Yo, Maya [PAUSADA]

7

— Hola amor -Me dijo Brian en la escuela pasando su brazo encima de mí.

— Hola -Dije dándole un beso.

— ¿Vemos una película en mi casa hoy? -Preguntó.

— Ajá -Dije.

— Oye Maya, acuérdate del entrenamiento... En dos meses, tenemos las pruebas para quedar en las semifinales -Me dijo Lola.

— Esos malditos no admiten que soy la mejor, que ponerle un poco de Hip-hop a mis piruetas queda bien -Dije.

•••

— Hola... Maha -Dijo alguien a mis espaldas.

— Me volví, era un chico... Delgado, cabello oscuro y raro; Le dirigí una mirada confusa- Maya -Le corregí.

— Lo-lo siento -Dijo- Soy... Carlos... Te admiro y... Quería saber si quieres... Venir a... A pasar el rato en mi casa -Dijo.

Raro -Pensé-

— Claro -Dije- Dame tu dirección y ahora voy -Dije.

— Ok, ok, ok... Te enviaré una carta... Adiós -Dijo alejándose... Contento.

Raro

•••

— Llegué -Grité al entrar a casa.

— Ahh... Hay... Ayy... Ahhhj... -Escuché gemidos, junto con un sonido de golpes.

Me acerqué al cuarto de Teresa. Lo cual... La vi teniendo sexo con el vecino. La ignoré y me fui a duchar, ya me acostumbré a vivir con esto, otra vez Teresa con su antigua vida, ya que soy "Responsable de mí" Ella es "Responsable de ella" Me vestí y salí hacia el buzón.

Av. Singler,calle 10-12. Casa 20

Guardé la carta y me dirigí hasta la casa de ese tal... Carlos, tal vez solo quiere sexo y ya. Más vale que sea rápido, tengo que ir a la casa de Brian, llego a la casa y toco la puerta.

— Hola -Abre él.

— Hola -Dije pasando a la casa- ¿Estás sólo cierto?.

— Si... ¿Por qué? -Preguntó.

— Ya decía yo... Si quieres sexo tienes que estar solo -Dije.

— Espera... ¿Tener sexo? ¿Contigo? -Preguntó atónito.

— ¿No es eso lo que querías desde un principio? -Pregunté.

— No... -Dijo.

— ¿Virgen? -Me sorprendí.

Él se puso muy nervioso

— ¿Te atreves? -Pregunté.

Él negó

— Cómo sea... -Dije.

— Quiero... Que me enseñes a bailar -Dijo.

—Yo lo miré atónita y después morí a carcajadas- Es... Espera -Dije riendo- ¿Tú QuIeReS QuE Te enSeÑe a BaIlAr? -Dije riendo aún más.

— Si... Digo... Tú eres Gimnasta, te he visto mezclar el baile en tus piruetas, lo que es magnífico -Dijo- Y quiero que... Que me enseñes.

Que tierno es -Pensé- Qué tímido

— Está bien -Dije- Mañana, a la misma hora, adiós -Dije dándole un beso en la mejilla.

Salí de ahí y me dirigí a la casa de Brian