parte 4

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Nuestro amigo tenía otro problema, sentía que todas las chicas que lo volteaban a ver querían ser mas que sus amigas, se creía guapísimo aunque anduviera en harapos, ¿quién podía resistirse a las palabras de un poeta?, se decía, el era lo máximo, lastimosamente ninguna editorial le daba cabida. Cuando encontrara un editor seguramente vendería miles de ejemplares y sería millonario, entonces podría llevar de paseo a todas esas mujeres que le lanzaban miraditas coquetas.
Lo mas importante,, cuando fuese rico, podría acercarse a aquella mujer de la fotografía para recitarle miles de poemas, y quizá ella convertiría algunos en canciones exitosas que le darían mas dinero y con esa mujer viajaría por todo el mundo, él promocionando sus libros, y ella cantando los versos en los miles de conciertos, a que vida seria esa, perfecta y dulce, y esto pensaba en cada esquina, mientras pegaba un poema mas en el poste y le ofrecia a los peatones sus cuadernillos en diez centavos.

El Poeta De 10 centavosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora