8. Las fiestas no son lo mío

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El comedor era un lugar bastante agradable...cuando no había nadie, estuve el resto de la clase ahí, sola, tranquila, escuchando música. Hasta que Carter llegó con mi maleta y una sonrisa dulce

-lamento lo de Dylan, creí que lograrían arreglar sus diferencias pero todo se empeoro

-no importa- susurre volviendo mi vista a la mesa donde garabateaba con un lápiz- no lo vale

Tal vez si lo hacía, oh mierda ¿A quién quiero engañar? Él lo valía, valía cada segundo y cada mirada, pero lo acababa de conocer, o al menos eso creía yo, él parecía conocerme de hace mucho tiempo

-lo hace Jay- él gruñó y pude ver que varias personas entraron hablando, entre ellas Dylan con la pandilla

Instintivamente tome mi maleta y me puse mi gorra para salir sin ser atrapada, claro que la suerte nunca está de mi lado, no, tranquilos, Dylan no me detuvo pero si Jessie con dos chicos del equipo de futbol, algunas chicas y Pam detrás de ella

-oh, creí que el colegio estaba siendo invadido por camioneros pero solo es la chica rara

Todos rieron menos Pam, que miraba al piso asustada

-oímos lo que paso con Dylan- dijo una chica de pelo café sujetada del brazo de uno de los chicos

-si- rió Jessie

Mire a todos los lados pero nadie parecía notarnos lo cual fue un enorme alivio, claro, el único pendiente de todo era Carter... y la pandilla

-era hora de que abriera los ojos para ver la lunática con la que estaba- wow, eso dolió, fue como un puñetazo ¡Bam! En toda la nariz- espero al menos le hayan pagado

Por instinto y locura tal vez mire a Dylan, ¡Lo sabía! ¡Sabía que todo era una broma, una mala y pesada broma! Cuando él me miró de vuelta gire la cabeza para el piso, no quería decir nada, probablemente lloraría

-¡Ya para Jessie!- dijo Carter agarrando mi brazo- eres una perra sin sentimientos, eso no es nuevo, pero no dejare que le hables así a Jamie

-ay, ay de mí- dijo una de las porristas haciendo que todos rieran- soy Jenny y no me puedo defender sola

Primero que todo ese no es mi nombre, y segundo si puedo pero no quiero

-si puedo- dije pacito soltándome de Carter- solo no me quiero rebajar

-¿Y qué vas a hacer... perra?- preguntó Jessie haciendo que Pam inhalara con fuerza sonando una ah

-probablemente me esconda en algún lugar a deprimirme y llorar- dije bajito con mi tono de voz triste, decidí irme por el lado honesto para cagarla viéndome inocente- gracias por tu interés

Sin esperar pase por el lado del grupo y camine lento a la puerta para luego correr al baño de niñas. Las lágrimas no me dieron una segunda oportunidad y caían a chorros, odiaba la secundaria. Rebusque entre mi maleta hasta encontrar la pequeña cuchilla que siempre llevaba en el bolsillo de la maleta, Amelia nunca lo había notado, ni siquiera había sospechado y es que ya había pasado tiempo desde que lo hacía pero ahora lo necesitaba con urgencia, me sentía humillada y todo me apretaba la cabeza, mi mama diciéndome lo inútil que era, Amelia restregándome en la cara todos los chicos que querían estar con ella, Dylan y su forma de utilizarme, Jessie y sus cómplices que no dudaron en humillarme; no pude reprimir un grito de frustración y pase la cuchilla por el brazo sintiendo el dolor tomar posesión de mi cuerpo y mente, ardía y la sangre caía por el brazo, deje un sollozo escapar antes de pasarla nuevamente, hasta que el sonido de la puerta me hizo detener

-¿Jay?- la voz de Amelia sonó enojada, estaba segura de que ella estaba preocupada pero no quería hablar con ella por lo que subí los pies a la taza y me encogí aguantando los sollozos- sé que estas aquí

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2015 ⏰

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Señor Alegría Y Señorita Amargura (actualizaciones lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora