25(23.3) y 26

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Hiccup se encontraba literalmente acorralado por Astrid, recuerdos de las palizas que había tenido que soportar durante los años le vinieron a la cabeza, recuerdos que nada más mirar a la chica se esfumaron.

Brutacio y Patapez siguieron el dedo de Eret hasta la esquina donde los dos adolescentes "batallaban", y dónde una pelinegra intentaba parar de reír ante tal situación. Los dos chicos rubios al ver la escena quedaron bastante atónitos pues el primero no tenía ni idea de que estos eran algo más que amigos y el segundo...solo pensaba que su amigo fantaseaba con la chica.

- Oye Hiccup si quieres nos vamos- dijo Patán, el único consciente de la relación, que miraba casi riendo como el ojiverde sujetaba de las muñecas a la chica que en ese instante intentaba besarle.- porque no estoy muy seguro de que le hayan dado algo.

- ¡Patán no digas tonterías y ven a ayudarme!- exclamó esta vez el castaño rojizo ya exaltado por la situación.

Patán y los demás chicos (Brutacio y Patapez) fueron en su ayuda. Estos no tuvieron mejor idea que tirar de Astrid hacia arriba y así despegarla de el pobre Hiccup, lo que nunca pensaron era que al hacerlo esta se daría un golpe en la cabeza con la de Patán, que era quien la había separado y se habría quedado sospechosamente dormida otra vez.

                                26

La chica rubia despertó. Estaba tumbada en una cama pero no era la suya.

-Espera un momento-pensó Astrid- posters de Justin Bieber, mantas rosas y ositos de peluche por todas partes....- se incorporó y exclamó:

- ¡Heather! Que demonios pasó- espetó mientras sacudía a su amiga que en un nivel inferior de colchón aún dormía.

- Hola Astrid - empezó su amiga cuando tomo consciencia- por donde quieres que empiece por la parte en la que te drogaron o mejor por la que casi abusas de tu medio novio...

Las dos chicas se encontraban hablando sobre lo que había pasado la tarde-noche anterior pues, Astrid no recordaba casi nada, es más, era como si se lo estuvieran contando sobre otra persona:

- Y... ¿como llegue hasta aquí?- pregunto la chica aún confusa por lo sucedido.

- Pues después de que misteriosamente la cabeza de Patán hiciera de anestesia en tí, Hiccup y yo te trajimos hasta aquí- le aclaro la pelinegra- la verdad es que las personas adultas que nos veían por la calle nos miraban bastante mal, no sé qué pensarían, si el pobre Hiccup es más bueno que el pan- río está vez la ojiverde recordando como unas señoras mayores que seguramente volverían de misa, casi pegan a el pobre chico con sus bastones después de haberle dado un sermón sobre que no había que beber siendo tan jóvenes, y todo esto mientras él y ella la sujetaban.

Llego el lunes y las clases pasaron lentas para Astrid que estuvo toda la mañana esquivando o, mejor dicho, evitando a Hiccup, este durante todo el día había mantenido su mano derecha apoyada en el cuello, y ha diferencia de muchas otras veces, los únicos capaces de darse cuenta del asunto habían sido Brutacio y Brutilda, pues cuando se trata de contusiones o morados, ellos son los expertos.

- Hiccup...- empezó Brutacio- si sigues con el cuello así te va a dar tortícolis.

- Es verdad- siguió su hermana- nosotros lo sabemos muy bien...- antes de que la chica pudiera acabar fue interrumpida.

- De seguro que tienen algun tío, primo abuelo- empezó a enumerar la chica rubia con sus dedos mientras levantaba la voz- o incluso un vecino que vivió mil años con eso pero ¡No Nos Importa!- acabó la ojiazul casi gritando de los nervios que tenía, pues se había encontrado con el chico en el almuerzo sin remedio y no podía irse ya sin más.

- Cálmate Astrid- exclamó Patán - no son ellos los que van dejando marcas en el cuello a sus amigos- río mientras se sentaba en la mesa del comedor.

- Si no te callas te violare de una patada - dijo Astrid mientras se ponía de pie en dirección a Patán.

Un profesor que se encontraba por allí en ese instante escucho toda la conversación, y no dudo en intervenir se- parando a Astrid de Patán, el cual estaba a punto de recibir por parte de la chica una patada en...bueno ya sabéis donde.

La semana la tenían completamente llena de exámenes así que Astrid y Hiccup habían quedado ya hacia tiempo para estudiar juntos, claro que era más por la compañía que por la nota pero la chica prefería ir con él que con Heather a la biblioteca.

El problema era que después de lo que había pasado no sabía si el chico querría ir con ella así que se le había ocurrido un plan perfecto: le diría a Brutacio que se lo recordara a Hiccup, pues ellos se sentaban juntos en clase de matemáticas los lunes después del almuerzo y así el pasaría por ella de camino hacia el lugar.

- Hiccup- dijo Brutacio susurrando para que el profesor no lo oyera- recuerda que hoy habías quedado con Astrid.

- Ah si...¡Espera! tienes razón había quedado con ella- exclamó el chico- gracias Bru.

_¿Cómo lo sabia?, Acaso yo fui muy pesado con el tema, es decir, desde que soy mas cercano a Astrid no me sorprende tanto ir con ella a alguna parte.¿Puede que Astrid se lo haya dicho para que me lo recordara? Tal vez, pero es Astrid le encanta tenerlo todo bajo control.._ pensaba Hiccup mientras volvía a su casa.

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
¿como estáis?

Yo bastante 💩☠️🤢🤒 como ziempre pero aqui seguimos 😅😅😅😅😅😅😅.

Mañana subire cap más o menos a esta hora y sin nada más que decir me despido.

Besos 😘😘😘😘🤔😘😘😘😘😘😘

¿Sera Posible? [ AU Hiccstrid ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora