La guerra comienza

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Creí que estaría a mi lado toda la vida,creí sus mentiras,creí todas sus excusas,creí que me amaba de verdad le creía cada estúpido "te amo".

Desde que se fue no dejó de maldecir el día y la hora en que lo encontré,en el que su mirada se cruzó con la mía,el maldito día en el que me enamore de alguien como él.

Un chico que con solo una sonrisa hacia que mi corazón se acelerará y que en mi estómago se instalará un zoológico.

Yo lo veía como un ser perfecto, lo veía en mi vida.
Él solo jugaba y me lastimó,me dejó sólo,me tuvó y luego se fue,desapareció y eso no es lo peor de todo.

Porque no me dejó tan solo como creía.

Dos meses después de su partida sufrí una recaída y llamaron al médico,le Conte como me sentía últimamente y la noticia que me dio a mí y a mis padres fue como recibir un balde de agua fría.

Mi padre solo salió de la habitación y mi madre se dejó caer en el sillón al lado de mi cama.

-Erick-lentamente volví mi vista a Johann que me miraba preocupado-si vas a abortar es el momento perfecto-estaba perdido,no podía terminar de asimilar la información y solo moví la cabeza en una afirmación.

-Johann-el hombre miro a mi madre-será mejor darle algo de tiempo-suspiró-en estos momentos no piensa bien-cerré mis ojos y trate de olvidar todo por un rato y dormir.

-Esta bien señora Daysi-escuche los pasos de mi amigo saliendo de la habitación.

-Solo tengo dieciséis años-dije en un susurro-¿Como puedo hacerme cargo de una criaturita mamá? -abri los ojos y la mire-¿Como lo hago si estoy solo? -mi madre se acercó a mi cama y se sento a mi lado.

-No estas solo mi amor aquí estoy yo-beso mi frente y seco mis lágrimas-Es una vida inocente-las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos-No es un error-sonrió-Ama a ese niño y cuidalo con tu vida-una lágrima recorrió su mejilla-porque no habrá ser en el mundo que te ame más que él-acarició mi mejilla y beso mi frente.

-Su padre...-cerré los ojos con fuerza.

-¿Quien fue? -trague duro-Brian-ella sabe que no es alguien bueno-por favor hijo-abri los ojos y la mire.

-Christopher Vélez-sentí un escalofrío al ver detrás de mi madre la figura imponente de mi padre.

Estoy acabado.

-¿un Vélez? -susurro mi madre, asentí.

-De todos los hombres del mundo ¡¿Tenia que ser un Vélez?! -el grito de mi padre me hizo dar un brinco y bajar la cabeza asustado.

-lo siento-susurre casi inaudiblemente.

Salió de mi habitación echo una furia, mi madre me miro y a los segundos salió trás mi padre.
Suspire y trate de levantarme de la cama,aún estaba mariado,me puse mis pantuflas y camine fuera de mi cuarto directo hacia la Oficina de mi padre al escuchar los gritos, abri la puerta y entré.

Los ojos de mi padre al verme parecían prender fuego, camine dos pasos hacia atrás.

-Eres un niño,dieciséis años Erick-se acercó a mi y me tomó fuertemente de ambos brazos.

-Duele-me soltó y camino a su escritorio.

-Si alguien se entera de esto el nombre de la familia será manchado ¿te das cuenta de eso? -mi madre y yo lo miramos sorprendidos-Te casaras con Antonio Villareal-camine hacia el con lentitud.

-¿Que? -reí sin ánimos-¿es una broma cierto? -me acerqué a su escritorio y apoye mis manos sobre este-¿acabas de decir que soy un niño y me casaras mandandome lejos?-mi madre lloraba sentada en el sillón a un lado.

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