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Después de ese diálogo incómodo con Jimin, bajé del autobús. El todavía se quedó en él, se ve que su ruta era laaaaarga.
Entré al trabajo, vi que había demasiada gente y me acerqué rápido al mostrador, llamé a Rye para que fuera a guardar sus cosas y dar por terminando su turno. Después de ir al baño de empleados, fui al lugar donde sacaba el mandil y me lo puse, busqué con la mirada a Kumi, no la encontraba pero de un de repente apareció de la nada y le sonreí.
¡Kumi! —Llamé su atención y ella volteó— Pensé que no vendrías. —Hice puchero.
—Kumi rió leve— Ya hasta crees que faltaría. —Suspira y se recarga donde esta el mostrador.
Eres capaz. —Agarré lo de siempre, la libreta y el bolígrafo.
Claro que no tonta, estoy acá todo el día —Me mira seria— ¿Crees que dejaría pasar una paga muy buena? —Hace una mueca.
Oh no, Kumi es muy trabajadora desde siempre. —Rodeo los mostradores y me paro en frente de Kumi.
Atendí a todos los clientes, si quieres puedes ir a recoger los trastes. —Mete las manos en las bolsitas de los costados de su mandil— Y no pongas cara porque es fácil.
Rayos, ya me iba a quejar. —Doy una pisada en el suelo y sonrío— Bien, ya iré.
Me puse a recoger los trastes que dejaban los clientes y los llevaba con el chico encargado de lavarlos. Al terminar esas acciones, atendí a más clientes y eso es lo que hice hasta las 10:50 pm, faltaban 10 minutos para salir y presentía que ya debía ir por mis cosas, me quité el mandil, agarré mi mochila y me despedí de Kumi. Ella se quedaría otro rato, dijo que tenía que atender un asunto.
Me quedé parada para marcar el número de emergencias, por si pasaba algo porque más vale prevenir que lamentar. Seguí caminando, era raro que no hubiera tantos coches, apenas si pasaban tres cada cinco minutos, decidí un poco más después caminar rápido, recordé la tarea y qué pereza, pero debo hacerla.
¿Por qué tan sola? —Dijo una voz masculina, yo bajé la velocidad de mis pasos pero aún así no volteé a ver quién era— ¿Me vas a ignorar? —Oí como aceleraba su paso y yo sentía que el corazón se me iba a salir por el miedo.
Iba subiendo poco a poco el celular a mi oído, pues ya estaba marcando al número de emergencias y en eso sentí que alguien me arrebató mi iPhone, yo lo miré enojada y me calmé un poco al ver que era Jimin.
Mientras paré mi paso en seco, el estaba viendo mi celular y me lo dió.
Llamaste al número de emergencias —Hizo una pausa de cinco segundos y después decidió continuar— ¿Aún no reconoces mi voz?
Ay, Jimin —Bufé— a veces la haces muy aguda, pienso que me habla una chica.
—Arqueó una ceja— No fue divertido tu comentario. —Gruñó enojado.
Y tampoco fue divertido que me siguieras. —Miro hacia adelante y decido caminar, sin decirle nada a Jimin.
Quedate quieta. —Suspiró desesperado mientras metía sus manos a los bolsillos de su chaqueta de cuero color negra.
No. —Grité y comencé a correr, al parecer eso colmó su paciencia y decidió correr detrás de mí, yo daba mi mejor rapidez, pero él me tomó de los cabellos que quedaban sueltos gracias a la media coleta.
Auch, estúpido, suéltame. —Agarré su mano e intenté enterrar mis uñas en ella, pero fue más rápido y la quitó rápido, volteo a mirarlo con furia— ¿QUIÉN TE CREES PARA JALARME DE LOS CABELLOS, PENDEJO ESTÚPIDO? —Grito fuertemente a lo cual me tapa la boca con su mano derecha.
Me creo tu amo. —Rié sarcástico y a la vez con diversión.
—Quito su mano de mi boca y suspiro— Ya deseas tener a una sumisa, mocoso. —Dije con tono burlón.
Te recuerdo que soy mayor que tú. —Aclara su garganta— niñata.
Niñata, pero al menos cuando un chico no me hace caso, no le jalo de los cabellos. —Acomodo mi cabello, lo miro por unos instantes y le doy un puñetazo en su hermosa y delicada cara.
Perra. —Grita con odio mientras está tirado en el suelo. Yo reí irónicamente y decidí salir corriendo.
Sé donde vives, puta. —Lo escucho gritar desde lejos y sólo río, conmigo nadie se mete y menos un pinche necio que no entiende que no quiero hablar con él
Llego a mi casa después de 20 minutos, respiraba agitada, a lo cual al abrir y cerrar la puerta de mi casa me dirigí rápido a la cocina, abrí el refrigerador y saqué una botella de agua de 600 ml, giré la tapa rosca e hice la acción de beber.
Subí a mi habitación, todo estaba tranquilo. No sabía si Namjoon se encontraba en casa, pero igual no me importó. Después de 30 minutos terminé mi tarea de investigación e inglés, al guardar mis libros y libretas en mi mochila, la puerta se abrió de golpe y yo ahogue un grito del susto, era mi hermano, a lo cual lo vi de mala gana y al parecer igual me estaba viendo mal.
¿Qué le hiciste a Jimin? —Me gritó cerca de la cara y yo sólo parpadeé varias veces.
Nada... Sólo fue un golpe. —Me alejé de mi hermano y me senté en el borde de la cama.
Debí advertirte antes. —Paso una mano por toda su cara con desesperación.
¿De qué? —Lo miro confusa— de que me acose, es eso. —Digo con desinterés.
¡No! —Alzó la voz y bufé.
Bien, ya suelta el chisme. —Hice ademán de que prosiga.
Kim Yon, lo tomas como un juego. —Me mira enojado— No debiste golpearlo, él me dijo que quería hacer una amistad linda contigo. Me amenazó que si ocurría algo mal contigo... Te iba a llevar con él.
¿Qué? —Grité leve y abrí mis ojos como platos— Está idiota o que, apenas me conoce, no puede llegar como si nada a mi vida y decidir lo que puede hacer conmigo.
No te conoce apenas, te conoce desde hace 2 años. —Hace una mueca de preocupación.
¿Entonces por eso vino a Seúl? —Pregunté con un tono calmado.
Sí, ese hombre es peligroso. —Bufó y me mira preocupado— Pequeña, prométeme que te cuidarás. —Se sienta a mi lado.
Me sorprendí mucho, pues no suele decirme "pequeña" y cuando lo dice es porque las cosas van en serio o van a empeorar...
Lo prome... —Namjoon y yo escuchamos un portazo proveniente de la puerta principal, empecé a temblar, pensé que podría ser él.
Escuchamos pasos subiendo las escaleras y dirigiéndose a mi habitación, se escuchaban como unas botas y recordé que Jimin tenía botas color negras, me entraron más los nervios.
Cuando vemos que medio se abre la puerta, Joon y yo pudimos ver el rostro de...
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Prohibido enamorarse. | Jimin de BTS.
FanfictionYon, una chica de 18 años recién cumplidos. Su meta es terminar la universidad, por lo cual decide enfocarse en sus estudios y aplicar el lema de "prohibido enamorarse", pero no se cumplirá si conoce a un chico que cambiaría su vida permanentemente...