- Espero que no tenga que volver por ti otra vez inconsciente - exclama Erick mientras caminamos rumbo a la celda de castigo.
-No te preocupes, esta vez sera muerta- río sarcástica.
Me llevo hacia una celda alejada de las demás y me metió ahí, era oscura y olía mal.
-Dudo que puedas hacer algo ahí - exclama mientras cierra con llave la celda- Buenas noches .
Y sin mas se va, dejándome ahí a oscuras y con el dolor que ya tenia.
~ERICK~
No la conocía de nada pero el dejarla ahí, sola cuando hace minutos trato de suicidarse no me dejaba tranquilo.
-¿Que paso con la reclusa?- pregunta Cesar.
-La mandaron a la celda de castigo por lo que hizo- contesto.
- Y bueno también como querían que reaccione- exclama .
- ¿a que te refieres ?- pregunto.
-Imagínate que el novio murió en la balacera donde ella también estaba.
-¿Como así?.
- Lo que se de esa reclusa es que esta aquí por lavado de dinero, matar a tres policías y robar joyas- contesta- y mira no es española .
Me mostró sus papeles y ahí pude ver su nombre.
-Yomira Petrorza Robbie- exclamo.
-Viene de londres, es una niña rica - contesta cesar.
-¿Cuanto tiempo estará aquí?- pregunto.
-Su juicio es en cinco meses- contesta.
No podía dejar de mirar su fotografía, era muy bella pero eso no le quitaba que era una reclusa y yo tenia que estar vigilandola, ese era mi trabajo.
~Yomira ~
El sonido fuerte que hacia el metal de la celda no me hacia desaparecer mis pensamientos, el dolor se hacia cada vez mas grande, solo quería desaparecer o dormir para siempre, no quería vivir sin Christian, ya nada tenia sentido, mi vida no tenia sentido sin el.
-Tu comida- de pronto una voz detrás de la puerta de fierro me saco de mis pensamientos.
-No quiero- contesto.
De pronto una bandeja entro por debajo de la puerta.
-Si no lo quieres puedes darselas a las ratas- esa voz se me hizo familiar.
-¿Por que me sigues ?- pregunto.
-Soy el vigilante de este pabellón, es mi trabajo- contesta- así que come.
-Quiero morirme- las lagrimas comenzaron a caer nuevamente.
Me senté apegada a la puerta, rodeando mis rodillas con mis brazos.
- No dejaremos que tomes el camino fácil- susurra del otro lado de la puerta.
Fije mi mirada en la fuente donde estaba la comida y la agarre.
-Mande a pedir que los utensilios sean de plástico para que no te lastimes - exclama.
Mientras iba comiendo no dejaba de llorar recordando en que momento caí en esto, en que momento perdí a Christian, el amor de mi vida.
-No seas cobarde y vive- fue lo ultimo que dijo y oi sus pasos alejarse.
No quería vivir, no así.
Mi tiempo en la celda de castigo se cumplió así que me volvieron a mi celda.
Ya en el patio a la hora del almuerzo mientras caminaba con mi fuente de comida las demás reclusas murmurraban de mi y hasta algunas me arrojaban comida.
En cuanto me senté y me dispuse a comer sentí como una mano tiro mi fuente de comida.
-Las niñas ricas no se mezclan con el pueblo- esa frase me recordó a el, a Christian.
Era lava junto a Carne y otras reclusas mas.
-¿Así que te quisiste matar ?, ¿sabes que pudieron culparnos a nosotras pedazo de estúpida?- refuta lava.
-No es asunto suyo- susurro- déjenme en paz.
Y cuando me levante para irme lava me jalo del cabello y me tiro contra el suelo, golpeando me los brazos.
-Escucha bien niñata idiota, acá vienes a pagar y no te la vas a llevar fácil- refuta.
Hasta que llego Erick con unos guardias mas a controlar el alboroto.
-Levántate- ordena Erick - tienes visita de tu abobogado- me coloco las esposas.
Y me escolto hasta el cuarto de visitas.
-No trates de hacer nada, te vigilo- fue lo ultimo que dijo y me dejo ahí sentada.
De pronto entro un hombre de traje y se sentó frente a mi.
-Soy Julio Martinez tu abogado, Liam ya me explico tu situación- exclama al verme.
-Si, me dijo que me mandaría otro abogado- contesto.
-Me informaron que trataste de suicidarte.
-Que rápido corre el chisme- contesto sarcastica.
-Ellos no te dejaran morir fácilmente, así que no lo intentes.
-Ya no tengo por que vivir.
Pareció no oírme y continuo:
-Estoy recolectando pruebas e información para el día de tu juicio, las declaraciones echas por tu madre no tienen mucha validez al no mostrar pruebas fehacientes.
-Has todo lo que tengas que hacer, solo tengo dos pedidos.
-Dime.
-No quiero que Maria vuelva a venir aqui, no quiero que venga a verme.
-Bueno, puedo hacer eso pero ella esta muy preocupada por ti.
-Esta embarazada, no se merece pasar por todo esto.
-Esta bien hablare con ella.
-Y el otro pedido es que busques a mi madre y le digas donde estoy y si es posible la obligues a venir a verme.
-Puedo hacer eso también.
- Y ahora tengo un favor que pedirte.
-Dime.
-Nescecito que me consigas un cuchillo o algo con filo.
-¿Que?.
-No tomare el camino fácil sino el camino rápido.
-Estas loca, no puedo conseguirte algo así.
Me acerque a el y lo mire fijamente.
-Si tu no me lo consigues, yo buscare la forma de hacerlo.
-Por favor Yomira, no cometas una tontería.
Sin mas me levante y antes de salir me pare frente a la puerta.
-Tal vez sea la ultima vez que hablemos.
Y continúe caminando.
Ya no tenia motivos para vivir, ya no quería vivir.
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BAJO TU MIRADA [III]
Fiksi PenggemarLa historia de Yomira continua ahora mas que nunca tendrá que enfrentarse a la vida y a la justicia, dicen que el dinero siempre gana y para Yomira sera el peor enemigo por que los finales no siempre son felices.