Taehyung basaba sus acciones en una frase.
"Existen las cosas que queremos y las que necesitamos".
Jungkook quería a Taehyung y desgraciadamente también lo necesitaba.
Taehyung se considera un mounstro, marcado por un sello que arruinó su vida, mien...
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El viento resoplaba con intensidad, congelando sus pálidas mejillas, Jungkook egresó del examen nacional cuarto para las cinco de la tarde, pensó que le iría mal por no dedicar el tiempo adecuado a sus estudios, sin embargo, como era de suponerse terminó rápido, mas no podía salir debido al reglamento.
Caminó pensativo hasta que el celular vibró en el bolsillo de su pantalón, causando que aterrizara al mundo real.
-Hola- Contestó desganado.
-Jungkook.... mamá y papá ya se fueron hace una hora ¿Dónde estás? Voy a buscarte para mostrarte nuestro nuevo hogar.- Informó muy contenta.
-Estoy frente a la dulcería Choco's.- Respondió relajado.
-¿Puedes esperarme ahí? Pide algo yo invito.- Habló feliz y generosa- Tardaré un poco, salí con Amber a comprar alimentos.
-Claro, ven cuando te desocupes.
-Bien... no te muevas de ahí, demoraré al menos cuarenta minutos. Nos vemos hermanito.- Colgó.
El castaño entró al local, sonriente, el helado siempre hacía que su humor subiese como la espuma de mar. Se sentó e inmediatamente una mesera se acercó con el menú. Ésta era una lujosa dulcería de renombre, se vendían los postres más deliciosos y caros de la ciudad, los helados de dicho lugar estaban a otro nivel, a uno inimaginable. La anticipación lo embargó, sintiendo a su boca aguarse.
-Bienvenido.- Se inclinó la joven.
-Hola.- Respondió tímido.
Miró sigiloso las maravillosas texturas de crema, ya estaba babeando cual niñito y aún no probaba nada.
-Quiero un parisino helado por favor.- Le devolvió el menú.
-Claro, enseguida se lo traemos.
A decir verdad, le daba vergüenza interactuar con gente desconocida, sobre todo las chicas, a él no le debería dar recelo, pues en modo romántico las mujeres no le interesaban ni un poco, sin embargo, se enrojecía siempre que una intentaba ser amable o le coqueteaba, propiciando malas interpretaciones.
No se percató del momento en que le trajeron el pedido. Cuando lo vió, creyó que no debería comerlo, la belleza emitida por el postre era sublime, pero a quién engañaba, nunca resistiría someterse a privación, menos aún, después de hacer dieta.
Llevó una cucharada a su boca, cerró los ojos deleitándose con el chocolate derritiéndose en su paladar, viajando a un mundo desconocido, juró que casi gimió por el sabor y la jugosa textura. En definitiva, a la vista de todos su comportamiento era extraño, movía sus pies igual a un niño pequeño con su golosina favorita y sonreía como un conejito travieso, sin percatarse de la penetrante mirada observándole con desdén.
Taehyung llegó a Choco's, luego de un difícil y perturbador trabajo. Deseaba sentir algo en extremo dulce, con suerte quizá olvidaría el amargo sabor que le dejó lo anterior, pues se le había encargado secuestrar a la hija de So In Sung; el traidor quien se unió a otro bufet de abogados, generando grandes pérdidas al emporio hotelero. La mantuvo cautiva tres días, sin proporcionarle alimentos, solo agua, la chica rogaba por clemencia, pero a él no le interesaba en lo más mínimo, levantó sus muros muy alto, jamás se tocó el corazón ¿Por qué lo haría con ella? Todavía recordaba la bala rasgando la piel de la joven, el líquido viscoso fluyendo de su hombro izquierdo, los gritos de dolor zumbando en su cabeza. ¿A quién pretendía engañar? En realidad, por mucho que manipulara sus principios hacia zonas oscuras, jamás se acostumbraría a jugar al asesino soberbio e indolente. Como se esperaba de un padre, éste nunca sería insensible, se retractó luego de enviarle un pedazo de tela perteneciente a la muchacha pintada con sangre y como la mayoría en ese sitio, volvería a convertirse en una rata, parte de la manada de sucios animales bajo el liderazgo del diablo. Tampoco podía denunciarlo, ya que, en el transcurso de su carrera cometió graves delitos mediante sobornos y recolección de pruebas falsas para beneficiar al "Amo", venciendo en todos los casos llevados a la corte.
