Narnia El Príncipe Caspian (Peter Pevensie)

Capitulo 4

Una vez que todos nos subimos al bote navegamos por el rió.

- Que quietos están- Dijo Lucy mirando a los arboles  

- Son arboles, ¿que esperabas?- le contesto Trumpkin

- Solían danzar- dijo Lucy triste

- Poco después de que ustedes se fueron llegaron los telmarinos. Los sobrevivientes se ocultaron en el bosque y los arboles...- miro los arboles que Lucy miraba- se sumergieron en un sueño profundo del que no han vuelto a despertar.

- No lo entiendo ¿Aslan dejo que esto pasara? - pregunto confundida Lucy

- ¿Aslan? - Trumpkin soltó una risa irónica - Nos abandono al mismo tiempo que ustedes.

- No quisimos abandonarlos - Dijo Peter esta vez

- Eso ya no importa ¿o si?- dijo Trumpkin

- Llévanos con los narnianos y eso cambiara- dijo Peter y miro a la princesa que estaba sentada frente a el, Adhara tenia la mirada perdida sumida en sus propios pensamientos 

- ¿Estas bien? - pregunto Peter a la princesa 

- Si, solo que no puedo creer que ni Caspian ni yo nos dábamos cuenta de lo que ocurría- dije apenada

- No es su culpa, como dijiste ustedes no lo sabían- dijo Peter dándole una sonrisa tranquilizadora 

- Creí que me culparías por todo lo que mi pueblo hizo- Dije mirando sus hermosos ojos azules

- Ya lo dije, no fue vuestra culpa- dijo por ultima vez Peter

Seguimos navegando hasta que llegamos a tierra otra ves, comenzaron a bajar de a uno de la barca, me tocaba a mi bajar, me puse de pies y antes de bajar de la barca una mano apareció delante de mi, levante la vista y vi a Peter con una sonrisa.

- Gracias - le dije al tomar su mano y bajando de la barca

- De nada - respondió Peter.

Entre todos empujamos la barca para acercarla más a la orilla y no se nos fuera.

- Hola - dijo Lucy

Gire mi rostro y vi a la Reina hablar con un oso.

- No se mueva majestad- grito Trumpkin

Lucy se giro hacia nosotros mirándonos extrañada, el oso al ver que estaba de espalda empezó a correr hacia ella.

-¡Aléjate de ella! - Grito Susan preparando su arco.

Edmund y Peter tomaron sus espadas.

-¡Dispara Susan Dispara!- Grito desesperado Edmund al ver que Lucy caía y el oso estaba en dos patas listo para atacar.

Al ver que Susan no soltaba la flecha tome mi daga y la lance al oso dándole en el pecho. El oso cayó de golpe al suelo, Peter y Edmund se acercaron con la espada en alto listo para atacar al oso, Lucy se abrazo a su hermano mayor abrasándolo.

- No será necesario - dijo Trumpkin - ya esta muerto

- No puede ser - dijo Susan - la daga no es tan larga como para que atravesará y le diera en el corazón.

- Es una daga mágica - respondí yo, acercándome y sacando la daga del cuerpo del oso

- Contiene un veneno tan poderoso que con solo una pequeña cortada estarías muerto- explicó Trumpkin.

Lo mire extrañada,  ¿como sabe el de mi daga?

- Gracias - Me dijo Lucy aun abrasada a Peter

- De nada - le respondí con una sonrisa