Donde Me Esperan Los Hamingja

El Lago Manapouri

Ya había pasado una semana en la casa del matrimonio Riddle-Potter y aun Severus no había recibido ni una carta o llamada de su madre.

-Bueno la red flú ha estado fallando estos días y pues las cartas...- dijo un Harry nervioso cuando un pequeño Severus le pregunto por su mamá.

-Por estos momentos el ministerio ha tenido varios problemas con el servicio de mensajería, se ha reportado varias cartas extraviadas – intervino Tom salvando a su esposo – De todos modos si llegase a recibir una llamada o carta te guardare el recado, anda ve con Harry y los demás mocosos para que pueda por fin tener un tiempo en paz – termino de decir mientras le daba un empujoncito al pequeño que tomaba la mano de Harry

Severus asintió pensativamente mientras sus piecitos caminaban a la par de su tío dirigiéndose a la salida de la mansión.

Hoy iban de paseo al lago Manapouri, el cual tenía una parte mágica escondida en sus profundidades donde solo los magos podían accesar, se dejó a la suerte el método con el cual iban a viajar dando como resultado ir en el flamante coche de Harry el cual amaba, solo Harry y Fernir tenían permitido conducirlo y como hoy Harry (con sus propias palabras) decía sentirse muy cansado decidió "llevar" (cofcofsecuestrarcofcof) a Fernir para que manejara el cual acepto a pesar del susto inicial.

Mientras iban viajando a una alta velocidad a la que según Harry consideraba una velocidad media se encontraron en un cruce donde un oficial de tránsito estaba pitando con su silbato controlando el tráfico, al cual casi se lo llevan por la corbata, ¿la razón?, Harry no le dio a Fernir la indicación de frenar así que el simplemente siguió conduciendo hasta que Harry le dio la orden de parar para que un encolerizado oficial los alcanzara. Una vez el oficial estuvo a lado de la ventanilla de Harry este rápidamente la levanto, poniéndose de un color rojizo el oficial toco la ventanilla de Harry.

-¿Quién es? – Pregunto Harry bajando la ventanilla -¡Ah! Asi que es usted oficial, perdone no lo vi y eso que dicen que la carne de burro es transparente ¿que se le ofrece? –

-se me ofrece multarlo señor, por conducir como loco y pasarse el alto, ¡sus papeles! – grito tomando un color más rojo combinado con morado, combinación que Harry vio alguna vez en uno de los pretendientes de su tía Petunia, Harry aun sonriente le entrego los papeles mientras que todos los chicos e incluso Fernir estaban aguantando la risa.

El policía le entrego una multa y Harry se despidió de él pellizcándole las mejillas como si fuera un chiquillo, él oficial se fue soltando improperios entre avergonzado y enojado.

Una vez ya alejado el oficial, todos dieron rienda suelta a su risa,

-Por eso eres-

-Nuestro tío favorito-

Hablaron los gemelos de su manera peculiar completándose las frases, como sus padres.

-Gracias, aunque la diversión salió cara – dijo mirando la multa, para después desaparecerla con un movimiento de mano –Bueno, luego se lo pagare a Tom – susurro travieso

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Tom se encontraba disfrutando maravillosamente su taza de té mientras leía un libro con tranquilidad en su biblioteca personal cuando de la nada un pequeño papel aparece en su elegante escritorio de caoba y con un movimiento elegante lo tomo.

-Otra vez lo hizo ¿Cuándo aprenderá ese mocoso? – dijo una vez de haber revisado la alta cantidad de dinero que exigía la multa –Bien, bien, cuando regrese a casa le cobrare cada sickles – susurro esbozando una sonrisa divertida.

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Llegando aun paradero cubierto por arboles Harry apretó un botón en la guantera del coche haciendo que esta despliegue un pequeño tablero con muchos botones, Harry presiono un botón azul mientras el coche poco a poco se hundía en el lago, Severus un poco inquieto se aferró un poco a la túnica de Harry el cual acaricio la pequeña manita tratando de relajarlo, que parece ser estaba funcionando, el coche empezó a transformarse en una especie de submarino-auto y una vez ya a una distancia considerable de la superficie, Fernir encendió las luces de los faros.

-Bueno Fernir, a toda marcha – dijo Harry

Fernir empezó a conducir a una velocidad rápida al centro del lago, los chicos más grandes platicaban amenamente mientras los más pequeños estaban entusiasmados mirando por las ventanillas el obscuro fondo del lago en donde se podía ver brillar unas que otras piedras fosforescentes.

Avanzaron un poco más hasta que llegaron al centro del lago en donde Harry pronuncio un hechizo rápido y entonces se abrió un pequeño vórtice donde el auto-submarino siguió avanzando en dirección a la superficie.

Una vez afuera del agua se pudo apreciar un enorme cambio de entorno ya que ahora se encontraban en un pequeño ojo de agua con una pequeña cascada rodeado de naturaleza, Harry apretó otro botón y el auto se transformó en un pequeño barco.

-Bien ahora pónganse su traje de baño y al agua- exclamo y todos empezaron a lanzarse - tú también Fernir – dijo y rápidamente el hombre lobo de visto y se unió a la diversión, solo el pequeño Severus se quedó sentado en la punta del barco-auto con una mirada triste

-Severus pequeño ¿Por qué no estás en el agua? – Pregunto un Harry nadando acercándose a la punta del barco – ¿acaso no trajiste traje de baño? –

Severus negó con la cabeza y se removió nervioso.

-Es que...- se acercó un poco a la orilla inclinando su cabeza para llegar un poco más cerca de Harry, a su vez Harry se acercó más a la orilla del barco – Yo no sé nadar tío Harry – susurro tímidamente.

Harry sonrió con ternura y dijo – Pues hoy mismo aprendes, ¡ven lánzate yo te atrapo! -

Severus inseguro se quedó viendo los brazos estirados de Harry hacia él y se encogió es su lugar

-¡Vamos no tengas miedo! – grito Harry al ver que Severus retrocedía.

Severus vio la cara sonriente de Harry y en un momento de valor se aventó hacia los brazos de este. Harry lo atrapo y con paciencia fue enseñándole a nadar haciendo que Severus sonriera al ver que ya no iba a quedarse apartado de la diversión.

Una vez ya cansados todos se cambiaron de ropa y entraron al auto, para así dar comienzo a su regreso a casa.

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Severus despertó en su cama correspondiente en la mansión Riddle, a su joven mente adormilada le costó un poco de trabajo visualizar en donde estaba, una vez aclarada su mente se fue corriendo al despacho de si tío Thomas

-¡Tío!, ¡Tío Thomas! – entro gritando

- ¿Qué pasa mocoso? – dijo levantando la vista de sus papeles

- ¿Ha llegado alguna carta de mi mamá? – pregunto con esperanza en los ojos

- ohm ... este –dijo nervioso para luego ver como su esposo que estaba parado en el marco de la puerta negaba con la cabeza – Si recibí una carta de tu madre pero estaba tan distraído que accidentalmente la deje caer en la chimenea- finalizó.

La desilusión en los ojos negros de Severus se visualizó.

-Pero deberías agradecer que me tome las molestias de leerla antes, decía que te extraña mucho y te manda saludos – dijo Tom, viendo como esos ojos negros volvían a brillar aun que se veía un poco de tristeza en el fondo.

Harry no aguanto más y envolvió en un abrazo a Severus el cual el niño correspondió, aunque este no comprendía porque su tío Harry tenía los ojos sospechosamente cristalizados.

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De antemano una disculpa por no haber actualizado pero el borrador de la historia se me desapareció :(  y tuve que empezar a escribir desde cero.

Perdonen mis faltas de ortografía .