Donde Me Esperan Los Hamingja

Papá

Harry le había dado de regalo una escoba (la mas reciente del mercado), a Severus no le gustaba mucho el quidditch  pero sabia apreciarlo ya que practicamente vivía (momentaneamente) con un fanatico de este deporte asi que para complacer  a Harry, Severus se  había puesto a practicar en visualizar una  pequeña snitch para poder perseguirla en la escoba, pero como buen principiante sin talento, la escoba se descontroló y salió volando al fondo de la sala, Severus trato de atraparla pero al final la escoba termino chocando con una pequeña mesa  tirando a su vez varias fotografías puestas en ella, apresuradamente se puso a levantarlas hasta que se topo con una en especial de marco plateado, con detalles de flores, en ella aparecía un pequeño niño  y un hombre de  cabellos  largos recogidos en una coleta baja y al igual que sus ojos de un color negro cual carbón, el hombre sonreía y levantaba al pequeño niño sin importar que su inmaculada bata blanca se arrugara, para después besar su mejilla y dar una gran sonrisa, a la imagen se le agregaba una mujer de bello rostro y largos cabellos obscuros, la cual abrazaba a los dos y besaba al hombre.

Severus no dejaba de ver la animación, el no recordaba muy bien a su padre, la imagen mas nítida  que recordaba de él era su cara pálida y seria adentro de esa caja plateada.

- Ven Severus, despidete de papá-  decía su madre con un tono serio pero con un toque melancólico, el cual se iba perdiendo entre pequeños sollozos, los cuales eran retenidos como si no quisieran ser soltados.

Severus abrazo el retrato con fuerza, ¿Por que su padre murió si no era viejito?, ¿acaso ser un muggle lo hacia mas débil? ¿las personas jovenes tambien podían morir?.

-Papi, papá - exclamo llorando.

Sintió una calidad mano en su cabeza, Severus junto sus manitas en su cara, estaba avergonzado, intento reprimir sus lágrimas, la misma mano lo detuvo.

- Cuando quieras llorar hagalo - escucho la voz de Thomas - Esa es la única manera de poder sacar la tristeza de nuestro cuerpo, por que es muy duro guardarla y hace mucho daño- dijo serio con la mirada lejana.
Severus dio rienda suelta a su llanto, intentando deshacer el enorme nuevo en la garganta que tenia.

-  Tio ¿por que se mueren los papás? - sollozo el pequeño.

Tom solo lo abrazó.

- ¿Por que existen niños como yo que no tienen padre y niños como mis primos que si lo tienen? - susurro triste

Tom lo  levantó y se sentó en el sofá para sentar al pequeño en sus piernas , invocó un pañuelo y se lo tendió.

-¿Por que todos en mi escuela  tienen un papá excepto yo? - insistió el niño.

Tom lo miró fijamente a los ojos - En esta vida  hay muchas personas que pierden a sus padres y demás familiares a muy temprana edad, es muy duro conllevarlo y muy triste, pero tambien como pasa el tiempo esta personas tambien encuentran una familia y seres queridos y son felices -

Y como si fuera magia Tom sonríe cálidamente, Severus se queda pasmado.

-  Y no tenga duda que también hay niños que no tienen padre, pero tiene un tío que los quiere como uno - dice solemne

Severus piensa un momento, ¿el tenía algún tío así?

- ¿Si?, ¿Yo también tengo uno?, ¿Quien es?-  pregunto Severus confundido.

-Lo estas viendo ahora mismo - respondió Tom seriamente.

-¿Usted? - dijo desconcertado el niño.

-Si, yo, aunque no lo parezca le tengo una alta estima, eres el mocoso menos irritante de todos - contesto un con indignación falsa - No dude que lo aprecio como a un hijo- dijo con un tono serio pero con tintes cálidos.

Tom abrazo a Severus mas fuerte y este sintió que la tristeza restante se esfumó.