2. Una cita muy poco convencional

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Caminando a casa con mis audífonos puestos y la música a todo me sentía más cómoda de lo que haría en el bus, en las mañanas siempre tomaba el bus porque era muy temprano y si caminaba con ese frio me daría hipotermia, pero en las tardes caminaba oyendo música y pensando en cosas anormales, yo era rara. Moví mi cabeza con “She's Got a Boyfriend” de “Boys Like Girls” mientras tarareaba la canción pero sentía algo extraño, me sentía observada. Voltee solo para encontrarme con Carter en bicicleta andando lentamente detrás de mí

-¡Qué miedo!- grite asustada, ese chico era un maniático

-no me dijiste donde vives por lo que pensé que tendría que saberlo por mi cuenta ¿Y qué mejor forma que siguiéndote a casa?

-ok- murmure asustada

Esperaba que se olvidara de esa bobada de la cita, hui del instituto y trate de escabullirme hasta mi hogar, pero eme aquí, con este idiota queriendo saber dónde vivo, piensa rápido Jamie, no quiero ni puedo salir con él.

-allí- señale la casa de los Wood, que vivían a tres casas de la mía, él la miro y sonrió asintiendo pero como mi suerte es tan buena…

-¡Jamie!- gritó mi madre desde el umbral de nuestra puerta, ¡La real ¡Donde duermo y como y prácticamente vivo! ¡Se supone que él no debía saber dónde vivo pero gracias madre! Me pegue con la palma de la mano en la frente mientras Carter reía mirándome acusadoramente- ¿¡Quién es tu amigo tan caliente!?

¡Oh genial, mi madre no podía ser más discreta! ¿Qué le he hecho a la vida, eh? Mire a Carter con una sonrisa de pena, ya no había escapatoria, acepta y abraza tu destino Jamie

-genial- murmure pasando mi lengua por los dientes de arriba mientras él reía aplaudiendo

-vengo por ti a las ocho- dijo por ultimo para luego darse vuelta e irse en su bicicleta

-¡Madre!- grite entrando por la puerta, ella reía junto a Lexy Wood, nuestra vecina

-¿Dime como logro ese chico que le hablaras sin recibir un golpe por tu parte?

-jodete madre- gruñí para luego subir a mi habitación con paso decidido

Pero aceptémoslo, si le hubiera hablado así a mi madre probablemente me hubiera desheredado y por supuesto me habría echado de la casa, por lo que mejor simplemente sonrío irónica y subo las escaleras ignorando las risas de la supuesta mujer que me ama más que a nada y de Lexy

-lo sé- murmure al teléfono mirando el techo

-¡Vas a salir con Carter Milles!- ella gritó por milésima vez emocionada, probablemente estaba más emocionada que yo, bueno, yo en verdad estaba sufriendo- ¿Qué te vas a poner? Oh dios, tu closet es una mierda, por favor no ese suéter gris que te queda enorme, hasta tiene una mancha que nunca cayo

Era mi suéter favorito pero tampoco era tan indigente para irme con eso

-dios Mel- gruñí al teléfono- sabes que no me importa un coño nada de esa mierda, además en lo único que puedo pensar es en que alguien nos vera y la gente empezara a hablar de mí, no quiero que hablen, quiero que se vayan a la mierda

-eres tan malditamente dulce- gruñó ella claramente enfadada- mira el puto lado bueno de esto, por fin alguien quiere ser tu amigo

Bien, eso dolió, me valía si alguien quería o no ser mi amigo, prefería estar así, sola pero también dolía que mi mejor amiga me restregara a en la cara las razones de porque estaba sola, aunque ya lo sabia

-no quiero amigos y lo sabes- comente amargamente después de unos segundos de silencio, ella suspiro

-perdón por eso, simplemente no sé qué esta tan mal que no quieras…

Señor Alegría Y Señorita Amargura (actualizaciones lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora