『23』

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Esposos y lloriqueos

Rin había regresado a Japón haciendo una escala temporal para quedarse en casa un par de semanas con su madre e hermana, luego regresaría a Australia junto a Sousuke, pasaba por el transbordador en camino a recoger sus maletas, las personas iban de aquí a allá, apresuradas por tomar su vuelo al ser el
Aeropuerto principal podías perderte fácilmente o mucho peor perder tu vuelo, tomo su maleta de la banda transportadora una vez apareció, al fin vería a su familia y a Sousuke después de unos largos y cansados meses en Estados Unido.

Había aprendido tanto en esa estadía, el entrenador sin duda era un tipo difícil de roeder pero cuando lograbas estar en sintonia con su programa todo iba de maravilla. Aunque su obsesión con los músculos le hacía recordar a su hermana constantemente. A lo lejos noto a Sousuke, sonrió ladinamente para comenzar a correr, soltando su maleta y mochila, salto encima de el. Desestabilizado su centro, el ojiceleste le tomo entre brazos, riendo vagamente a la actitud de su novio, próximamente prometido.

-Bienvenido a casa Rin!

-Estoy en casa.- tomo entre sus manos el rostro marcado de Yamazaki para a cortar la distancia, fundiéndolos en fugaz beso, sus labios iban al compás de sus latidos, se habían extrañado y quien no extrañaría a un pelirrojo llorón, puesto que el había comenzado a llorar una vez se separaron.

-Vamos al auto así podrás llorar, sin llamar la atención.

-No estoy llorando.- trataba inútilmente limpiar su rostro, un intento bastante tierno.

-Te llevaré a casa.

Logró tomarle entre brazos y recoger sus maletas, hasta ahora Rin no se había dado cuenta del íntimo dolor en su hombro,como pudo entro al auto, se lo había pedido prestado a la Señora Matsouka, dejo a Rin en el suelo para meter las maletas a la parte trasera. Subieron al coche, solo esperaba que todo estuviese yendo bien en casa de los Matsouka.

-Sousuke ¿no que ya no usarías el soporte?

-Hubo un incidente, así que mi te-rapista me lo recomendó.-le había descubierto, el soporte era una tela dura adaptada a su hombro para evitar daños.

-¿Que ocurrió? ¿porque no me contaste?

En realidad por accidente cayo de la escalera mientras acomodaba unas cajas en casa de sus padres y para su mala suerte en su hombro, desde antier lo usaba, era para prevenir una lesión. No le contesto, eso le molesto a Rin, ya vería que hacer, estaciono en frente de esta.

-Rin quiero enseñarte algo.

-¿Más cosas me ocultas?

-Ven.- tomo su mano, este quería safarse pero no lo logró, fueron al patio trasero entre quejidos y rasguños.

-Sorpresa.

Todos sus amigos estaban ahí, también su entrenador, desde Iwatobi hasta samezuka, reunidos para festejar el regreso de Rin aunque era para Haru por igual pero el ya había tenido su fiesta sorpresa. Había globos de colores, una mesa con variedad de platillos y un gran cartel con un escrito.

A tu lado todo es mejorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora