Capítulo 01

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Era miércoles 25.

Era jodido miércoles 25 y estaba al borde del colapso mental.

Normalmente a esta hora estaría en mi club deportivo, disfrutando del calor en una piscina con una riquísima piña colada en mi mano y unos lentes de marca para no perder el look. Sin embargo, hoy era diferente. Hoy era el día que mi peor enemigo llegaba a la ciudad después de tres largos y maravillosos años que había disfrutado viviendo en paz y tranquilidad.

Volvía para arruinarme. Estaba completamente segura de que nada bueno iba a salir de esto.

Al menos no para mí.

—¿No podía sólo quedarse a vivir allá toda su vida? —pregunté, dando vueltas descalza en mi habitación por milésima vez. Baby, mi mejor amiga, se encontraba sentada en uno de mis sillones, con una revista sobre sus piernas. Solté un suspiro y me detuve en seco—. En verdad no entiendo por qué tenía que regresar, ¿quién vuelve a la mitad del último año? Además, el negocio de los señores Neumann va muy bien y su familia se ve tan feliz. Claramente es porque no está él, es decir, tú y yo sabemos que lo único que Beck sabe hacer es crear problemas, ¿por qué querrían añadir un estrés innecesario a su vida? —dije lo último lanzándome al sillón que se encontraba al lado de mi amiga. Si seguía dando vueltas estaba segura de que me saldrían callos y eso no haría más que arruinar mis pies por completo, cosa que me llevaría a dañar mi imagen, lo que causaría que los medios de comunicación ya no quisieran publicar artículos sobre mí como siempre hacen y todos mis seguidores me quitarían el follow, lo que básicamente terminaría dejándome como una don nadie y rompería toda la reputación que tanto me había costado construir.

¿Ven lo que quiero decir? Beck ni siquiera había llegado a la ciudad y ya estaba destruyendo mis logros.

Baby cambió la página de su revista.

—Si sigues preocupándote tanto te van a salir arrugas —me advirtió, sin siquiera voltear a verme y yo llevé inmediatamente mis manos a mi rostro.

Ay no, arrugas no.

—No puedo con tanto estrés, hay alguna manera de... No sé... ¿Enviar una bomba a su avión para que nunca aterrice? —escuché como mi amiga soltaba una enorme carcajada al escucharme. Reí con ella para disimular, aunque en realidad yo no lo había dicho de broma, mis ganas de bombardearlo iban enserio. Ya muchos problemas me había causado en el pasado, me rehusaba a volver a pasar por algo igual.

—Tú sí que estás loca —habló entre risas, aún con la vista pegada en la revista. Fruncí el ceño, ¿qué tanto leía para estar así de interesada? Era la edición del mes pasado, todo lo que se encontraba en ella era irrelevante en este momento. Me estiré un poco, y le arrebaté la revista. Había muchas otras cosas mucho más importantes que su revista, como por ejemplo, Beck —¡Oye! ¿Por qué me quitas la revista? —se quejó, mirándome ofendida, a lo que yo simplemente me encogí de hombros.

—Porque estoy en un momento de crisis y ocupo hacer algo antes de que me asesinen —noté como Baby se inclinaba hacia delante, luciendo un poco más interesada que antes. Comenzó a mirarme de una manera extraña, justo como lo hacía cuando yo le iba a contar algo que ella ya sabía—. ¿Qué? —pregunté al ver que no quitaba esa cara y una pequeña sonrisa se formó en su cara.

—No me digas que aún tienes miedo... —comenzó, utilizando un tonito de voz que no me gustó para nada.

—¿Miedo? ¿Yo? ¡Pff! —respondí rápidamente, soltando una que otra risa nerviosa—. Yo no le tengo miedo a nada.

Novios por accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora