86. de vuelta

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Llegamos a Oregón y lo primero que hice fue bajarme, estábamos frente a la casa de campo de este par y tome mi motocicleta

—¿No quieres que vallamos?

—Hay demaciado tráfico, llegaremos en 2 horas y media si no voy en yo sola, los veo haya

Arranque y conduci lo más rápido que podía esquivando autos y entrando al bosque, Miles de árboles se me atravesaban en el camino pero ninguno que no pudiera darle vuelta
Llegue a la cabaña y miré que Ford estaba terminando de dibujar, suspiré, otra vez que me falla este precentimiento

—Hola, cielo —dije abrazándolo y besando su mejilla

—Hola, linda —me abrazo fuerte— ¿Cómo estubo tu vuelo?

—Estresante.. —acaricie su mejilla— no dejo de pensar en que algo malo puede ocurrir nos

—Todo está bien —tomo mi rostro entre sus manos— mirame —fijo sus ojos azules en los míos— estás.. estás temblando —toco mi frente— no tienes fiebre y aún no es tiempo de los medicamentos, linda ¿Está todo bien contigo?

—Tube horribles sueño, pesadillas —me abrazo de nuevo

—Te haré algo de té y me cuentas lo de las pesadillas pero cálmate —me tomo entre sus brazos y me cargó modo princesa hasta el sofá de nuestra habitación

Me senté y me sirvió de en una tetera que ya tenía preparada

—Ahora.., cuentame —senti el calor del te recorrer mi garganta, esto me daría aliento para hablarle

—El primer sueño o mejor dicho pesadilla fue antes de venír a Gravity falls —dije— fue cuando no podía dormir..

—Lo recuerdo —tomo mi mano— sigue

—Estaba en la oscuridad, un viento frío recorrió todo mi alrededor, una mujer estaba en el suelo pidiendo ayuda, pose mi mano en su hombro para que levantarse la mirada; me dijo que su esposo había desaparecido y cuando levantó la mirada, era igual a mi pero de alguna manera acabada, tenía ojeras y arrugas en todo su rostro, temblaba y demaciado...

—¿Mas que tú hace rato? —pregunto serio

—Demaciado a decir verdad, me dió una hoja y dijo que jamás lo invocara, ni lo miré pero dijo que estaba sola, que desapareció y nadie le ayudo...

—Eso no sucederá —recoste mi cabeza en su pecho y acaricio mi espalda— si algo me pasara están Jeremías, Rafael, Jordán, Mey y todos ellos, no creo que todos vallamos a morir de la noche a la mañana

Tocaron la puerta de la cabaña y Ford salió, me quedé en la habitación para vestirme con algo más cómodo

—Son Jeremías y Rafael con un amigo, te esperamos arriba —acenti y me coloque la camiseta con un shot, en cuanto salí del cuarto Ford estaba en la puerta— ¿Vas a salir así? —me alzó de la cintura

—¿Por que no? —rei dejando caer mis lentes— ahora estoy más ciega ¿Podés pasarmelos?

—No —me cargo de nuevo— te llevaré arriba y después regresó por ellos

—Eso es el doble de trabajo

—Lo se —rio

(...)

—Si necesitas algo _______ llámame —me dió su tarjeta y Ford me miraba raro

—No dudaré en hacerlo, Robert —guarde la tarjeta en mi bolsillo, la mirada de Ford era más penetrante que nada

Mi aguafiestas T. 2 «ford & tu»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora