Lo Más Importante

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La lluvia caía suavemente sobre el suelo de Miami,veía a mi hijo dormir con una sonrisa abrazado a su hermana junto a él. Acaricio el cabello de la pequeña y besó la mejilla de ambos para después tapar sus pequeños cuerpos con la colcha.

Estábamos a principios de julio y las lluvias suaves comenzaban a caer, el fresco se sentía y aunque no fuera un frío invernal te ponía la piel de gallina si no te abrigabas lo suficiente. Bajé las escaleras rumbo a la cocina para preparar algo de chocolate caliente,en el camino me encuentro con Yoandri y Joel muy acaramelados,toso falsamente y se separan mirando hacia diferentes direcciones,dejó escapar una suave risa y negando continuo mi camino.

—Chocolate caliente chocolate caliente—canto bajito buscando los ingredientes por toda la cocina.

—¿Que tanto buscas Erick?—volteó a verle.

—Azúcar—respondo al castaño—¿No hay más?—niega.

—Le diré a Yoyo que vaya a hacer las compras—asentí haciendo puchero.

Christopher se sentó mirándome en una de las sillas de la mesa de desayuno,suspiro y doy media vuelta tomando un plato hondo para servir leche y cereal,se lo entregué y me senté frente a él.

Últimamente nuestra relación va bien,respeta mi espacio personal y ya no me persigue a donde quiera que voy,tiene un amor enorme por nuestro hijo vive casi todo el tiempo pegado a él, yo trato de convivir más con la pequeña jazmín,es una niña dulce y tranquila,su forma tierna de hablar hace que te enamores de ella cada vez más.

Christopher me hizo sufrir de una manera horrible y no lo perdonaré tan fácil,aun lo amo pero tengo miedo de volver a salir herido y esta vez no soy solo yo, También está mi pequeño Auron,cuando no tiene a su padre cerca por mucho tiempo comienza a llorar de una manera horrible que parte mi corazón y por más que trato de calmarlo es imposible.

—¿Quieres que nosotros vayamos a hacer las compras?—salí de mis pensamientos y lo mire sonriendo.

—Será bueno salir un rato—se levantó y tomó su plato poniéndolo en el lavaplatos—Christopher—Me Miró—... Nada—sonrió y se acercó a mi.

—Abrigate y nos vamos—acarició mi cabello.

Salimos de la cocina, Christopher fue rumbo a la Sala para avisarle a Yoandri que nosotros iríamos a comprar algunas cosas y yo camine directo a las escaleras para ir por un abrigo. Antes de volver abajo eché una mirada a los pequeños durmiendo pacíficamente.
El castaño me esperaba apoyado en la puerta principal, abrió la puerta como un caballero y me dejó salir primero,reí.

—Muy bien señor Vélez deje ese comportamiento de caballero mal pagado que así no enamora ni a un ratón—sonrió.

—Pero si tus ojitos brillan de amor por mi papi—Pellizco mi mejilla.

—Calla Vélez—Dejó ir una carcajada.

Subimos al hermoso Audi negro tomando rumbo al supermercado más cercano,fueron los quince minutos más irritantes de mi vida,Christopher no dejaba de gritarle a todo el que pasará por su lado,parecía un niño pequeño.

Admito que deje escapar alguna que otra risa con sus tontas palabras.

—Vamos a separarnos—Me miro haciendo puchero—Tu vas por las cosas para los niños y yo por lo demás ¿Ok? —asintió.

Iba tranquilamente con el carrito de compras frente a mí hasta que alguien se cruza en mi camino,era un hombre mucho más grande que yo,tanto de estatura como de edad, sus ojos eran de un azul fuerte y su cabello de un color dorado,llevaba un traje negro y una perfecta sonrisa.

AMORES EN GUERRA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora