Capitulo 15

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JESSICA

“La imaginación es basta, sobre todo en aquella tarde gris donde nos conocimos, un lápiz y un papel tuvieron la amabilidad de describir mi ser; cafés y ejecutivos fueron inspiración. Un panecillo estará esperando”

Tenía la frase escrita en un papel y con letra cursiva demasiado bien escrita como para ser de Robert, en mi mano ¿A qué se refiere? Donde nos conocimos fue en la empresa, pero no recuerdo nada sobre cafés, lápiz y papel, supongo que la siguiente pista ha de ser en la empresa, pero ¿Exactamente dónde?

-¿Has adivinado algo? –entra Robert con un vaso de té helado.

-Sé que la siguiente pista se encuentra en tu empresa, pero no sé exactamente donde, dice que un panecillo estará esperando, pero no puedo simplemente llegar y ver el panecillo al aire libre, ha de estar escondido lo sé, no me la pondrás fácil.

Se acerca a mí con una sonrisa estampada en su rostro y me entrega el vaso de té –muy astuta de tu parte pensar eso –me da un beso en la comisura de mis labios y se sienta en la cama –tienes todo el día para pensar exactamente donde está, tengo las llaves de la empresa, puedo abrir a la hora que yo quiera –dice tranquilo y orgulloso.

-Eso no lo dudo –digo apoyando mis manos en la cintura.

Me atrae a su cuerpo y me abraza, su cabeza queda a la altura de mi estómago y sin querer este hace un pequeño ruido.

-Creo que tienes hambre –dice sonriendo.

-Sí, un poco –digo avergonzada.

-Vamos a bajo, Sara ya tiene lista la comida –dice con cariño y me toma de la mano.

Bajamos las escaleras y el olor a comida deliciosa invade el ambiente, música jazz suena por lo bajo, la mesa está preparada para dos, dos velas gordas en medio iluminando perfectamente el lugar, dos copas de vino blanco y dos platos hondos llenos de una sopa blanca, cubiertos puestos a los lados, un camino de pétalos conduciendo hacia el lugar y al final formando un enorme corazón alrededor de la mesa.

-Todo listo señor –dice Sara.

-Gracias, te quedo perfecto.

-Aquí estaré por si necesitan algo mas –dice señalando hacia el interior de la cocina.

Robert asiente y caminamos de la mano por el camino de pétalos, retira la silla para mí y me siento, después él pasa a su lugar.

No tengo palabras para describir lo hermoso que es esto, lo detallista que ha sido conmigo y lo bien que me ha tratado, muy diferente al Robert del trabajo, no sé si ahora este Robert me guste, con el otro me gustaba pelear y ponerlo de nervios, siempre retarlo, pero este ahora es dócil, es diferente, me agrada, pero es diferente, un lado que no conocía de él, no sé si quiera estar todo el tiempo así, las parejas no duran siendo así siempre, tiene que haber peleas, además que la reconciliación siempre es la mejor parte, tal vez pueda hacer algo hoy para molestarlo, después de esto, le preguntaré a Sara que es lo que más le molesta.

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