7 noches

Noche 4

3:45 a.m. Esa era la hora acordada en la que los chicos de la (C.F.E.P) o casa fantasmas espíritus a lo paranormal, o algo así ya no recuerdo, llegarían a quienes había llamado apenas a las 5 p.m. En ese momento cuando estoy a punto de tomar el teléfono para volver a llamar oigo el sonido del timbre del apartamento, yo junto a mi primo bajamos las escaleras y abrimos la puerta.

- h-hola -dije con un poco de nervios, eran solo 2; una chica y un chico.

Ellos solo dieron una sonrisa, luego los hice pasar al interior del apartamento, después tan solo 2 minutos se pudo oír que algo se caía desde mi habitación. Subimos corriendo las escaleras a una velocidad impresionante, puesto a que los chicos cargaban un par de mochilas bien llenas de cosas, Cuando entramos en mi habitación no había nada. Después el mismo ruido se hizo presente en el cuarto de a lado contrario al de mi primo, donde estaba mi oficina.

Al entrar de inmediato nos dimos cuenta del desastre y destrozo de la habitación, las paredes tenia rasguños dejando ver varios tonos de pintura en distintas capas, el suelo estaba todo marcado por manos y pies en sangre; en el techo había como si fueran manchas de charcos de sangre que chorreaban a suelo y en una pared estaba escrito un hola entre rasguños y sangre.

Apenas ellos vieron todo con detenimiento salieron de la habitación, ellos me hicieron una serie de preguntas que conteste con paciencia hasta llegar a una pregunta; una pregunta que de verdad no me había hecho.

- ¿desde cuándo está pasando este tipo de cosas? -me preguntó de imprevisto la mujer de nombre Dubraska, nombre extraño a mi parecer.

-esto está pasando desde hace 3 noches sin contar está -le dije a Dubraska con preocupación y pensativo en verdad no me había preguntado eso yo mismo.

-esto ya se está saliendo de control -dijo Dubraska con mucha seriedad y pensativa, mientras yo temblaba como un perro chihuahua.

Ellos decidieron irse para saber algo más, aunque no sé qué podrían averiguar pero no pienso cuestionar su trabajo. Antes de que se fueran ella vio el libro que me dio mi primo y lo tomo sin decir nada.

- Me lo llevo -fue lo único que me dijo antes de irse

-chao -le dije con miedo mientras cerraba la puerta.

Subí con temor las escaleras mientras me sentía vigilado por un par de ojos en mi cuello, entre a mi cuarto después de despedirme de mi primo y me acosté pensativo, con terror e incomodidad, después de un rato ya eran 4:30 a.m. a esa hora fue que me quedé dormido.