Want you back🌸

871 45 12
                                    

You tell me I won't ever change
So I just say nothing

Recuerda como si fuese ayer cuando lo dejó por, según él, ser un cobarde.
Sí lo era.
Había preferido callar, enfadarse y negarlo todo que decir la verdad, que estaban enamorados, que tenían planes de futuro y que incluso se iban a vivir juntos.
Había dicho que estaba enamorandose de una chica, sí, eso fue un golpe bajo, una salida apresurada y ridícula que no pudo parar hasta que el reportero abrió la boca tan grande que podrían habersele metido todas las moscas de la Tierra dentro.
No había marcha atrás, fue consciente, pero no imaginó lo que pasó cuando llegó al hotel y la habitación estaba vacía.
Lo llamó, por lo menos quince veces y no paró de mandarle mensajes hasta que la pantalla no le permitió escribir más y una foto de Nerea la llenó por completo.
"Llamada entrante de Mariliendre"
Cogió la llamada con frustración, resoplando al escuchar la respiración de la joven sin que una sola palabra saliese de su boca.

Al final fue él mismo el que rompió el hielo, chasqueando la lengua y diciendo solamente: Hola, peque.

-¿Peque, Raoul? No estoy para apelativos cariñosos, ¿qué cojones te pasa?
-¿Qué me pasa?
-No me respondas con preguntas, le has roto el corazón.

Entonces entendió.
Entendió la habitación vacía, la falta de ropa y de respuesta.
Temblando, volvió a acercarse el teléfono a la oreja.

-¿Está contigo?
-Sí.
-Pásamelo.

Escuchó como Nerea abría una puerta y de fondo pudo oír como él decía "Ni de coña Nerea, no voy a volver a hablar con ese pibe en la vida"
"Ese pibe" eso era ahora. "Ese pibe" con el que hasta hacía unas tres horas quería compartir su vida, "ese pibe" del que de repente se había desenamorado.

-No quiere.
-Ya...dile que quedamos en un rato, necesitamos hablar esto. No se puede quedar así. Si quiere dejarme que sea valiente y lo haga a la cara.

Escuchó como el teléfono se movía bruscamente.

-¿Que yo- enfatizó el "yo" tanto que pudo notar una bofetada en su mejilla derecha- sea valiente, cabrón?¿Yo? Acabas de negarme y has dicho que estás con una tía, que, quien sabe, igual es verdad, de ti ya me espero cualquier cosa, y me exiges que sea valiente YO?
-Ago, amor...
-Que no me hables, joder y no te atrevas a decir esa palabra, no tú. Tú no mereces amor, tú no mereces...nada.
-Agoney, por favor, hablemos esto cara a cara.
-¿Quieres que te diga todo lo que pienso a la cara? Hecho, en media hora estoy en el hotel.
-Ten cuidado, no cor-
-Que te jodan, Raoul. Que te jodan.

Dicho y hecho, a la media hora estaba en el hotel. Pasó a la habitación como un torbellino. Ni siquiera se sentó, pero a Raoul le costó caerse de culo encima de la cama.

-¿Qué es lo que quieres hablar?

El rubio se levantó. Se acercó a Agoney y le dio un beso sujetandole la cara.
El canario no iba a aguantar eso, lo empujó fuerte y lo devolvió al frío colchón.

-Si crees que he venido a que me eches un polvo de reconciliación para que mañana digas que no somos nada lo llevas claro.
-¡Pero si estabas de acuerdo!
-Estaba de acuerdo con negar lo evidente, con la bromita de "somos amigos", con el que todos supiesen que estabamos juntos pero la prensa no nos atosigase. ¿Pero decir que jamás estarías conmigo porque ya tienes una relación con una chica? Estás mal de la cabeza, amigo.
-Agoney se me ha ido la olla.
-No, Raoul, tu olla sigue ahí. Soy yo quien se va.
-Ago...
-Te dejo aquí. Para siempre, ya no tienes nada que esconder.

CINCO CANCIONES PARA TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora