UN DIA CUALQUIERA

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Intentaré que el tiempo se pare un instante,
robaré tu amor, como un mago voy a sorprenderte.
Y quizás años después recordemos con nostalgia que ocurrió
y por ti, yo seré el ángel que cuidará tus sueños.

Como un Mago - Warcry

Un día cualquiera, no me lo esperaba. Tú pelo rojo cobrizo caía sobre los hombros dibujando hermosos caireles, tú esbelta figura de inmediato captó mi atención, vestías en forma sencilla, con jeans azul marino y una blusa holgada con gran escote que descubría tú hombro izquierdo pero la magia se produjo cuando volteaste en dirección a mí, pude contemplar una bella sonrisa de dientes perlados y un hermoso par de ojos color cielo, ojos que sólo había contemplado en sueños.

En mi mente una historia comenzó a escribirse, me acerqué a ti seguro, confiado y con aire más coqueto que galante preguntando:

-¿Cuál es tu nombre bella criatura?- tú primera reacción sería ignorar mi pregunta pero atraída por la curiosidad sonreirías.

-Dime por favor cuál es tú nombre- insistiría, ésta vez la pregunta encontraría la respuesta anhelada.

-Jaqueline, pero mis amigos me llaman Jackie- me dirías en tono serio pero no tajante.

-No te había visto por aquí ¿Recién te mudaste?- la pregunta sería estúpida y obvia, cargabas una caja con la leyenda "Frágil".

-Si, acabamos de mudarnos- dirías en tono amable evitando el sarcasmo.

-Javier, ese es mi nombre, puedo ayudarte si no te molesta- diría haciendo alarde de galantería.

Después de un par de semanas de conocernos seguro pensarías "Es agradable, es gracioso y tiene un buen sentido del humor", tus amigas seguro te dirían:

-¿No entiendo que le vez? Es tosco y mal encarado-

-Es tierno y dulce una vez que lo conoces- responderías. Tú padre ya me habría corrido un par de veces, "Busca algo mejor para su hija..." pero sé que con el tiempo el me aceptaría, tú madre por otro lado, a ella seguro si le agradaría.

Nuestras peleas serian como las de todas las parejas, seguro alguna vez te encelarías por alguna tontería del WhatsApp o Facebook y yo, seguro que me molestaría al verte con algún amigo pero todo lo resolveríamos con un chiste o un comentario hilarante que te hiciera reír.

Varios meses más tarde en el parque sentados estuvimos viendo pasar a la gente, recordaríamos con una sonrisa aquel primer día cuando llegaste a la colonia pero el destino es cruel y los sueños frágiles, a menudo, demasiado a menudo mi mente trabaja más rápido de lo que actúa mi cuerpo, cuando al dar el primer paso, un hombre alto de hombros anchos y espalda fuerte bajó del camión, tomó la caja y besó tus labios, yo bajé la mirada y pasé a tú lado, es probable que ni siquiera notaras mi presencia, sonreí apenado, sólo para mí, seguí de largo y me dije.

-La próxima vez...- seguí mi camino riendo para mis adentros. 

Cuentos Cortos para Niños GrandesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora