PRÓLOGO

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BONHOMÍA: Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento.

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-Tia, deja de llorar- escucho decir desde el otro lado de la puerta del baño.

- Déjame en paz- dije sin pensar. Entiendo que mi mejor amiga esté intentando animarme pero ya no hay forma.

Sentada en el baño de mi casa, desahogo mis penas antes de que mis padres vengan. Solo quería llorar.

- Valeria, es un tío que no vale la pena. Tú te mereces algo mejor.- sigue mi amiga. Pensaba que se iría después de mi comentario borde. Supongo que por eso la considero mi mejor amiga, porque me aguanta en estas situaciones.

-No, Susana. Se acabó ya. Reniego a enamorarme otra vez , mejor dicho, ni a ilusionarme un poco.- digo toda enfurecida al recordar el mal momento.

Si no recuerdo mal, ya van 6 veces que mi amor no es correspondido. Si, puede que sea una exageración (seguro que hay personas que perdieron la cuenta) pero de esa cantidad está incluido todo: mi primer amor, mis rollos pasajeros, mis ilusiones por empezar algo enserio y más.

Pero ya lo tengo decidido. Después de ver al chico que me gusta liarse con una amiga mía. No solo sufría la descripción de un amor no correspondido si no la tradición de mi amiga. ¿Por qué se metió en medido? ¿En qué momento?

Decido limpiarme las lagrimas. No valía la pena llorar por un tío que no da ni un interese en mi.
Me miro al espejo y me digo a mi misma lo tonta que soy, lo absurda e ignorante. Pero se acabo ya.

Todo se aliviaba cuando pensaba que pronto me marcharía de esta ciudad. Así mi mente dejaría todo lo malo y guardaría lo buenos recuerdos de este sitio.

-Tia, ya enserio. Dime algo. Me preocupo cuando surge el silencio. - dice mi amiga. Lo cual me provocó una sonrisa al pensar que la suerte si existe. Al menos tener amigas así no ha sido mi problema. Aunque de pequeña era una antisocial y menos mal que en eso cambié.

-Si salgo. Perdóname. - solo soy capaz de decir eso. Abro la puerta y la abrazo muy fuerte. No salía más palabras pero ella sabía que ese abrazo lo decía todo.

- Valeria, desde que te conozco siempre has sido una melodramática pero, en este caso, tienes todo el derecho a llorar o enfadarte. Pero el amor no viene del corazón sino de la mente.- dice intentando consolarme.

-¿El amor no viene del corazón? ¿De donde sacas esas cosas Susana?- pregunto ya con una sonrisa. Me encanta nuestras charlas filosóficas sobre la vida, el amor, el mundo. Nunca me cansaba de hablar con ella y ese comentario era curiosos.

-Si corazón , puede que tengo poca experiencia, al menos la misma que tú. Pero la gente está muy confundida. Desde pequeña nos mete en la cabeza la idea de que el amor tiene que hacer sentir mariposas en el estómago, nudos en la garganta o temblores. Pero son solo nervios y el corazón un órgano más del cuerpo. Piénsalo- me cara de sorprendida aumenta a medida que sigue hablando como si de una idea surgiera de mi cabeza. En parte, tenía razón.

-Vaya, es confuso.- digo mientras bajamos a comer. Mi madre, como siempre, escuchando en las escaleras.

-Todo el cuerpo es controlado por lo que piensas y ves. El prototipo de chico que tenemos no viene del corazón sino de la cabeza. Como lo imaginamos. Todo tiene sentido si lo piensas- nuestra conversación seguía y seguía.

-Es verdad si lo miras desde ese punto de vista. Pero mi duda es ¿un amor debería ponerte nerviosa o no?- pregunto mientras como mi plato de macarrones. Me encanta cuando vienen mis amigas a casa porque mi madre siempre les pone pasta.

-Yo creo que eso depende de la persona y las circunstancias que haya vivido. Si buscas tranquilidad, atraerás eso y si buscas un amor apasionado pues lo contrario.- dice pensativa.

-¿Pero no puedes tener un chico que te trasmite tranquilidad y a la vez pasión?- pregunto confundida. Entendía el primer comentario pero ya las cosas se vuelve a complicar.

-Tia, piénsalo como si fuera el tema con tu madre. Quieres a tu madre y estás con ella en un ámbito de tranquilidad, hablando cuando no os peleáis, buscas a tu madre porque te transmite tranquilidad y la quieres. Pues más o menos lo mismo. Yo creo que el amor verdadero, puede que al principio estés nerviosa ya que no sabes cómo puede ir, pero los momentos que estás con él te debe trasmitir una paz que solo te veas con él en un futuro.- dice con total seguridad.

La miro sin decir nada y llego a la misma conclusión. La verdad que un amor así sería bonito. Mucha suerte hay que tener.

Vuelvo a la realidad de mi situación. Puede que los primeros rompe corazones se superan, pero ya van muchos y tengo un límite. Mejor dicho, mi corazón tiene un límite.

Cicatrices ~¡Nuevo! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora