Su respiración agitada chocando contra mis labios cada vez que despegaba los suyos. Esos labios que actuaban de forma tan violenta. Su delicada apariencia nada coincidía con su proceder.
Yoongi me acorralaba en aquel sofá, oprimiéndome bajo su cuerpo el cual recibía deseosa. Sus largos y finos dedos se filtraban dentro de mis jeans y mis suspiros eran ahogados por sus besos que exploraban mi boca sin prudencia alguna.
Podría morir en los labios de Min Yoongi, podría hacerlo en sus manos, podría hacerlo incluso en la puntas de sus dedos. Porque tenía el poder de someterme por completo con sólo su cercanía.
En estos momentos el apático Yoongi parecía ser tragado por sus más bajos instintos. Y en estos momentos mientras devorábamos nuestros labios lograba convencerme de que esto debía significar algo. Tenía que significar algo, esas incisivas miradas que me lanzaba entre beso y beso debían hacerlo.
Su móvil vibró en la mesa de té, irrumpiendo en nuestra alienación, y los labios de Yoongi soltaron los míos mientras sus ojos viajaban al teléfono. Se estiró aún sobre mi y cogió la llamada.
Luego de no más de cinco segundos y algunas respuestas monosilábicas, tiró el móvil al suelo y me miró a los ojos. Despejé el flequillo de su frente enterrando mis dedos en su cabello. A veces me veía como si estuviera a punto de soltar algo, pero nunca lo hacía. Plantó un fuerte beso en mis labios y se levantó, haciéndome sentir confundida de pronto.
—Debo irme. —dijo dirigiéndose a su habitación.
Lo seguí, y apoyada sobre el marco de su puerta lo observé mientras se cambiaba.
—¿Dónde vas?
—Me han llamado del estudio. —Fue lo único que dijo.
Arrancó su camiseta blanca sobre su cabeza y hundió luego sus brazos en las mangas de una camisa. Me acerqué a él despacio y comencé abotonársela mientras sus ojos iban de los míos a mis manos. Me miró calmo de pronto y trabajé cada vez más lento, alargando el momento, deseando que no se vaya, deseando que aquella camisa tuviera cientos de botones que prendería gustosa.
Cuando llegue al ultimó alce la vista buscando su mirada. Sus afilados ojos bajaron a mis labios y su pulgar apareció en ellos de pronto. Acariciándolos de forma ruda, como si no pudiera evitar hacerlo y como si aquello le molestara. Besó mi frente y me esquivó sin decir nada, dirigiéndose a la sala para terminar de juntar sus cosas.
¿Cuántas veces recorrería estas calles con este sentimiento de disconformidad? ¿Cuántas veces me fui de aquel lugar sintiéndome más vacía de lo que estaba al llegar? ¿Cuánto tiempo más soportaría esto? Y lo más importante ¿Por qué?.
Para cuando llegue al estudio de danza en el que Hoseok trabajaba, el alcohol ya había sedado mi dolor. Se suponía que nos encontraríamos en casa y celebraríamos su increíble trabajo. Pero mi angustia me hizo adelantar el proceso. No lo esperé en casa, y no brinde con él mi primera copa.
El estudio estaba desierto y la mayoría de las luces apagadas. Nadie más que Yoongi y Hoseok trabajarían un viernes por la noche. Mire por la ventanilla de la sala y lo pude ver recostado en el piso, llevaba sus ojos cerrados y brazos y piernas extendidas. Se veía con una paz envidiable, tanto así que me sentí culpable de interrumpirla.
—Sorpresa. —dije en un susurro audible. Y sus ojos se abrieron al instante, regalándome su mejor sonrisa.
—¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendido.
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Interludio ✦ Jung Hoseok - Min Yoongi
FanfictionUn pasaje musical que separa dos secciones de una misma pieza. Este ha sido mi interludio de principio a fin. ✦Heterosexual. ✦corto.