parte 11

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Todo el día andaba de acá para allá, caminando y cuando el sol se escondía detrás de las montañas del horizonte se encaminaba a casa, no sin antes mirar al cielo en el cual buscaba ávidamente un par de estrellas que para él eran dos ojos verdes, que parpadeaban para saludarle y decirle que no se rindiera.

Par de estrellas titilantes,
Semejan ojos hermosos,
Verdes, limpios y brillantes,
Como esmeraldas valiosos.

Me recuerdan  la princesa,
Que porto aquí en el bolsillo,  
De inigualable belleza,
Y cantar de pajarillo.

El Poeta De 10 centavosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora