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Tomó el cuchillo más grande de la cocina, está súper afilado, parece recién hecho.

Corto sus piernas, no es nada fácil para un maestro de educación física súper atleta. Mierda, aún tiene tejidos vivos.

Ya corté sus manos y sus pies,  estoy casi terminando con la cabeza. Tenía pensado darlo a comer a los.animalrs, pero los animales no merecen pocas cosas, por eso he decidido quemarlo en su propio auto.

20 minutos después,  ya tengo el cuerpo en una caja, ya son las 11:54 de la noche.

Tomo el cuerpo desmembrado y ando hacia su auto, meto el cuerpo, entro a la casa por fósforos y algo de gasolina.

Finalmente ya tengo lo que necesito, subo al auto, conduzco unos cuantos kilómetros.

Tengo que respirar porque calgar esos trozos humanos no fue nada fácil.

Salgo del auto,  a mi mente llegan Justin y Camilo, ahora si tengo más deseos de incendiar el auto.

Roseo gasolina al rededor del vehículo,  hago un pequeño camino con el mismo y enciendo  el fósforo,  le pongo la punta de la lengua a la llama y lo dejo caer.  Es de película ver como el fuego empieza a esparcerse.

Salgo corriendo para mi casa.

Cartas a mi difunto novio. Completa  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora