Cap.8

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Mis gritos y los jadeos del contrario eran los que se escuchaban en aquella habitación.

Mis piernas estaban ahora cruzadas en su cintura y mis manos juntas en su cuello, apretando con toda la fuerza que me ofrecía mi cuerpo.

Él en un intento de escapar de mi se levantó y con sus manos empujo mi cuerpo. Reía entretenido, balancee mi cuerpo mientras lo ahorcaba cada vez más fuerte, hasta el punto de sentir mis huesos tronar, ¿o no eran los de él?

Que divertido.

Su cara se volvía un poco morada, solo un poco. Le solté el cuello y Salí corriendo a la puerta.

— Oh, miren aquí está mi pequeño paciente...- Reí con gusto mientras tomaba la silla de aquel escritorio escuchando su tos resonar en agonia. Le mire sonriente, y como si fuera unos de los mejores conciertos gritos desalmados se empezaron a escuchar.

— Que hermosa armonía es la que produces, pequeño.

La silla pegaba a su cuerpo mientras el trataba de cubrirse la cabeza, la sangre ya empezaba a fluir entre su ropa por los rasguños. Y ya su boca empezaba a gotear sangre.

— Oh, ¡doctor! Como va a ser posible, ¿¡le estoy lastimando!?.- Mi risa era imposible de parar.

Deje la silla caer en mis pies mientras le daba un respiro, era mejor que esto fuera lentamente, así me divertía mucho mas.

Rápidamente tome unos lápices del escritorio y los ojos del doctor se extendieron.

— Oh, no, no, no... no te asustes pequeño. No hare nada malo.- dije mientras me acercaba a el y llevaba mi mano libre a sus muslos.

Los sobe por unos segundos y en un hábil movimiento unos de los lápices entro en su pierna izquierda en solo un cuarto de la mitad. Un grito escandaloso se escucho y par de segundos después mi risa la acompañó.

Seguí haciendo presión en el lápiz, mientras subía y bajaba constantemente.

Lamia mis labios pensando  en como era la sangre de aquel doctor, acerque mis labios  a el lápiz, sacándolo y viendo la sangre fluir entre su pantalón, con mis manos rasgue mas la tela dejando el hoyo a la vista, las grandes cantidades de sangre salir manchando mis manos, sonreí  acercando mi boca a la  sangre y para así comenzar a lamer degustando el sabor metálico.      

Mientras chupaba y mordía la herida.  Al doctor ya no le salían palabras, estaba mirándome con sus ojos bañados en lágrimas que poco a poco iban bajando por sus mejillas manchadas de sangre, fusionándose en una sinfonía de llanto.

  —¿Te gusta, pequeño?  

Este era el sufrimiento más armónico que se podía hacer en un acto psicopático

Mi risa no descansaba, era realmente difícil dejar de reis para seguir con otro lápiz. Yo no dejaba de ver su mirada de terror y él no paraba de ver la mía de diversión.

Y en un instante su vista se separo de la mía guiándola a mi espaldas, y sonrió mostrando sus dientes teñidos de rojos.

Solo eso basto para yo parar de reír para tensar mi mandíbula y enterrar otro lápiz. O eso fue lo que intente, antes de sentir una aguja en mi cuello, y un calor como del fuego directo surgir de la punzada.

Y así fue como poco a poco mi vista perdía calidad y sentía mi cuerpo pesado. No obstante, mi sonrisa seguía allí.

✳                ✳

El sonido de unos polluelos se escuchaba en el patio trasero de aquella casa de tres pisos.

Estaban en el piso, pues se habían caído del pequeño nido del árbol de pino.

Unas pisadas alertaron a los pequeños polluelos habiendo sonidos asustados y agudos en búsqueda de ayuda de su madre.

Unas manos tomo uno a uno con un poco de lucha a sus intentos de escapar, eran difíciles de tomar pero fáciles de dañar.

Los dejó dentro de una caja que había llevado y luego de sonreírles, tomo uno a uno en sus manos, apretando sus cuerpos y riendo al ver jotas de heces salir de sus cuerpos y un chillido sonar.

A cada uno los apretó y a cada uno los mató

Que lindos quedaron sin cabezas al haber sido tronadas y jaladas. Que lindos se veían todos acomodados en aquella caja que minutos después había enterrado con su madre, que aun no creía lo que su Yoongi había hecho.

Por más que le decía que aquello era malo, el niño siempre hacia de las suyas con los pobres animales 
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SonDreGood

Psicopatía® |+18| [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora