunión, cada organizador de los distintos grados se presentó en orden. Ya estaba satisfecha con las fotos hechas a las diapositivas que hablaba sobre mi horario y mis clases. Estoy dispuesta a irme a pesar del parloteo. Tampoco me importaba el nombre de todos los profesores. Pero la mirada de mi madre desde lejos, decía que no levantase el culo hasta el último discurso.

Mi suspiro fue tan largo que casi le provoco un resfriado a la chica situada en frente mía.
Sin embargo, nunca pensé que le agradecería a mi madre tan estricta esa orden. Porque fue cuando lo vi.