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–Aquí es —dijo Astrid antes de entrar al patio delantero de la casa.

—Wow, ¿y es toda para ti? —preguntó Brutacio— que pena que mis padres vivan conmigo.

—¿Como puedes decir eso? —exclamó Heather la cual ya había perdonado a Astrid el día anterior.

—Tienes razón Heather, que pena que mi hermana y mis padres vivan conmigo —"rectifico" el chico ante la atenta mirada de todos y su hermana.

Los adolescentes pasaron a la vivienda acompañados también por el hermano de Astrid, el cual junto a su hermana, llamaría a sus padres para intentar que volvieran antes.

Astrid el día anterior ya había vuelto a su casa, convencida, claro, por su hermano el que curiosamente estaba mucho más receptivo y amable que nunca.

Los chicos se sentaron formando un círculo y Daven puso el teléfono en medio. Antes de darle a llamar:

—¿Por que tienen que estar ellos, Astrid? —preguntó el pelirrojo.

—¿Por que somos sus amigos? —preguntó retóricamente Patan contestando a el mayor.

—Esta bien, allá voy —dijo y le dio al llamar.

Astrid puso su dedo índice en la comisura de sus labios para que nadie hiciera ningún ruido y todos asintieron. El teléfono comenzó a dar tono y una voz femenina contestó el teléfono:

—¿Hijo eres tú? No se escucha bien —dijo la madre de Astrid— si tienes el altavoz puesto quítalo porfavor.

Después de varias miradas de indignación por parte de los chicos y Astrid, el hermano de esta última, quito el altavoz y fue hacia la esquina de la habitación para poder hablar.

—¿Crees que podréis convencerlos paraque vuelvan antes? —dijo Hiccup sentándose al lado de Astrid.

—Supongo —contestó esta rápidamente— se suponía que la semana pasada terminaban de trabajar así que no veo porque no.

Pasaron varios minutos antes de que Daven dejara de hablar. Este se acercó a Astrid y le pasó el aparato:

—Hola mamá —exclamó la chica—si estamos bien, no nos a pasado nada —dijo alargando la primera sílaba de la última palabra— es que no aguantamos más a los primos. Tampoco a los tíos estamos hartos —paso un momento— si mamá, ya se que han pasado casi 8 años y medio, y cuatro desde la ultima vez que nos vimos,pero ya no podemos más,  ¿que os importa volver unas semanas antes?.

Los chicos se miraban entre todos mientras ella hablaba, más o menos escuchando lo que Astrid decía se enteraban de las preguntas o palabras de la progenitora de la chica.

—¿¡Enserio!? ¿¡cuando nos lo pensabais decir!? —la cara de Astrid cambio de un momento a otro— Ahhh, era una sorpresa —la chica saltaba mientras hablaba y se movía por toda la estancia–claro yo se lo digo, Adiós mamá. Os quiero —la chica colgó el teléfono y miro a sus amigos y hermano.

—Menos mal que has parado ya. Me estaba mareando de las vueltas que dabas —dijo Patapez.

—¿Y? ¿que ha dicho mamá? —dijo Daven levantándose de el suelo.

—Vuelven el martes, ¡solo quedan 3 días! —gritó Astrid antes de abrazar a su hermano.

Todos los presentes le dedicaron una sonrisa de felicidad a los hermanos.

—Bueno yo me voy, Adiós —dijo el hermano de Astrid antes de salir rápidamente por la puerta.

Paso un rato y los demás se fueron yendo poco a poco.

¿Sera Posible? [ AU Hiccstrid ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora