ROBERT
¿Frustración, ira, tristeza, impotencia? ¿Cuál se supone que de todos estos sentimientos es el que debería estar sintiendo solamente? Todos y cada uno de ellos están saliendo de mi sistema como una cascada, ver el cuerpo de Jessica pálido, sin ese color rosado que de vez en cuando tenía en sus mejillas, me hace querer salir corriendo de aquí, gritar al viento y maldecir por cada uno de los momentos en que me fui tan hipócrita con ella, por hacerla enojar y sacar lo peor de ella, cuando realmente fui yo el que estaba sacando lo peor de mi, solo por no querer aceptar que realmente me estaba enamorando de ella y pensar que tan solo han pasado algunos días, pero ella es totalmente diferente a todas las demás,
Me he portado tan mal en esta vida, lo único que quiero hacer es maldecir a Dios por llevársela a ella en vez de a mí, entre ella y yo, yo soy la persona más despreciable, ella es todo un amor de persona, aunque tiene un carácter que te hace temblar, aun así ella es perfección ante mis ojos.
-Hombre, yo... tu... sabes que los dos tuvimos la culpa sobre esto, la llevamos a ese maldito elevador -dice Gerard con la voz entrecortada.
No contesto, tiene razón, fue nuestra culpa, nuestro juego y competencia entre los dos nos llevo a esto -como diría mi madre, hombres tenían que ser -tal vez debí de haber trabajado más en abrir la puerta o en hacer algo cuando se desmayó, si tan solo hubiera hecho algo más que nada, tal vez ninguno de los tres estaríamos aquí, velando por la vida de lo que podría ser nuestro gran amor, no estaríamos sufriendo por esta desgracia.
¿Qué le diría a su familia? Hola, soy el jefe de su hija y vengo a decirle que mi amigo y yo nos enamoramos de ella, por nuestra culpa su hija murió al quedar encerrada en un elevador con nosotros, descuide no le estábamos haciendo nada, solo queríamos conversar con ella, aunque pareciera que la situación no fuese esa. Claro su familia me iba a matar, la amiga con la que hablaba por teléfono lo haría, el chico con el que platicaba lo haría y todos nos culparían todavía aun peor que nosotros mismos lo hacemos.
El sonido muy parecido a un bip suena adentro de la sala, es un sonido apenas audible cada largos e interminables segundos, para después sonar de nuevo; la cara de asombro de los médicos es exageradamente grande y expresiva, en un momento de reacción empiezan a poner tubos en todo el cuerpo de Jessica, una mascarilla de oxigeno y muchos materiales propios de un hospital que ni siquiera he logrado ver en televisión.
¿Frustración, ira, tristeza, impotencia? ¡No!, estoy invadido de alegría, esperanza y... y... alegría, no puedo pensar en otra cosa más que en tomar su cuerpo, abrazarla y llenarla de calor, sostener su frágil y pequeño cuerpo entre mis brazos instintivamente me muevo y Gerard me toma del brazo para detenerme.
-Recuerda que no saben que estamos aquí -dice finalmente.
-Lo sé, solo es que quiero acercarme a ella -digo con un tono de voz que jamás había escuchado salir de mi, ¿Qué me estaba pasando?
-¿Y tú crees que yo no? Muero por acercarme a ella, pero no podemos, nos echaran de aquí y ya no sabremos qué pasó con ella, hasta que esté en un cuarto como el nuestro -dice, se que tiene razón, de verdad quiero saber de ella, por lo que restrinjo mis instintos más carnales.
Movimientos de los doctores, enfermeras e instrumental estuvieron saltando a mi vista todo el tiempo que estuve, milagrosamente nadie se dio cuenta de nuestra presencia hasta que una enfermera tuvo que salir.
-¿Por qué ustedes dos están aquí? -pregunto la chica guapa que me había tocado que me atendiera al principio.
-Queríamos saber sobre nuestra... amiga -dijo Gerard.