Capitulo diez: Un rencuentro inesperado.
Luego de eso Blas y yo comenzamos a salir, en secreto por supuesto, o al menos hasta buscar una manera de decírselo a nuestros padres, todo marchaba bien, pero nuestra relación no cambio en lo absoluto, seguía siendo igual que siempre a pesar de que salíamos, ya que era secreta, lo único que cambio fue que camino a casa nos tomamos de las manos, hasta estar más o menos cerca de ella.
Un día Blas enfermó, así que se quedó en casa, pero yo debía asistir al colegio de todas maneras, cuando me estaba yendo, en la puerta de mi casa me encontré con un chico bastante apuesto, parecía de mi edad, tenía un rostro conocido pero no podía recordar de dónde.
-Disculpa ¿Necesitas algo?
-Sí, disculpa que te moleste, pero busco a una chica llamada Rina, ¿ella vive en esta casa?
-Bueno yo vivo en esta casa desde que tengo memoria y mi nombre es Rina, así que ¿Cómo puedo ayudarte?
-Mi nombre es Adam, ¿Me recuerdas?- me dijo muy emocionado y feliz.
En ese momento mis ojos se iluminaron, Adam era mi amigo de la infancia, él vivía en esta calle junto con su hermano mayor, Cael, el cual era el que manejaba la tienda de sus padres, el café “Lo dulce de la vida”, sus padres trabajaban en el extranjero, solo los venían a ver en las vacaciones de verano, una vez que Cael murió, Adam tuvo que irse a vivir al extranjero con sus padres.
-Tanto tiempo sin verte, ¿Qué te trae por aquí?
-Bueno, tu madre me llamo y me conto varias cosas y me dieron ganas de venir a verte.
-¿Mi madre te llamo?
-SÍ, me llama casi todos los días, ya sabes, ella es como mi madre también.
-Ella no me dijo nada de eso, como me gustaría haber hablado contigo todo este tiempo- baje la cabeza, ya que me había dado algo de pena, pero de igual manera pude sentir su mirada.
-Rina, ¿Qué tal si nos vamos juntos al colegio?- lo mire, y él me estaba extendiendo su mano, parecía muy feliz, en ese momento recorde cuando éramos pequeños e íbamos tomados de las manos a todas partes.
-Parece que te quedaras por un buen tiempo ¿No?
-SÍ, hable con tu madre y ella me permitió quedarme en tu casa, así que viviré contigo hasta que encuentre un lugar para quedarme que este cerca de tu casa y del colegio.
-No es que no quiera que te quedes, pero ¿A qué se debe esta decisión?
-Quiero estar más cerca de mi hermano- dijo con una mirada triste.
-Y de ti por supuesto- me dijo sonriendo.
-Te has convertido en un bipolar ¿sabes?
-Jkajkajkajka, ¿Tú crees?
Al finalizar el día, volvimos juntos a casa, no estábamos ni en la entrada cuando la puerta se abrió, era Blas, llevaba pijama y una manta en sima, él nos miraba con una mirada aterradora, más bien era a Adam a quien miraba, mire a Adam y él lo miraba de la misma forma, y apretó con fuerza mi mano.
-¿Así que tú eres Blas?
-¿Algún problema con eso?
-Te ves patético, no eres tan asombroso como la Tía te describía.
Blas miro nuestras manos, y luego me miró a mí, en ese momento solté rápidamente la mano de Adam, me di cuenta de que Adam y yo, ya no éramos unos niños.
-¿Qué tal si entramos?- dije con una falsa sonrisa.
Adam me miro sorprendido, luego frunció el ceño y entro a la casa pasándole a llevar el hombro a Blas, pero él no se movió de la entrada, todo lo que hacía era mirarme con furia, cuando iba pasando a su lado, me susurro al oído.
-Me decepcionaste- con un tono frio, que en un instante helo mi corazón.
--------------------------------------------------
P.D: Lamento haberme demorado tanto en subir este capítulo, es que eh estado muy cansada últimamente, además de que no se me ocurría nada para escribir xd, gracias por haber esperado tanto, ojala les haya gustado el capítulo, ya saben voten si les gusto y comenten que les pareció, perdón y gracias.
ESTÁS LEYENDO
Primero siendo amigos
Teen FictionEsta historia trata de una chica llamada Rina, la cual sufre de abuso escolar. En su corazón guarda grandes tristezas, lo que hace que sea fuerte e indiferente a su entorno, hasta que un día conoce a Blas en su cafetería preferida ¿Blas logrará camb...