Capítulo 115

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Camilo salió de su clase sin decir nada.

La desgraciada de Leisha no quiso escucharlo, no lo perdonó, ella falló peor que él, ella no tuvo el valor de confesarle que también se dejó llevar por la calentura.

Camilo.

Si, los hombres también lloramos, también sentimos que el alma se nos va cuando perdemos a una persona.

En el poco tiempo que llevo con Leisha nunca he amado a alguien como a ella. Y no por lo rico que se mueve, como canta ahí debajo ni nada. Su carita, sus ojos, su sonrisa de niña tierna pícara me envolvieron en las alturas y ahora me han dejado caer en un desierto lleno de espinas.

Salí de clase, ya nada me interesa, no me importa reprobar, limpiar laboratorios o ser expulsado... Al fin y al cabo la vida es una puta mierda que te engaña con cosas dulces y luego desaparece.

Iré a escribirle una carta a Leisha...

Cartas a mi difunto novio. Completa  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora