-Capítulo 8

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De repente algo despertó a Fernando el cual abrió a los ojos y vio que lo que había pasado la noche anterior no había sido un sueño. Ya que vio el cuerpo de María desnudó, junto al suyo abrazados. Volvió a mirar con cuidado aquel cuerpo, después recorrió con la punta de su dedo las curvas de aquella silueta. Cuando salió del embobecimiento que le producía estar allí y el recordó de lo que  sucedió, miro hacia el lugar del cual le habían despertado y vio a Trío que le estaba despertando como cada mañana para desayunar. Cuando se levantó con cuidado y se vistió, volvió a mirar aquel cuerpo, pero un ruido desde el campamento le saco del trance en el cual se había metido, ya que pensó que dirían el resto si les descubriesen lo sucedió.
Y decidió despertar a María, con cuidado. La cual al ver a Fernando al abrir los ojos reacciono primero con desconcierto, pero después reacciono cogiéndole del brazo y tirándole del hacia ella, haciendo que se cállese encima y después haciendo que hiciese la croqueta ponerse ella encima para darle un largo beso, el suceso fue tan rápido que a Fernando no le dio tiempo de rechistar y cuando se vio probando los labios de María se quedó hay disfrutando hasta acabar con un pequeño mordisco en el labio. 
Cuando término consiguió centrarse lo suficiente como para decirle:
-Levántate y vístete anda, antes de que nos pille el resto del grupo- dijo mientras se levantaba con pocas ganas.
-Vale, vale, pero daté la vuelta mientras me visto.

Él lo hizo sin rechistar, pero le desconcertó que ahora le dijese que se diese la vuelta mientras se vestía, para que no la viese desnuda cuando hacía unas cuantas horas había probado la efusividad del amor junto a ella. Era como si le castigase por algo, sin entender que había hecho mal.

-¿Bueno como lo hacemos?- dijo María dándole un golpe a Fernando para llamar su atención.

-Pues uno va por un lado y el otro por el otro lado.

-Me parece bien-le dijo mientras le plantaba un beso en los labios y se fue corriendo sin medir palabra.

Fernando se quedó paralizado un par de segundos. Cuando consiguió reaccionar miro hacia donde se había ido María y cuando la perdió de vista. Respiro hondo y cogió su mochila y recordó el regalo que le había rechazado María, acerco su  mano para coger el bastón oscuro y cuando sus dedos fueron a rozarlo le dio calambre, el cual le produjo que oyese una vocecita en su oído. Fernando creyó que se lo estaba imaginando. Lo cogió y volvió al campamento con el resto por el lado contrario al de María.

Cuando llegó a la altura del centro del campamento en el cual seguían los brasas todavía algo rojos de la hoguera de esa noche, vio que María estaba hablando con Nuria. Y que nadie se había dado cuenta de lo sucedido aquella noche.

-Vamos a desayunar y partimos rápido- dijo Elena dando de comer a su cría de dragón negro que llevaba en el hombro-ah, y ni se os ocurra otra vez abandonarnos así- dijo dirigiéndose a los dos Sergios.

 -Vale-dijeron los dos Sergios bajando la cabeza.

Desayunaron todos, los restos del roc que todavía quedaban del día anterior,  sin hacer casi ruido. Fernando cogió un par de trozos y se los acerco a su mascota Trio la cual se la comió peleándose entre sus tres cabezas, y a la mascota de María la cual al oler la comida se acercó a Fernando y cogió la comida con su telaraña. María al ver que su amiguita se acercaba, miro a Fernando sin hacer caso,  como si lo que pasó la noche anterior no hubiera ocurrido.

Terminaron de desayunar, recogieron cada uno sus cosas y conservaron mágicamente los restos de roc que le sobraron, para comérselos si hubiese escasez de alimento. Empezaron a andar en dirección a la manada de unicornios que habían visto correr el otro día.

Llegaron al valle en el cual los vieron,  y guiados por las huellas que pensaban que era de caballos siguieron recorriendo el gran valle.

-Si corren esos caballos endemoniados con cuerno-dijo el Sergio del pelo cortó.

-Yo creo que estaban escapando de algo muy grande para salir corriendo tan rápido sin importarle si se llevaban a alguien de por medio-dijo Nuria.

-Puede ser o simplemente estaban emigrando a otra zona- dijo Fernando.

-No, tenía razón Nuria les perseguía algo muy grande-dijo María agachándose al suelo y mirando con detenimiento unos agujeros que había en el suelo que parecían huellas dispersas.

Nuria se acercó a mirar, cuando de repente María noto que las piedrecitas del suelo estaban saltando ligeramente. Levanto la cabeza y miro a uno de los dos bosques que rodeaba el inmenso valle y vio que empezó a moverse. María al ver esta escena grito:-Corred, si queréis salvar la vida- dijo levantándose rápidamente y corriendo en dirección a donde se habían ido el día anterior los unicornios. El resto del grupo la hizo caso y corrió hacía la misma dirección. Mientras corrían salió de entre los árboles una bestia de unos cuantos metros con varias cabezas de apariencia reptil que les empezó  perseguir.

Ellos algo asustados, empezaron a transformarse en sus respectivos animales para conseguir tener más velocidad para conseguir despistar a la bestia. Todos menos María que era la única que no podía y al darse cuenta Fernando de la situación la recogió rápidamente para salvarla la vida, ella se agarró con fuerza al pelaje abundante de Fernando, el cual aumento su velocidad para coger al resto del grupo.

La hidra continúo siguiéndoles, pero el grupo avanzaba mucho más rápido y la estaban dejando atrás. Cuando de repente, delante suya vieron que el camino se convertía en un cañón con el otro extremo no muy lejano y Elena les pregunto mientras corrían- ¿Lo saltamos?

-Mejor saltar que enfrentarse a ese bicharraco de varias cabezas-dijo Sergio de pelo largo asustado.

-Y el resto ¿qué pensáis?- dijo Elena.

-Me parece bien y tampoco será un salto muy difícil- dijo Isa.

-Yo pienso igual- dijo Fernando.

-Y yo-dijeron el reto.

-Pues ya sabéis coger velocidad para  poder saltarlo- dijo Elena.

Aumentaron el ritmo, para conseguir realizar dicho salto primero. Primero salto Elena con su dragón negro a la espalda la cual lo consiguió llegando a superar dos metros la cornisa contraria, después Isabel que hizo un salto muy parecido al de Elena, Nuria lo consiguió sin problemas ya que su transformación era en ella con alas como un ángel que volaba muy rápido.

Después saltaron los dos Sergios los cuales a pesar de su tamaño y peso se movían bastante rápido y al realizar el salto lo consiguieron por los pelos llegando casi a caerse por el acantilado. El último fue Fernando el cual llevaba encima a María, a Pulga y a Trio este último sujeto por la telaraña de Pulga. Cuando fue a realizar el salto no llego a alcanzar la cornisa contraría, cayéndose al vacío sin poder evitarlo. Pero de repente Pulga les sujeto con una telaraña evitando que se cayesen más.

Fernando se des transformo para evitar un pero excesivo que rompiese la telaraña hecha por pulga. Cuando lo hizo de su mochila se resbalo el bastón negro el cual gracias a los grandes reflejos lobunos de Fernando no se cayó por un hueco de la telaraña.

Él lo utilizo primero para darle con él a la hidra pero de repente de su mochila  empezó a aparecer un luz, María al verlo cogió el objeto que se iluminaba y vio que era el libro de Fernando. María empujo atrás a Fernando diciéndole:-mira el libro a ver si nos puede sacar de esta situación.

Fernando lo cogió rápido y lo abrió ojeando hoja por hora rápidamente hasta llegar a la hoja que iluminaba con más fuerza. En la cual, había dibujado una mujer con pelos de serpiente mirando fijamente a una estatua de piedra, al lado  había una letras extrañas que Fernando no conseguía entender y que dijo en voz baja- okuta yoo di ohun. Al hacerlo de su bastón salió un pequeño rayo de color azul oscuro que petrifico parte de la arena de la parte de delante del acantilado y algunas hebras de la telaraña. Fernando al ver lo que había hecho le dijo a María que se apartara y al hacerlo Fernando repitió las palabras con más fuerza y esta vez en voz alta. Volvió a salir el rayo azul oscuro el cual empezó a petrificar lentamente a la hidra. Lo que permitió que pudiesen volver con el resto del grupo gracias a la ayuda de Nuria la cual subió a Fernando y a Trio con algo de dificultad y María subió con la ayuda de las telarañas de pulga.

Licantropos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora