Capitulo 4

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- Espero que no tenga que volver por ti otra vez inconsciente - exclama Erick mientras caminamos  rumbo a la celda de castigo.

-No te preocupes, esta vez sera muerta- río sarcástica.

Me llevo hacia una celda alejada de las demás y me metió ahí, era oscura y olía mal.

-Dudo que puedas hacer algo ahí - exclama mientras cierra con llave la celda- Buenas noches .

Y sin mas se va, dejándome ahí a oscuras y con el dolor que ya tenia.

~ERICK~

No la conocía de nada pero el dejarla ahí, sola cuando hace minutos trato de suicidarse no me dejaba tranquilo.

-¿Que paso con la reclusa?- pregunta Cesar.

-La mandaron a la celda de castigo por lo que hizo- contesto.

- Y bueno también como querían que reaccione- exclama .

- ¿a que te refieres ?- pregunto.

-Imagínate que el novio murió en la balacera donde ella también estaba.

-¿Como así?.

- Lo que se de esa reclusa es que esta aquí por lavado de dinero, matar a tres policías y robar joyas- contesta- y mira no es española .

Me mostró sus papeles y ahí pude ver su nombre.

-Yomira Petrorza Robbie- exclamo.

-Viene de londres, es una niña rica - contesta cesar.

-¿Cuanto tiempo estará aquí?- pregunto.

-Su juicio es en cinco meses- contesta.

No podía dejar de mirar su fotografía, era muy bella pero eso no le quitaba que era una reclusa y yo tenia que estar vigilandola, ese era mi trabajo.

~Yomira ~

El sonido fuerte que hacia el metal de la celda no me hacia desaparecer mis pensamientos, el dolor se hacia cada vez mas grande, solo quería desaparecer o dormir para siempre, no quería vivir sin  Christian, ya nada tenia sentido, mi vida no tenia sentido sin el.

-Tu comida- de pronto una voz detrás de la puerta de fierro me saco de mis pensamientos.

-No quiero- contesto.

De pronto una bandeja entro por debajo de la puerta.

-Si no lo quieres puedes darselas a las ratas- esa voz se me hizo familiar.

-¿Por que me sigues ?- pregunto.

-Soy el vigilante de este pabellón, es mi trabajo- contesta- así que come.

-Quiero morirme- las lagrimas comenzaron a caer nuevamente.

Me senté apegada a la puerta, rodeando mis rodillas con mis brazos.

- No dejaremos que tomes el camino fácil- susurra del otro lado de la puerta.

Fije mi mirada en la fuente donde estaba la comida y la agarre.

-Mande a pedir que los utensilios sean de plástico para que no te lastimes - exclama.

Mientras iba comiendo no dejaba de llorar recordando en que momento caí en esto, en que momento perdí a Christian, el amor de mi vida.

-No seas cobarde y vive- fue lo ultimo que dijo y oi sus pasos alejarse.

No quería vivir, no así.

Mi tiempo en la celda de castigo se cumplió así que me volvieron a mi celda.

Ya en el patio a la hora del almuerzo mientras caminaba con mi fuente de comida las demás reclusas murmurraban de mi y hasta algunas me arrojaban comida.

En cuanto me senté y me dispuse a comer sentí como una mano tiro mi fuente de comida.

-Las niñas ricas no se mezclan con el pueblo- esa frase me recordó a el, a Christian.

Era lava junto a Carne y otras reclusas mas.

-¿Así que te quisiste matar ?, ¿sabes que pudieron culparnos a nosotras pedazo de estúpida?- refuta lava.

-No es asunto suyo- susurro- déjenme en paz.

Y cuando me levante para irme lava me jalo del cabello y me tiro contra el suelo, golpeando me los brazos.

-Escucha bien niñata idiota, acá vienes a pagar y no te la vas a llevar fácil- refuta.

Hasta que llego Erick con unos guardias mas a controlar el alboroto.

-Levántate- ordena Erick - tienes visita de tu abobogado- me coloco las esposas.

Y me escolto hasta el cuarto de visitas.

-No trates de hacer  nada, te vigilo- fue lo ultimo que dijo y me dejo ahí sentada.

De pronto entro un hombre de traje y se sentó frente a mi.

-Soy Julio Martinez tu abogado, Liam ya me explico tu situación- exclama al verme.

-Si, me dijo que me mandaría otro abogado- contesto.

-Me informaron que trataste de suicidarte.

-Que rápido corre el chisme- contesto sarcastica.

-Ellos no te dejaran morir fácilmente, así que no lo intentes.

-Ya no tengo por que vivir.

Pareció no oírme y continuo:

-Estoy recolectando pruebas e información para el día de tu juicio, las declaraciones echas por tu madre no tienen mucha validez al no mostrar pruebas fehacientes.

-Has todo lo que tengas que hacer, solo tengo dos pedidos.

-Dime.

-No quiero que Maria vuelva a venir aqui, no quiero que venga a verme.

-Bueno, puedo hacer eso pero ella esta muy preocupada por ti.

-Esta embarazada, no se merece pasar por todo esto.

-Esta bien hablare con ella.

-Y el otro pedido es que busques a mi madre y le digas donde estoy y si es posible la obligues a venir a verme.

-Puedo hacer eso también.

- Y ahora tengo un favor que pedirte.

-Dime.

-Nescecito que me consigas un cuchillo o algo con filo.

-¿Que?.

-No tomare el camino fácil sino el camino rápido.

-Estas loca, no puedo conseguirte algo así.

Me acerque a el y lo mire fijamente.

-Si tu no me lo consigues, yo buscare la forma de hacerlo.

-Por favor Yomira, no cometas una tontería.

Sin mas me levante y antes de salir me pare frente a la puerta.

-Tal vez sea la ultima vez que hablemos.

Y continúe caminando.

Ya no tenia motivos para vivir, ya no quería vivir.

BAJO TU MIRADA [III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora