Estoy sentada en la oficina del director, desde hace un año han estado llegando cartas a mi apartamento por parte de la escuela, todas diciendo de la deuda que debo a la escuela, que pague pronto o me darán baja definitiva. Hoy, es mi ultimátum.
-Señorita Stevens ¿Comprende la situación por la que esta pasando?
-Si señor.
-Es necesario que de el pago a la escuela si quiere continuar con sus estudios -cruza las manos frente a su cara y apoya la barbilla en ellas -seria una lastima que una de nuestras mejores estudiantes que esta a punto de graduarse sea dada de baja solo por la falta de pago -su voz suena mentirosa y lo es, solo interesa el dinero ¿No? ¿Qué mas les puede interesar a las personas?
-Necesito que me autorice una prorroga mas, a finales del curso daré el pago completo con intereses si es necesario -no saldré de aquí hasta que no autorice esa maldita prorroga, solo que aun no tengo ni idea de como le hare para pagar todo, no tengo trabajo y si lo llego a conseguir de puro milagro, no creo que sea lo suficiente para completar ni la mitad del pago.
-¿Esta segura señorita Stevens? El pago con intereses seria... -saca una calculadora de uno de los cajones del inmenso escritorio de madera de roble -seria aproximadamente medio millón de dólares -dice como si medio millón de dólares fuera como un centavo de dólar que te encuentras tirado a media calle -¿Segura que quiere continuar? Yo aceptaría otorgarle la prorroga hasta finales de curso, solo si me asegura que tendrá el dinero con todo y los intereses -dice de la manera mas fría que uno puede encontrar, dan ganas de ahorcarlo, gente hipócrita que mientras pagues y seas el mejor estudiante te saludan como si fueras la lotería que ganaron.
-Estoy consiente del monto del pago y le aseguro que daré todo el dinero -digo lo mas segura que puedo, sin quebrantarme, ni mucho menos rompo a llorar en llanto, aunque un nudo en la garganta amenaza con dejarme quedar mal.
-Entonces es todo por hoy, mañana pase de nuevo a la misma hora para firmar los papeles con los abogados de la escuela presentes.
-Claro señor -salgo de la oficina del director y corro directo al departamento.
Deudas existen en todos lados ¿No? Gente que gana el mínimo puede mantener a todo un ejercito de niños.
Llego al departamento y en el buzón me encuentro con los recibos de los servicios, otros que también presionan por que pague o cortaran de nuevo el servicio.
Enciendo la radio en mi celular y por obra de Dios o del destino, sale un comercial de la compañía Reynolds, solicitando asistente bilingüe, que maneje los programas de Microsoft, responsable. El trabajo perfecto para mi, llamo al numero de la empresa y me dan cita para mañana.
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-Pase señorita Stevens -dice una rubia platinada de cabello largo -da la vuelta para dirigirse a su escritorio, su cabello largo se mueve como en los comerciales que ofrecen productos para el cabello.
Me levanto y entro a una pequeña oficina que me recuerda mucho a donde interrogan los policías a los delincuentes.
-Siéntese por favor -dice el hombre que esta detrás del escritorio, vestido muy formal con su traje gris a medida.
Me siento en la pequeña silla de cuero negro y entrego mi curriculum.
-Aquí dice que domina varios idiomas ¿Es correcto?
-Si.
-Perfecto, tenemos varias compañías por todo el mundo, una de las mas importantes en Francia -dice orgulloso -el horario de la empresa es por las mañanas y parte de la tarde ¿Tiene algún inconveniente con eso?
-No.
-Dice que sigue estudiando ¿Cuándo termina la carrera?
-Este es mi ultimo semestre.
-¿Cuáles son los motivos por los que quiere entrar a este trabajo?
-A decir verdad... -tengo que decirle la verdad, no me importa verme como una desesperada que busca dinero, pero realmente soy una desesperada que busca dinero -no podré graduarme de la universidad si no pago todo el dinero que debo, a pesar de que tengo beca, no es suficiente con el pago de la renta del departamento, los servicios, material escolar y los pagos de la inscripción.
-Déjeme decirle que usted es la mejor de las personas que han venido para esta entrevista, si para las próximas horas no hay nadie mas capacitado que usted, tiene mi palabra que haré todo lo posible para que entre en la compañía.
-Muchísimas gracias -digo y pongo una de las mejores sonrisas que tengo -le agradecería mucho que hiciera eso por mi.
-Una ultima cosa -dice con el tono de voz serio y la mirada preocupada -no es correcto que le diga esto, pero, al Señor Reynolds, le gusta que las cosas sean hechas lo mas rápido que se pueda, han corrido los rumores entre todo el personal, de que el señor Reynolds es una persona que le gusta jugar con las mujeres, sobre todo si su asistente es una chica, pero estas son despedidas por meterse con el y por la falta de responsabilidad y de interés por el trabajo, así que si quiere mantener su trabajo, diría que es mejor que haga caso a los rumores que corren por aquí sobre el.
-Seguro que lo haré, lo que menos busco es que me corran del trabajo.
-Entonces espere mi llamada en las próximas horas, puede salir.
-Gracias de nuevo -cierro la puerta y salgo con una sonrisa de oreja a oreja plasmada en mi rostro, prácticamente el trabajo es mío.