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A mi padre nunca le importé, de hecho, creo que ni sabe que existo, cuando tenía cuatro años empecé a hacer lo que Teresa hace -Fumar (Pero solo tres veces). Teresa faltaba mucho al trabajo por irse a follar o de fiestas, y cuando lo hacía, no trabajaba bien, por lo que su sueldo bajó mucho, y para ganar un poco más de dinero ella me prostituía por así decirlo, ella no dejaba que me tocaran, solo que me miraban mientras yo bailaba, yo no sabía lo que estaba haciendo si era malo o bueno pues tenía cuatro años, con el dinero que se obtuvo de eso Teresa compró una máquina de cocer y trabajó de costurera mientras seguía de camarera (Que por cierto, otra vez empezó a trabajar bien) Con eso sobreviviamos, ella cocía y trabajaba, y yo hacía el aseo en la casa, éramos como marido y mujer.

Teresa ni siquiera sabía ni sabe cuando es mi cumpleaños. Cuando cumplí cinco años Teresa me llevó por primera vez a su trabajo, cuando estaba allí me senté a ver la televisión, y vi un concurso de gimnasia, me llamó mucho la atención, las piruetas, saltos en las barras, etcétera. Le pregunté a Teresa qué era y me dijo :

— Eso, niña tonta, es Gimnasia, ni lo sueñes, eso es para perras, no hacen más que dar vueltas como un estúpido ventilador

Me quedé observando más tiempo la televisión. Al llegar a casa :

— Quiero ser una Gimnasia -Dije-

— ¿Qué? -Dijo sin interés Teresa quitándose el cigarro de su boca

— Lo que te dije en la cafetería -Dije

— Es Gimnasta estúpida, y ya te dije que eso es pa... -Trató de decir

— Perras, lo sé, no me importa, quiero hacerlo -Dije

— No

-Bufé- Tengo hambre

— Pues adivina... No hay nada, ya vete y duerme -Dijo mientras se iba a su habitación

Me acosté teniendo mucha hambres

¥0 Π★¥@

Al día siguiente me levanté antes que Teresa a ir al patio y a practicar Gimnasia, si Teresa no me quería meter en Gimnasia pues yo sola lo haría, desde mi patio. Teresa al rato se levantó, hizo desayuno y se fue al patio a verme mientras tomaba café

— Nada mal niña -Dijo entre risas

— Vete al infierno -Dije dando una pirueta

Seguí así por seis meses seguidos, no iba a parar hasta que Teresa me ingresara a Gimnasia. Hasta que un día...

Yo, Maya [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora