Reencuentro y suceso increible-Capitulo 7

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Cuando se sintieron a salvó empezaron a notar el hambre debido a que la adrenalina del momento se les había disminuido.

-¿Paramos a comer, que tengo mucha hambre?-dijo Fernando tocándose la tripa.

-Vale, pero hagámoslo rápido tenemos que encontrar a los desaparecidos- dijo Elena mientras mandaba sacar algo de comida para todos. Mientras tanto Pulga y Trio se metieron entre los árboles y capturaron sin problemas un p0ar de animales un poco achicharrados por culpa de Pulga.

-¿Ya habéis saciado el hambre? Pues en marcha no hay tiempo que perder- dijo Isabel levantándose y recogiendo sus cosas. Todos se levantaron y pusieron las correas a las mascotas.

Se pusieron en marcha liderados por Fernando y Trio, que era el que seguía el rastro de olor de los dos Sergios. Anduvieron durante un buen rato sin encontrar ninguna oposición de ningún tipo. De repente se encontraron paralizados por unos árboles de tronco grande y muchas ramas de color negro casi seco. Las ramas y raíces les evitaba el paso entonces se pararon todos a valorar la situación.

-¿Qué hacemos, damos un rodeo o rompemos la masa arbórea?-dijo Fernando.

-No tenemos tiempo para pararnos por tonterías como esta rompamos los arboles hasta encontrar una salida-dijo Elena mientras se transformaba.

-Tengo una idea mejor-dijo Nuria mientras paraba a Elena- me transformo en fénix y sobrevuelo la zona ¿Qué os parece mi idea?

-Me parece buena idea y así no molestamos mucho la zona que nunca se sabe lo que puede pasar por destruir un árbol- dijo María.

De repente el cuerpo de Nuria empezó a transformarse en un pájaro rojo de plumas de fuego, pero no fuego normal si no un fuego extraño nunca visto por ninguno que daba vida y no quemaba aunque daba calor, daba tanta luz que ilumino la zona con una luz roja clara que les obligo a todos a rezar los ojos por la cercanía. De repente agito las alas y empezó a volar vio que estaban en un gran bosque de árboles de todos los tamaños, formas y colores. Vio que si retrocedían un poco había un camino que llevaba a un valle muy grande. Decidió volver y contar lo que había visto al resto del grupo. Los cuales hicieron justo lo ella les dijo. Cuando llegaron allí Trio se puso nervioso y empezó a ladrar con fuerza.

-¿Qué te pasa chico, ocurre algo?- le pregunto Fernando. Y mientras le decía esto noto que alguien le tiraba hacia atrás a él y a Trio ya que una manada de unicornios de unos quinientos miembros paso al lado suya casi rozándoles a trote tendido y casi se les lleva por delante. Cuando terminaron de pasar miraron con cuidado si alguien les perseguía o que podía ser lo que había generado tal reacción.

-Gracias a quien me haya salvado la vida- dijo Fernando- ¿Qué les pasa para actuar así?

-No sabría que decirte normalmente son unos seres muy tranquilos y no actúan así. Además una manda no es tan grande, normalmente son unos cincuenta como mucho.

-Bueno da igual, tenemos asuntos más importantes, que saber que les pasa al resto de seres-dijo Elena mientras agrupaba al grupo para seguir buscando. Fernando dijo a Trio que siguiese buscando. Trio les guio a través del valle, y cada que avanzaban más el olor a carne quemada era más delicioso y Trio cada vez le daba más tirones a Fernando.

-Tienen que estar cerca Trio casi no puede aguantar- dijo Fernando

-Ten cuidado no sabemos lo que nos podemos encontrar- le aviso Elena.

Fernando se puso detrás del grupo para poder controlar mejor a Trio y el grupo se fue acercando lentamente al sitio donde venía el olor a carne. Cuando llegaron encontraron a los dos Sergios comiendo carne de un animal grande que estaba chamuscado pero no quemado.

Licantropos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora