Capitulo 124

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Se desnudó, yo no puedo  gritar porque me ha amenazado con herir a mis padres.

Me besa, su aliento es caliente con sabor a menta de naranja, me encantan sus labios, sus besos, pero; no puedo seguir un juego con un asesino.

Pasa su lengua por mi oreja y baja por mi cuello, mete su cara en medio de mis dos senos, huele el aroma a rosas y chupa de mis pezones, siento como una corriente súper fría atraviesa mis bellos haciéndolos reaccionar.

Acaricia todo mi cuerpo, deja besos desde mi boca hasta mi ombligo. Quiero que ésta tortura acabe.

Intenta meter su miembro dentro de mi, me duele, o estoy virgen nuevamente o él tiene algo exagerado entre sus piernas.

Lo entra, me molesta, empieza a moverse de adentro a fuera suavemente, sosteniendo mi cintura.

Me pega más a él, rodea mis pies hasta quedar en su culo, siento que lo que viene es una tortura.

Suspira, deja un beso mojado en mi frente, y empieza a moverse  rápidamente, sosteniendo mi cintura muy fuerte.

-Ah, para me duele. -Le susurro. Pero el aumenta.

-Se que te encanta. -Dice tirando su cabeza hacia atrás.

Se mueve mucho, esto me excita, pero me duele al mismo tiempo. Siento una sensación extraña y me corro a gritos. Puedo adivinar una sonrisa de satisfacción en su cara.

Aprieta muy fuerte mis senos y definitivamente siento algo caliente que se esparce por toda mi vagina.

Me abraza fuerte y me susurra:

-Ya te tengo, muñeca. -Dice y se levanta a vestirse.

Se marcha, me quedo llorando, no se que hacer, no se que hice, no se quien es...


Cartas a mi difunto novio. Completa  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora